Xosé Manuel Beiras golpea el escaño de Feijóo en el Parlamento de Galicia durante un pleno el 24 abril de 2013
Cuando el nacionalista Beiras intimidó a Feijóo aporreando su escaño y la izquierda no dijo nada
Beiras abadonó su asiento en el Parlamento de Galicia y se acercó hasta Feijóo para increparle por su intervención llegando a golpear el escaño
Durante el último pleno del año celebrado en el Ayuntamiento de Madrid, el pasado 22 de diciembre, el político de Vox, Javier Ortega Smith, se acercó al escaño de un concejal de Más Madrid, Eduardo Rubiño, y, con los papeles que portaba en la mano, golpeó una botella de agua que tenía sobre la mesa. Este gesto ha motivado que el Ayuntamiento haya convocado para este jueves un pleno extraordinario en el que se ha aprobado la reprobación del político de Vox.
Todo este revuelo promovido por la izquierda muestra una vez más la doble moral de la izquierda cuando se producen otros hechos similares dependiendo de la sensibilidad o la ideología de los políticos que los cometen.
No hace mucho, en el año 2013, el nacionalista Xosé Manuel Beiras, tuvo un gesto similar con Alberto Núñez Feijóo durante un pleno en el Parlamento gallego cuando el popular ostentaba la presidencia de la Xunta de Galicia.
El portavoz de AGE (Alternativa Galega de Esquerda) y líder de Anova, Xosé Manuel Beiras, golpeó con el puño el escaño de Feijóo mientras se dirigía a él con tono amenazante. El hecho ocurrió cuando el popular estaba haciendo uso del turno de réplica a Francisco Jorquera, entonces portavoz parlamentario del BNG (Bloque Nacionalista Gallego), que, una vez más había tratado de atacar al popular con el asunto de Marcial Dorado.
El enfado de Beiras lo motivó el hecho de que Feijóo recordase en su intervención otro de los momentos polémicos que el político protagonizó en la cámara, el famoso 'zapatazo'. Cuando en 1993 se quitó un zapato y golpeó repetidamente su escaño dirigiéndose a Manuel Fraga. En ese momento, el nacionalista se levantó de su escaño -Yolanda Díaz se sentaba a su izquierda- y se acercó a Feijóo y le exigió «un poco de decencia» mientras con el puño cerrado golpeó la mesa.
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