Cuestión de confianza y moción de censura: en qué se diferencian y cómo podrían afectar a Sánchez

En los últimos días han crecido las voces dentro del PSOE reclamando medidas más contundentes tras el escándalo de Santos Cerdán. El informe de la UCO que ha destapado una trama que implica al ahora exsecretario de organización del partido socialista no ha provocado la reacción que se esperaba dentro del Ejecutivo y Pedro Sánchez se ha limitado a pedir perdón y a anunciar una auditoría de las cuentas de la formación.

En este contexto, la coordinadora general de Sumar, Lara Hernández, ha considerado la posibilidad de que el presidente del Gobierno pueda someterse a una cuestión de confianza en el Congreso si esta está supeditada al giro social de la legislatura. Félix Bolaños, el ministro de Justicia, por su parte, ha descartado esta opción: «Esa es una prerrogativa del presidente del Gobierno, no de los socios. La mayoría se demuestra día a día, en las votaciones de cada día en el Congreso, ayer ganamos una votación muy importante sobre una reforma de la justicia con la misma mayoría de la investidura de Sánchez. Esa es la estabilidad. (La moción de confianza) no está encima de la mesa. Nosotros nunca hemos tenido mayoría absoluta, pero sacamos adelante las votaciones».

Qué es una cuestión de confianza

La Constitución Española contempla dos mecanismos para retirar la confianza al presidente del Gobierno: la moción de censura y la cuestión de confianza.

El mecanismo de la cuestión de confianza, previsto en la Constitución Española y en el reglamento del Congreso de los Diputados, constituye una herramienta al alcance del presidente del Gobierno para afrontar momentos de debilidad institucional. Su finalidad es que el Ejecutivo recabe el respaldo explícito del Congreso en torno a su política o su programa, reafirmando así su legitimidad para continuar gobernando.

Según establecen los artículos 112 y 114 de la Carta Magna, así como los artículos 173 y 174 del reglamento de la Cámara Baja, el presidente puede solicitar esta cuestión de confianza previa deliberación en el Consejo de Ministros. El trámite consiste en que el Gobierno formule la solicitud ante la Mesa del Congreso, que a su vez informa a la Junta de Portavoces y convoca la correspondiente sesión plenaria para su debate y votación.

El procedimiento se articula en términos muy similares a un debate de investidura. La diferencia principal estriba en que, en esta ocasión, el protagonismo recae directamente sobre el presidente del Gobierno o sobre el conjunto del Ejecutivo, quienes deben defender ante los diputados la línea política en cuestión o el contenido del programa que desean validar.

Una vez concluida la deliberación en el pleno del Congreso, la votación sobre la cuestión de confianza debe esperar al menos veinticuatro horas desde su presentación formal, tal como establece el reglamento de la Cámara. El resultado de la votación es determinante: para superar la cuestión, el presidente necesita una mayoría simple, es decir, más votos afirmativos que negativos.

En caso de no lograr el respaldo necesario de los diputados, el jefe del Ejecutivo se ve obligado a presentar su dimisión. Ante esta eventualidad, el Gobierno cesaría en pleno y pasaría a ejercer en funciones hasta que se celebren nuevas elecciones generales. Esta situación interina limita la capacidad del Ejecutivo para adoptar ciertas decisiones de calado, en tanto que su actuación queda restringida a los asuntos ordinarios de la administración.

En el contexto actual, si Pedro Sánchez decidiera someterse a una cuestión de confianza, debería reunir el apoyo de más de la mitad de los votos emitidos en el Congreso para evitar tener que abandonar su cargo.

Se descarta la moción de censura

En cuanto la implicación de Santos Cerdán en la trama del PSOE que también incluye al ex ministro José Luis Ábalos, su ex asesor, Koldo García, y al empresario Víctor de Aldama, salió a la luz, el presidente de Vox, Santiago Abascal, solicitó al líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, una moción de censura contra el Gobierno de Sánchez. Sin embargo, el político gallego ha descartado esta posibilidad, ya que no contaría con los apoyos necesarios para que saliera adelante.

Por todo ello, Abascal hizo las siguientes declaraciones ante los medios en Ferraz: «Vox tiene 33 diputados. Con solo dos más esa moción de censura la podríamos presentar nosotros», ha señalado. Por eso ha trasladado que se ponen «a disposición de cualquiera de los diputados del hemiciclo de cualquier partido que tenga un mínimo de dignidad, que esté escandalizado por la corrupción, por la traición y la mentira de este Gobierno».

Qué es una moción de censura

La moción de censura en España es un procedimiento parlamentario que permite al Congreso de los Diputados forzar la dimisión del presidente del Gobierno, lo que implica el cese del Gobierno en pleno.

Según el artículo 113 de la Constitución Española, para presentar una moción de censura se requiere el respaldo de al menos una décima parte de los diputados del Congreso. La propuesta debe ir acompañada de un escrito dirigido a la Mesa del Congreso, en el que figure un candidato a la Presidencia del Gobierno que haya aceptado formalmente su designación, aunque no es necesario que sea diputado. En los dos días posteriores a la presentación pueden registrarse mociones alternativas, siempre que cumplan con los mismos requisitos.

Si las mociones son admitidas, se inicia un debate parlamentario. Los diputados firmantes defienden la moción y el candidato propuesto presenta su programa sin límite de tiempo. Después, un portavoz por grupo parlamentario puede intervenir durante treinta minutos, con un turno de réplica de diez. Finalizado el debate, se procede a la votación. Si la moción obtiene mayoría absoluta (al menos 176 votos), el Gobierno cesa de forma automática y el candidato es investido como nuevo presidente.