Podemos agita el avispero del adelanto electoral en plena negociación de los Presupuestos

Partido precavido vale por dos, han debido de pensar en Podemos. La formación morada ha convocado su próxima Asamblea Ciudadana Estatal, la quinta, para los días 11 y 12 de abril. Así lo ha anunciado el portavoz de Podemos, Pablo Fernández, en una rueda de prensa. Allí ha aludido a una «coyuntura política» en la que «todo es posible y puede pasar», anticipándose así a un posible adelanto electoral.

Podemos es, precisamente, uno de los factores más imprevisibles de la legislatura desde que sus cuatro diputados decidieron abandonar la disciplina del grupo parlamentario de Sumar para irse al Mixto.

Su caso no es como el de Junts, puesto que el partido que fundó Pablo Iglesias no puede ni plantearse dejar caer a Pedro Sánchez en favor de Alberto Núñez Feijóo, pero ha hecho sudar al Gobierno en más de una negociación. La última fue la de la ley de eficiencia de la Justicia, cuando a cambio de su voto favorable arrancó a Félix Bolaños la prórroga de los descuentos en los abonos transporte y la prohibición de los desahucios a los colectivos vulnerables un año más.

Fernández no quiso desvelar si Ione Belarra se presentará a la reelección para un cargo que lleva ocupando desde 2021, cuando Iglesias dimitió tras su doble fracaso en las elecciones madrileñas de ese año, a las que se presentó como candidato: quedó 14 escaños por detrás de Más Madrid y, además, Isabel Díaz Ayuso ganó por amplísimo margen a la izquierda.

No obstante, Iglesias ha seguido en las decisiones estratégicas del partido. Bien directamente o a través de persona interpuesta: Irene Montero. Se especula con la posibilidad de una bicefalia: Belarra como secretaria general y Montero como candidata a las próximas generales, sean cuando sean. Este martes, Belarra anunció su candidatura en la red X:

De entrada, Podemos tiene la intención de concurrir por separado a esos comicios, a pesar de las presiones por el destrozo que supondría para la izquierda dividirse en tres marcas. La mayoría de los sondeos privados publicados este curso apuntan en esa dirección: Sumar y Podemos por separado sacarían menos escaños que una sola candidatura de ultraizquierda.

En una entrevista en el diario Infolibre, Díaz apeló el domingo a volver a una candidatura de unidad. Pero su problema no es solo Podemos, sino que tampoco los partidos que aún integran Sumar están satisfechos y se vienen replanteando la relación. Desde Compromís, la diputada Àgueda Micó respondió: «No nos sentimos afectadas por procesos de la unidad de la izquierda porque no formamos parte de esa esfera».

La Asamblea de Podemos será unos días después que la de Sumar, fijada para el 29 y 30 de marzo. En principio debía haberse celebrado a finales del año 2024, pero Yolanda Díaz pospuso la cita por el escándalo protagonizado por su anterior portavoz parlamentario, Íñigo Errejón. En su caso, la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo ha anunciado que no ocupará ningún cargo orgánico porque quiere centrarse en su papel institucional. A Díaz no le gusta la vida de partido, y menos aún después de los pésimos resultados cosechados por Sumar en las elecciones gallegas, vascas y europeas el año pasado.

Ahora que el Gobierno se ha metido en la harina de las negociaciones para los Presupuestos Generales de 2025, los de Belarra han sido claros: con ellos no hay nada que hablar si Pedro Sánchez no garantiza antes el gravamen a las energéticas que fue derogado por el Congreso en el último Pleno y que tampoco cuenten con ellos para aumentar el presupuesto de Defensa.