
El presidente del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), José Félix Tezanos
En el Senado
Los argumentos técnicos que desacreditan a Tezanos según los expertos de la comisión del CIS
El pasado mes de julio el Senado —donde el PP tiene mayoría absoluta— creó una comisión de investigación «sobre la gestión del Presidente del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS)». Así pues, hasta siete expertos han pasado por la Cámara Alta para valorar, de forma técnica, cómo dirige el militante socialista José Félix Tezanos el organismo público encargado de realizar encuestas.
El 2 de octubre, el catedrático emérito de Sociología de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) Emilio Lamo de Espinosa aseguró que el CIS de Tezanos se ha convertido en una «acumulación de sesgos». De hecho, el profesor denunció que en la entidad adscrita al Ministerio de Presidencia y Justicia hay «sesgos tan evidentes y tan continuados que hacen sospechar que más que intentar predecir el resultado, se trata de algo distinto, se trata de producir un resultado».
Respecto a su presidente, Lamo subrayó que es «conocido por la radicalidad de sus opiniones y de sus manifestaciones políticas, un comportamiento que por lo demás va en contra de la normativa que regula el Centro de Investigaciones Sociológicas». «Me dice usted que hay dos aciertos, dos aciertos en 40 sondeos, incluso al azar salen más. Si lo hacemos al azar salen más. Por lo tanto, casi cabría decir que hay un azar negativo, o que hay una voluntad de no acertar. Uno tiene que pensar que un error es normal, dos, tres, pero tantos no son normales. Yo creo que no son normales. ¿Eso es azaroso? No es fácil que sea azaroso, no es fácil. ¿Es intencional? Pues, sin duda, sí», contestó al senador socialista Javier Izquierdo.
«Propósito de manipular»
Un día después, el 3 de octubre, Narciso Michavila, presidente de la consultora de investigación social GAD3, afirmó que el actual CIS «no comete errores», sino «fake news». De esta manera, puso como ejemplo «la nota de prensa del CIS antes de las europeas», que «decía que el PSOE lograría ser la primera fuerza en las elecciones al Parlamento Europeo». Por ende, subrayó que «ese titular es falso, no es un error, es una fake news».
Igualmente, Michavila indicó que «yo no tengo, en todo el análisis científico, ninguna prueba que me lleve a pensar que las estimaciones y la forma de trabajar del actual equipo del Centro de Investigaciones Sociológicas no tengan otro propósito que manipular, porque todo ello, incluso la propia intervención de su propio compañero de partido, ha ido en la misma dirección».

El presidente de GAD3, Narciso Michavila, comparece ante la Comisión de Investigación del CIS
El 16 de octubre compareció en el Senado Joaquín Arango Vila-Belda, presidente del CIS entre 1991 y 1996, que resaltó durante su intervención que no se iba a «pronunciar» sobre «actualidad». No obstante, apuntó que «a mi juicio, el CIS lleva a cabo demasiadas encuestas y, quizá, ello le impide dedicar más tiempo y más esfuerzo al análisis a fondo de las muchas encuestas que produce; digamos que la oferta supera a las posibilidades de análisis del propio organismo».
El 17 de octubre fue el turno del antecesor de Tezanos, Cristóbal Torres, la persona que encabezó este organismo público entre 2016 y 2018 y que, como él mismo reconoció, fue alumno del actual presidente del CIS. Sobre su antiguo profesor resaltó que «el problema de José Félix Tezanos es que su alma política yo creo que le puede sobre su alma científica», y que «con todo el cariño —lo voy a decir—, José Félix Tezanos hubiera sido un magnífico presidente del Gobierno de España. Ahí lo dejo».
Torres también esgrimió, en una comparecencia llena de citas y referencias, que «la única fuente de justificación político-legal para que exista el CIS y, por lo tanto, su legitimidad como institución pública y su credibilidad ante la ciudadanía, radica en su naturaleza científica, al servicio del conjunto de la sociedad española y de la Administración pública, gobierne quien gobierne». «Por ello, se debe ser muy escrupuloso en el respeto y proyección pública de los valores del quehacer científico que deben regir el principio estructurador de su actividad diaria y que, claro está, debe hacerse compatible con las otras lógicas que afronta, en tanto que también es una organización concreta y de naturaleza burocrática adscrita a la AGE. Es decir, el funcionamiento del CIS debe enmarcarse en un ethos», añadió.
«Sobreestimación de la izquierda»
Igualmente, el sociólogo y ex alto cargo del CIS Luis Ayuso arremetió a mediados de diciembre en la comisión de la Cámara Alta contra las nuevas cuestiones que incluyen los sondeos de Tezanos: «Sobre la ruptura de la serie histórica. ¿Qué le puedo decir? Si me preguntan mi opinión, yo no la hubiera cambiado. No hubiera cambiado ni las preguntas ni la serie ni las escalas. Evidentemente, se pueden cambiar, pero yo no las hubiera cambiado; de hecho, en el CIS, nosotros debatimos durante mucho tiempo sobre qué hacíamos con la pregunta de religión, que era una pregunta que se venía haciendo desde los orígenes del CIS».
El director de Sociométrica, Gonzalo Adán, acusó en diciembre a Tezanos de manipular las encuestas de estimación de voto «con intencionalidad de doblegar la voluntad de los electores». Por ello, relató que «en 62 barómetros» de Tezanos «la izquierda ha estado sobrerrepresentada en 60». «¡De 62, en 60! Un 97 %. De 62 veces que hemos tirado la moneda al aire, 60 veces ha salido cara. Por otro lado, las magnitudes han sido de 2,3 puntos de media hacia el PSOE; Podemos, 0,3 y Sumar, 0,9; es decir, a la izquierda, 4,2 puntos, y en los preelectorales, 4,4. PP, -4; Vox, -2,8; es decir, que la derecha ha estado infrarrepresentada nada menos que 6,8 puntos, insisto, en los barómetros preelectorales, aquellos que mañana sacará la prensa con titular», apostilló.
Ya en 2025, el 29 de enero, el catedrático Ismael Crespo Martínez, que fue director del departamento de Investigación del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), cargó contra el actual CIS por su «sesgo» y la «sobreestimación de la izquierda». Así las cosas, dijo que las preguntas «están sesgadas» y que «este modelo no tiene ningún aval científico, está basado en un proceso innovador de dos o tres personas».