No es un año más
La Constitución celebra su primer aniversario tras sufrir el golpe frontal de la amnistía
El TC aún tiene que resolver 16 recursos y cuatro cuestiones de inconstitucionalidad. En el acto del Congreso la novedad será el presidente Illa. Faltarán Vox y los socios del Gobierno, salvo Podemos
La víspera de este 6 de diciembre, las 27 parlamentarias que formaron parte de la legislatura constituyente fueron homenajeadas en el Congreso. Nueve participaron in situ en un acto en el que reivindicaron la vigencia de la Carta Magna. Una de ellas, María Teresa Revilla, destacó sobre el resto el artículo 14, en cuya redacción participó como miembro de la Comisión Constitucional.
España celebra este viernes el 46 aniversario de su ley de leyes y el primero tras la aprobación de la ley de amnistía; una norma que quebrantó de forma irreversible el principio de igualdad reconocido en ese artículo, el 14: «Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social».
No obstante, será el Tribunal Constitucional de Cándido-Conde Pumpido y su mayoría izquierdista el que tendrá la última palabra sobre los 16 recursos de inconstitucionalidad presentados contra la ley de amnistía: 14 por los gobiernos regionales del PP, otro por el Ejecutivo de Emiliano García-Page y, el último, por diputados y senadores populares. Todos ellos serán admitidos a trámite antes de que acabe el año. Sobre la norma pesan, además, cuatro cuestiones de inconstitucionalidad: una del Tribunal Supremo y tres del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña.
Presidente de la Sala Segunda del Supremo
Manuel Marchena, jurista, juez extraordinario y hombre de Estado
Como cada 6 de diciembre, a partir del mediodía el Congreso será el epicentro de las conmemoraciones, con algunos cambios respecto a las presencias y las ausencias habituales. Estarán Pedro Sánchez y todos los ministros socialistas salvo Óscar López (en Bruselas), pero no Yolanda Díaz, que se encuentra de viaje en México. Sí participarán el resto de los ministros de Sumar. Por primera vez desde los tiempos del socialista José Montilla, el presidente de la Generalitat de Cataluña también ha aceptado la invitación, Salvador Illa. No así el lendakari, Imanol Pradales, que seguirá la tónica de sus antecesores.
De entre los socios parlamentarios del Gobierno faltarán todos menos Podemos. Junts, ERC, Bildu, el BNG y el PNV no aparecerán por la Cámara Baja. Y tampoco lo hará Vox, aunque en el caso del partido de Santiago Abascal por motivos muy distintos: «No vamos a participar de esa hipocresía legitimando a un PSOE que lo que tendría que estar haciendo es esconderse debajo de la última piedra del último pueblo de España», en palabras de su portavoz en el Congreso, Pepa Millán. No obstante, Vox sí participará en el izado previo de la bandera organizado por el Estado Mayor de la Defensa en la plaza de la Marina Española, sede del Senado.
La reforma del artículo 49, leitmotiv
El acto del Congreso estará centrado en la reforma, el pasado mes de enero, del artículo 49 de la Constitución para sustituir el término «disminuidos» por «personas con discapacidad». Un pacto entre socialistas y populares que costó años sacar adelante por la desconfianza de estos últimos: querían garantías por parte de Sánchez de que la reforma se circunscribiera al texto pactado entre el PSOE y PP, sin admitir enmiendas no acordadas y sin referéndum posterior a su aprobación (habría habido que convocarlo obligatoriamente si lo hubieran solicitado 35 diputados).
Los de Alberto Núñez Feijóo esperan con cierta prevención el discurso de la presidenta del Congreso, Francina Armengol. El año pasado, durante la sesión solemne de apertura de las Cortes y delante de los Reyes y de la Princesa Leonor, Armengol provocó el enfado del PP y de Vox con un discurso que tildaron de «sectario», «partidista» y «lamentable». Eso fue el 29 de noviembre. Su intervención del 6 de diciembre fue más institucional.
Los peligros que acechan a la Constitución no han cambiado, puesto que tampoco han cambiado los socios de Sánchez. Esta misma semana, Arnaldo Otegi llamó al PNV a «intensificar el trabajo» juntos para lograr que el País Vasco sea reconocido como nación cuanto antes, por si el Gobierno cae en el medio plazo por «la operación del Estado profundo para tumbarlo», según el líder de Bildu.
Otegi acaba de pedir acelerar el trabajo para que el País Vasco sea reconocido como nación cuanto antes
Y en el acuerdo de investidura que el PSOE suscribió con Junts, el partido de Carles Puigdemont dejaba por escrito sus intenciones: «Junts propondrá la celebración de un referéndum de autodeterminación sobre el futuro político de Catalunya amparado en el artículo 92 de la Constitución». Es decir, propuesto por el presidente del Gobierno, con su necesaria participación.
Durante la tramitación parlamentaria de la reforma del artículo 49, el PNV quiso a través de enmiendas: mutilar el artículo 2 de la Constitución y eliminar la mención a que se fundamenta en la «indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles». También, suprimir el artículo 155 por completo, incluir el derecho de autodeterminación, reducir la inviolabilidad del Rey a sus funciones estrictamente institucionales. Además, despojar a las Fuerzas Armadas de su función de defender la integridad territorial y el ordenamiento constitucional e impedir que el Constitucional suspenda automáticamente una ley autonómica que haya sido impugnada por el Gobierno. Todas fueron desechadas.
Las últimas urgencias del Gobierno y sus socios han desviado el foco de la Carta Magna, pero solo temporalmente.