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05 de mayo de 2024

La presidenta del Congreso, Francina Armengol, tras declarar en el Congreso de los Diputados

La presidenta del Congreso, Francina Armengol, tras declarar en el Congreso de los DiputadosEFE

Por qué las excusas de Armengol no justifican que se aferre al cargo

La presidenta del Congreso ha pretextado que «al Gobierno balear llegaban diferentes nombres», y que «se hacía siempre lo mismo, enviarlo al servicio de salud»

El anterior Gobierno balear liderado por la socialista Francina Armengol –hoy presidenta del Congreso de los Diputados– mantuvo en un almacén durante más de tres años las mascarillas adquiridas a la trama del PSOE, por las que abonó 3,7 millones de euros. Solo el día antes de la investidura de la nueva jefa del Ejecutivo autonómico, la 'popular' Marga Prohens, el Gobierno saliente aprobó un expediente por «incumplimiento culpable del contrato», en el que reclamó más de 2,6 millones. Ello pone de manifiesto que el material sanitario –que además había caducado– no servía.
Sin embargo, en su comparecencia tras la petición formal del PP para que dimita, Armengol ha pretextado que se informó de las mascarillas defectuosas un día antes de que abandonara el Gobierno porque «la Administración es más lenta de lo que yo quisiera». «Nosotros conseguimos del Gobierno de España 860 millones que dimos directamente a los empresarios para sobrevivir y salvarse de la pandemia y ahora se están solventando las reclamaciones. Lo digo por la lentitud de la administración», ha agregado la presidenta del Congreso para justificar que un día antes de irse solicitara el dinero de la trama.

Descarga responsabilidades

La tercera máxima autoridad del Estado también ha descargado responsabilidades en el servicio de salud de Baleares para justificar por qué se realizó la adjudicación a la empresa de la trama del PSOE, que solo contrató con Administraciones socialistas. Así, Armengol ha señalado que «al Gobierno balear, a muchas personas del Gobierno, llegaban diferentes nombres. Y se hacía siempre lo mismo; que es enviarlo al servicio de salud. Es lo que hay».
La presidenta del Congreso, Francina Armengol

La presidenta del Congreso, Francina ArmengolEFE

«La política no es embarrarlo todo. Baleares compró legalmente a decisión de los técnicos del servicio de salud. Rigurosamente, con todos los contratos bien hechos, según el precio y las condiciones de material que necesitábamos aprovisionar», ha agregado.
En este contexto, el escrito de petición de dimisión de los 'populares' subraya que el Ejecutivo balear «fue advertido por la Oficina Anticorrupción de posibles irregularidades en la compra de mascarillas», y que «el resultado de esta investigación fue la dimisión del titular de esta oficina». Además, se afirma que su gabinete «ocultó a la Guardia Civil y a la Fiscalía Anticorrupción este fraude en la compra de mascarillas, al no entregar dichos informes junto al resto del expediente una vez le fueron reclamados en 2022».
Por su parte, la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil ha resaltado que el Ejecutivo balear adjudicó los contratos a la compañía de la trama «contra la ley», y que no hay «documentos» ni «condiciones de pagos» en los documentos.

Acusa al PP

Armengol también ha anunciado que tomará medidas contra el PP porque «ha roto todas las líneas rojas» al involucrarla en la trama de corrupción. De esta manera, ha relatado que «no dejaré que mancillen mi nombre y que lo mezclen con nada que se parezca a la corrupción», ha agregado.
«Yo no estoy investigada. Ni yo ni nadie de mi Gobierno. Y no salimos de mi asombro. Es como mínimo sorprendente que el que me pude la dimisión es el único que sale en el sumario», ha agregado en referencia al portavoz del PP en el Congreso, Miguel Tellado, en la estrategia que sigue el PSOE para acusarle de formar parte de la trama de corrupción ya que uno de los investigados quiso ponerse en contacto con él.
La Fiscalía Europea ha abierto una investigación contra el Ejecutivo que presidió Armengol por los posibles delitos de malversación de fondos públicos, prevaricación y tráfico de influencias en la trama del PSOE. Sin embargo, desde su partido se esfuerzan en recalcar que la actual presidenta del Congreso es una «víctima».
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