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La presidenta de UPN y ex alcaldesa de Pamplona, Cristina Ibarrola, en la sede de UPN en PamplonaPablo Ojer

Entrevista

Cristina Ibarrola, presidenta de UPN: «Chivite no tiene credibilidad ni confianza para seguir ni un minuto más»

Los regionalistas fueron los primeros en interponer una denuncia por las irregularidades en los túneles de Belate, punto culmen de la trama presuntamente corrupta que ha desestabilizado los pilares del PSOE

Después de pasar por diversas instancias, Unión del Pueblo Navarro (UPN) decidió a finales del año pasado interponer una denuncia por presuntas irregularidades en la concesión de las obras de los túneles de Belate, la mayor obra pública en Navarra de los últimos diez años. Siete meses más tarde, se ha sabido que en esa concesión estuvo presuntamente implicado Santos Cerdán y se investiga si llegará a afectar al Gobierno de Navarra.

La presidenta de UPN, Cristina Ibarrola, explica en El Debate qué se puede esperar de esta investigación que se inició como la concesión a unas simples obras y se encuentra ya en fase de afectación al PSOE nacional.

— UPN fue quien puso la primera denuncia en torno a los túneles de Belate, que ahora a la hora se ha visto lo que era

— Ha sido una buena noticia haber decidido en ese momento interponer esta denuncia ante la Guardia Civil para su investigación. Estamos empezando a ver cómo se esclarecen hechos que creo que son de una dimensión que ni siquiera habíamos imaginado, pero que para nosotros estaba claro. Llevábamos desde enero del 2024, pidiendo información. Es una adjudicación repleta de irregularidades que no se justifican si no había alguna razón oculta. La mayor adjudicación de obra pública de Navarra en los últimos diez años y ponen a dedo al presidente del Tribunal de esa mesa de contratación, a una persona de 73 años que tienen que llevar por dos veces a la Ley de Presupuestos Generales de Navarra para que siguiera trabajando en la Administración Pública como funcionario, algo que no había ocurrido jamás. Todas las valoraciones técnicas se mandaron a esta persona de 73 años que hizo su valoración conociendo el resto de valoraciones y que cambió la adjudicación a la UTE en la que estaba Servinabar, de la que ahora hemos sabido que el 45 % era de Santos Cerdán. E incomprensiblemente el final ha sido que María Chivite adjudica la mayor obra pública de Navarra, con muchas advertencias de que no se podía adjudicar en esas condiciones, y la adjudica con plena tranquilidad. Nosotros hemos intentado por activa y por pasiva recabar información pero se ha bloqueado. El propio secretario de la Mesa de Contratación que quiso dar explicaciones públicas en el Parlamento y se le negó. Han callado la voz de los funcionarios para que dieran explicaciones...

— ¿Tuvo algo que ver en todo este proceso el cambio de Consejero de Cohesión Territorial que terminó siendo el tío de la presidenta Chivite?

— Esta adjudicación se quiso hacer a toda prisa, a pesar de todas las advertencias. Se intentó a toda costa que se terminara de adjudicar antes del final de la pasada legislatura por si acaso María Chivite no seguía siendo presidenta. Pero, al no finalizar, que María Chivite nombrara a un familiar directo, consejero de Departamento, para finalmente adjudicar esa obra, desde luego, no es nada tranquilizador y no genera ninguna confianza.

— ¿Tiene miedo de que haya más implicados?

— Yo creo que de momento solamente hemos descubierto la punta del iceberg. La investigación tiene que seguir su curso. Habrá que analizar esta trama que parece que estaba operando desde hace diez años, todas las personas implicadas a lo largo de todo este tiempo, todos los posibles contratos en los que haya podido haber mordidas si las ha habido... Esto no lo hace una persona sola. Necesitas un modo de funcionar, de colocar gente que te interese en puestos clave para poder seguir adelante con esto. Veremos dónde termina.

Es un escándalo que María Chivite adjudique a Santos Cerdán este contrato en que puede haber mordidas por detrás

— El jueves el cuatripartito de Navarra pactó una comisión de investigación, cuando el lunes había rechazado la suya

— Lo que está claro es que las irregularidades más llamativas o más recientes en Navarra tienen que ver con la adjudicación del túnel de Belate de 76 millones de euros. Y hemos visto esta semana que casi la mitad de una de las empresas a las que se ha adjudicado era de Santos Cerdán. Esto es un escándalo sin precedentes. Es un escándalo que María Chivite adjudique a Santos Cerdán este contrato en que puede haber mordidas por detrás. Nosotros siempre hemos votado a favor de las comisiones de investigación. No nos da ningún miedo que se investiguen todas las contrataciones y todas las publicaciones desde tiempos inmemorables. Lo que espero es que no sea una excusa para empezar a analizar e investigar desde hace 16 años y que termine la legislatura sin haber llegado a investigar la actual.

— ¿Se imaginaba algo así de Santos Cerdán?

— Lo conozco muy poco fuera de un hola y adiós. No recuerdo haber hablado con él nunca ni una sola frase. Yo entré en política en 2019. Tanto de Santos Cerdán como de Pedro Sánchez y su modo de hacer, creíamos que solamente era una corrupción moral y ética del todo vale por el poder y el mercadeo y la mentira como forma de hacer política, que ya me parece bastante despreciable a cambio de cualquier concesión por quien te sujeta en el poder. Pero si detrás además había intereses de lucrarse con contratos de obra pública, ya estamos hablando de unas dimensiones que yo, desde luego, no era capaz de imaginar.

— A raíz de que se haya sabido todo esto, ¿ve de forma diferente cuando les quitaron la alcaldía de Pamplona sabiendo que la negociación con Bildu la llevó Cerdán?

— Yo pensaba que solo se produjo para mantener en el poder a Pedro Sánchez y a María Chivite sin ganar elecciones. Pero parece que todavía había más, que eran piezas necesarias para seguir en una presunta trama de corrupción que llevaba más de una década. Yo creo que estas palabras lo dicen todo. Y la cara de María Chivite y el lenguaje no verbal de todos estos días creo que lo dicen todo. Parece una presidenta absolutamente abatida, sola, sin ningún tipo de credibilidad y de confianza de los ciudadanos para continuar. No sé muy bien a que se agarra ni sabemos dónde va a terminar, pero la sombra de corrupción de la mano de Santos Cerdán, la forma de hacer política de Santos Cerdán, me temo que no ha hecho más que empezar.

— ¿Qué le parece el cese del número 2 del PSOE navarro, Ramón Alzórriz?

— Este Gobierno está bajo sospecha de que hay mucho más. María Chivite no movía una ficha ni hacía nada en la política navarra sin el visto bueno de Santos Cerdán y Ramón Alzórriz, que son quienes le han dado amparo para llegar ahí y a la que estaban marcando y controlando absolutamente todo. Yo creo que nadie se cree que María Chivite no sabía dónde trabajaba la pareja de Ramón Alzórriz porque es evidente que además de un estrecho colaborador y mano derecha, eran amigos, ella misma lo dice, y pasan muchas horas juntos. Yo creo que nadie se lo cree. Y tampoco parece que la razón última sea exclusivamente esa pérdida de confianza. Veremos si salen o no salen más cosas. Pero en todo caso, si María Chivite ha perdido la confianza en Ramón Alzórriz, los navarros también hemos perdido la confianza y lo mismo que dejas los cargos de confianza del Partido Socialista, creo que debería tener dignidad y dejar también el acta de parlamentario. Lo mismo que María Chivite, que ante todo este escándalo no tiene credibilidad ni confianza de los navarros para seguir ni un minuto más al frente de este gobierno, de este ya desgobierno.

— ¿Creé también que hay responsabilidades a nivel nacional?

— No lo sé. De Ábalos y de Koldo García ya sabíamos bastantes cosas. Pero al aparecer también Santos en esta ecuación, habrá que seguir las investigaciones. Yo no voy a adelantarme a la investigación que está haciendo la Guardia Civil y el trabajo que tienen que hacer los jueces. Pero además de las responsabilidades penales, si las hay, hay unas responsabilidades políticas de las que también hay que dar cuenta. Y Pedro Sánchez es el que ha nombrado a dos secretarios de organización del Partido Socialista que están a punto de sentarse en el banquillo. Y María Chivite es hoy presidenta del Gobierno de Navarra gracias a la labor de negociación de Santos Cerdán y se sustentaba con su mano derecha que, de momento, ha dimitido de los cargos del Partido Socialista de Navarra y parece haber perdido la confianza. Me temo que falta mucho por aclarar en toda esta historia.