Marine Le Pen llama a la unidad de la «verdadera Europa» y a hacer del 9-J «un día de liberación y esperanza»

«Gracias por vuestra invitación y vuestra acogida. Vuestro partido, Vox, y su presidente, mi querido Santiago Abascal, con el que estamos en contacto desde hace tiempo, encarnan el espíritu patriótico español con el que sé que puedo contar a nivel europeo para reactivar Europa», comenzó Marine Le Pen su intervención en el Viva 24, en el Palacio de Vistalegre.

La presidenta de Agrupación Nacional y candidata a la presidencia de Francia criticó que «los promotores de la UE encabezados por el dúo Macron-Von der Leyen nunca están satisfechos y ahora quieren llevar a nuestro continente a una casi fusión europea, una marcha forzada hacia un súper estado europeo centralizado». Algo que, según señaló, ahora hacen «a cara descubierta». En este contexto, llamó a la unidad de «la verdadera Europa», la de la libertad y la de los pueblos y la soberanía de las naciones, y hacer del 9 de junio, la fecha de las elecciones europeas, «un día de liberación y esperanza».

Denunció especialmente la situación que atraviesa Francia en materia migratoria, destacando que zonas enteras del país están «ya no están bajo el control del Estado». Las llamadas 'zonas sin ley', afirmó, «en realidad son zonas regidas por leyes distintas a las francesas». Y alertó de que la inseguridad creciente vinculada a esta amenaza a todo el continente, a su juicio, ante la inacción de la UE. «Peor aún, lo organiza todo con el triste pacto de la inmigración, impuesto a nuestros pueblos por tecnócratas alejados de la vida cotidiana de los ciudadanos», añadió.

«La UE quiere silenciar a los pueblos y nosotros queremos una Europa que garantice su libertad, una Europa con una cooperación libremente aprobada, una Europa que garantice la diferencia entre los pueblos, una Europa orgullosa de sus culturas milenarias y que permita a cada pueblo defender su propia identidad, una Europa que permita a cada país elegir quién entra en su país y quién sale de él», subrayó, y abogó por «reorientar» la UE con «principios sencillos y universales».