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José Luis Ábalos en la Universidad de San Pedro de Chimbote (Perú)Edición: Ángel Ruiz

Investigación

La Universidad de Chimbote hizo doctor honoris causa a Ábalos en agradecimiento al inmueble que después se apropió

La Universidad de San Pedro, ubicada en la ciudad peruana de Chimbote, hizo doctor honoris causa al exministro José Luis Ábalos en agradecimiento a los proyectos que Fiadelso, su ONG, había llevado a cabo. Entre las obras que hizo se encuentra el inmueble que, tal y como ha desvelado El Debate, se encuentra a su nombre. El exministro fue protagonista de una celebración universitaria de la mano del entonces rector, José María Huamán Ruiz, condenado a cuatro años de cárcel por corrupción. Ábalos ocultó el reconocimiento en su currículum de la Moncloa durante el tiempo que ostentó la cartera de Transportes.

El exministro viajó a Chimbote acompañado de Carolina Perles, su entonces mujer, la policía local de Valencia que mientras él era ministro fue contratada como asesora de la Delegación del Gobierno en Madrid. Ambos acudieron juntos al evento que organizó la universidad, que generó una gran expectación. El doctorado honoris causa es un título honorífico con el que las universidades reconocen a personas que han sobresalido por algún logro. En concreto, la distinción que tuvieron con Ábalos fue por los proyectos benéficos que diseñó en favor de las clases desfavorecidas de la ciudad.

De todos los proyectos, el más significativo fue el polémico inmueble que está a su nombre. Se trata de una edificación de dos plantas que cuenta con una superficie de 900 metros cuadrados. A finales de los años noventa, la Asociación de Vivienda de Trabajadores Marítimos y Portuarios de Chimbote Miguel Grau, un grupo de marineros jubilados, consiguió que el Ministerio de Exteriores les financiara la construcción de una casa para llevar a cabo proyectos benéficos. El importe de la ayuda, de 150.000 euros, se canalizó a través de Fiadelso, la ONG de Ábalos. El exministro, en ese momento asesor del PSOE en el Ayuntamiento de Valencia, puso el inmueble a su nombre alegando «problemas burocráticos» y se comprometió a ceder la propiedad pero nunca lo hizo.

Pese a ello, permitió que los marineros usaran la edificación durante más de una década. En 2019, siendo ya ministro, acudió al Consulado de Perú en Madrid para nombrar a una mujer llamada Jénifer Balta Cueva su representante en el país andino. En el poder que extendió se presentó como «copropietario» del inmueble del que ahora reniega. Seguidamente, esta señora se presentó en el inmueble, informó a los marineros que la edificación era del exministro y que si no abandonaban el inmueble iban a ser denunciados. Los marineros, incrédulos, fueron denunciados por ocupación ilegal y pocas semanas después fueron desahuciados. A día de hoy, de hecho, dos de ellos están imputados por un delito de usurpación agravada.

Huamán, el rector peruano que premió a Ábalos, está condenado a cuatro años de cárcel por corrupción y en estos momentos se encuentra en busca y captura por las autoridades peruanas. En 2017, el Juzgado de Investigación Preparatoria de la Corte Superior de Justicia del Santa, acreditó que desfalcó 3,3 millones de soles peruanos (al cambio 870.000 euros). Según la sentencia, simuló la contratación de un grupo de abogados para hacer frente a procedimientos judiciales que ya habían finalizado. Seis días después de conocer su condena, se dio a la fuga y desde entonces está en paradero desconocido.

Ábalos no menciona la distinción que tuvo con él la Universidad de Chimbote ni en su currículum de La Moncloa ni en el del Congreso de los Diputados. Sus proyectos en países latinoamericanos tan sólo se ven reflejados en un epígrafe que él mismo titula: «Consultor de cooperación internacional».

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