El empresario afirma que el ‘tres’ de Montero pactó la entrega de un piso como comisión pero se frustró porque no llegó la licencia

José Antonio Marco Sanjuán, expresidente del Tribunal Económico Administrativo Central (TEAC), dependiente de la vicepresidenta del Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, acordó recibir una vivienda como comisión en especie a cambio de favores fiscales, según consta en el testimonio del empresario que ha confesado haberle entregado más de 100.000 euros en efectivo a cambio del archivo de un pleito millonario contra la Agencia Tributaria. Este nuevo episodio de corrupción se suma a las informaciones reveladas por El Debate que han llevado a la Fiscalía Anticorrupción a abrir diligencias contra Marco Sanjuán por los delitos de cohecho, tráfico de influencias, prevaricación, malversación de caudales públicos y actividades prohibidas a funcionarios.

Los documentos a los que ha tenido acceso este periódico aportan nuevos fragmentos del testimonio del empresario, que asegura que fue el propio Marco Sanjuán quien le confesó con naturalidad que mantenía otros tratos similares con diferentes empresarios con causas pendientes en el TEAC. Según su relato, el alto cargo del Gobierno no solo no disimulaba sino que alardeaba abiertamente de esos pactos. «Un día me dijo: ‘¿Y cómo van los pisos que quiere hacer este ahí en no sé dónde?’ Y yo pensé: ‘¿Pero cómo me pregunta esto a mí?’», recuerda el empresario, aún sorprendido por el comentario. A lo largo de los encuentros, afirma que fue identificando a otros empresarios beneficiados por los favores del funcionario incluyendo a uno con quien, asegura, Marco Sanjuán llegó a un pacto para recibir un piso como mordida.

«Te doy un piso y si no lo puedes poner a tu nombre haces un enjuague por ahí, lo vendes o lo que sea», le dijo este segundo empresario, según el relato del testigo. La operación, sin embargo, no se consumó. Después de que Marco Sanjuán le comentara que estaba previsto que recibiera la propiedad, el empresario recuerda que más tarde le explicó que no se materializó porque las autoridades municipales no concedieron la licencia urbanística necesaria para levantar el complejo residencial. «Es que me debe mucho dinero», asegura que le dijo el ‘tres’ de Montero, visiblemente contrariado por la operación frustrada. Esta confesión, lejos de ser un hecho aislado, se enmarca en una conducta sistemática, según las pruebas recopiladas por El Debate durante meses de investigación.

El empresario que relata estos hechos sostiene que entrega desde hace varios años dinero a Marco Sanjuán: «Le he dado ciento y pico mil euros». La mecánica era siempre la misma: pagos en metálico entregados en mano en la cafetería de un hotel situado a escasos metros del despacho oficial del alto cargo, en la calle Panamá de Madrid. A cambio, Marco Sanjuán resolvía a su favor pleitos millonarios presentados pendientes en el tribunal que él mismo presidía. El testigo asegura que, con el paso del tiempo, las exigencias económicas de Marco Sanjuán fueron aumentando. El ahora investigado no solo no disimulaba sino que trataba de justificar sus demandas alegando que tenía que repartir el dinero. En más de una ocasión le dijo: «Me tienes que seguir dando porque los demás ya han cobrado todos». Tres meses más tarde repitió el argumento: «Tengo que seguir dando a los demás».

La relación corrupta llegó a un nivel tal que ambos llegaron a registrar por escrito el dinero entregado. Según la documentación en poder de este periódico, durante un tiempo se anotaban a mano las cantidades percibidas por el alto cargo. Sin embargo, esa práctica se abandonó y, actualmente, ni siquiera Marco Sanjuán sabría calcular cuánto dinero ha recibido en total. Así lo asegura el denunciante: «Ya no sabe cuánto ha cogido». En su relato, explica que «al principio él llevaba un control pero hace mucho que se dejó de hacer». El resultado, dice, es que «tiene un descontrol total de todo lo que coge». Y precisa: «Él se aproxima más o menos pero llevará la cuenta 20.000, 30.000 o 40.000 euros arriba o abajo». En una de las entregas, recuerda, le dijo: «Llevamos no sé cuánto», a lo que Marco Sanjuán respondió sorprendido: «¿Tanto?». Entonces, relata el empresario, le insistió: «¡Sí, míralo!». Y su reacción fue reveladora: «¿Por qué no me lo traes anotado en un papel?».

A raíz de todas estas revelaciones, la Fiscalía Anticorrupción ha abierto diligencias contra Marco Sanjuán por presuntos delitos de cohecho, tráfico de influencias, prevaricación, malversación de caudales públicos y actividades prohibidas a funcionarios. Montero, tras ser aludida este martes en el Senado, cuando aún no sabía que su subordinado estaba siendo investigado judicialmente por corrupción, que Marco Sanjuán «es un funcionario ejemplar».