
El presidente del PNV, Aitor Esteban
El doble rasero del PNV con la corrupción: soltó la mano a Rajoy pero no deja caer a Sánchez
El partido de Aitor Esteban se limita en los últimos días a reclamar más explicaciones al dirigente socialista al considerar las dadas hasta este momento «insuficientes», y señala que en estos casos esperan a que haya una sentencia
Era 31 de mayo de 2018 cuando Aitor Esteban, entonces portavoz del PNV en el Congreso de los Diputados, exponía desde la tribuna la posición de su partido ante la moción de censura que se debatía contra Mariano Rajoy y con Pedro Sánchez como candidato. Sus votos parecían determinantes para que saliera o para tumbar la iniciativa, y se decantó por el sí. Optó por dejar caer a Rajoy y por apostar por Sánchez.
Señaló entonces: «Si tomamos una decisión, se nos va a acusar de encubridores de la corrupción, falsamente, pero se nos va a acusar. Si tomamos otra decisión, seremos irresponsables y provocadores de inestabilidad, falsamente, pero recibiremos sin duda esa falsa acusación». Y argumentó que en ese contexto, tras la sentencia de la Audiencia Nacional sobre el caso Gürtel, tomaban su decisión desde la perspectiva de la «ética política» y «la responsabilidad que nos atañe». La sentencia, sostuvo, suponía «un antes y un después ante la sociedad»; «el debate trasciende de lo jurídico», afirmó, al tiempo que señaló que su voto en contra no traería, por otro lado, estabilidad, augurando además que «el goteo de los tribunales» probablemente iba a ser continuo. Así, el PNV decidió dar su apoyo al PSOE y desde entonces no ha roto su alianza.
Ahora, tras el informe de la UCO que afecta al corazón del PSOE y del Gobierno, se limita a reclamar a los socialistas más explicaciones al considerar que las dadas hasta este momento no son suficientes. «Estos días seguramente salgan más noticias y tendrán que dar más explicaciones y ser más transparentes, porque es la segunda vez que un secretario de Organización, el tercer escalón dentro del PSOE, tiene indicios o está acusado del mismo presunto delito", señaló ayer la portavoz parlamentaria del partido, Mar Vaquero, en una entrevista en el diario Deia.
«Nosotros consideramos que el PSOE tiene que dar más explicaciones, y no solo con su propia estructura, sino también seguramente esto implique a lo que es el Gobierno», insistió. Pero no parecen dispuestos a romper el acuerdo de investidura, ni a apoyar una moción de censura que desbanque a Sánchez del Gobierno. Y, dando largas, esperan a ver «cómo se desarrolla» todo. Vaquero aseguró que «hasta que no finalice la legislatura», estarán ahí «reclamando que se cumpla el pacto de investidura» y que es Sánchez quien tiene «el mando de convocar elecciones». Este domingo en una entrevista en El Diario Vasco, el líder del PSE-EE, Eneko Andueza, agradeció a la formación jetzale su «lealtad» y se mostró seguro de que el Gobierno es «perfectamente sostenible».
Cuando estalló el escándalo, el propio Aitor Esteban, que dijo estar «sorprendido» por el hecho de que Sánchez haya «dado por bueno» y convertido el informe de la UCO «casi en sentencia», se limitó a reclamar al PSOE ir «más allá» en las explicaciones. «Nosotros, ante este tipo de asuntos, esperamos, tal como actuamos exactamente con el PP, a que haya una sentencia. Lo que ocurre es que vamos a ver cómo se desarrolla en los días siguientes, les he dicho que hace falta más explicaciones por parte del PSOE y vamos a ver qué sucede», expresó.
Desde el PP, en los últimos días insisten en su advertencia a los socios parlamentarios de Sánchez en que esto les pasará factura ante sus electores. «Si eligen seguir con él también ahora pese a todo, dejarán de ser socios para ser cómplices del mayor aluvión de corrupción que ha vivido nuestra democracia», avisó el jueves Alberto Núñez Feijóo. El portavoz de los populares, Borja Sémper, manifestaba este fin de semana que la negativa de algunos de estos partidos ante una eventual investidura iba a ir evolucionando conforme pasen «el duelo» tras conocer el informe, y señaló que percibía cierta «evolución tímida» en las palabras de Aitor Esteban al indicar que si había una sentencia firme la situación podría ser otra.