Rebeca Torró, la leal sanchista que defendió a Begoña Gómez tras la carta a la ciudadanía

El presidente del Gobierno y líder del PSOE, Pedro Sánchez, ha designado a Rebeca Torró, una valenciana de 44 años que ocupa el cargo de secretaria de Estado de Industria, como nueva secretaria de Organización del partido. Torró tomará el relevo de Santos Cerdán como la tercera figura en importancia dentro del PSOE, tras verse este implicado en una supuesta trama de comisiones ilegales vinculadas a adjudicaciones de obra pública.

La elección parece estar impulsada, en buena medida, por su perfil feminista, que el Gobierno podría estar utilizando como cortina de humo para desviar la atención del escándalo de los audios en los que Ábalos y Koldo hablaban sobre prostitutas.

En un momento en el que la credibilidad del Ejecutivo se ve cuestionada por la proliferación de casos turbios, la designación parece responder más a una estrategia de imagen que a una auténtica convicción política. Presentar una figura con discurso de género marcado permite al Gobierno rearmarse moralmente ante la opinión pública, mientras evita dar explicaciones incómodas sobre el trasfondo de unas grabaciones que han reavivado las sospechas de corrupción y degradación institucional.

Ese perfil feminista se vio también reflejado en su apoyo a Diana Morant y Pilar Bernabé, cuando el diputado del PP José Ramón González de Zárate desató la polémica al referirse a la ministra Morant como «caniche de Gandía» y a la delegada del Gobierno en la Comunidad Valenciana como «ratonera de Valencia». Estos comentarios, ampliamente considerados como machistas y despectivos, generaron una fuerte reacción por parte del PSOE y otros partidos, que exigieron una amonestación para el diputado.

Torró se definió a ella misma como «perra ratonera», respaldando las palabras de Pilar Bernabé: «La raza más autóctona valenciana que se llama así por su capacidad de cazar y eliminar a las ratas que amenazaban la riqueza y esplendor del pueblo valenciano».

Levantina Ingeniería y Construcción (LIC), que tras declararse en concurso de acreedores fue asumida por Cyes, es una de las firmas bajo lupa de la investigación de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil. En concreto, de acuerdo con la información disponible en la Plataforma de Contratación de la Generalitat, la compañía logró contratos bajo el mandato del socialista Ximo Puig por importe de 8,8 millones de euros.

De esta cantidad, de la Consejería de Obras Públicas, bajo el mandato de Torró, actual secretaria de Estado de Industria, LIC, dirigida por el empresario José Ruz en aquella época percibió algo más de 1,6 millones para la ejecución de sendas obras en las localidades de San Antonio de Benagéber, en Valencia, y Santa Pola.

Los contratos con la Generalitat comenzaron en 2017, cuando el también valenciano José Luis Ábalos fue nombrado como secretario de Organización socialista. Alguno de ellos llegó a la etapa actual de Carlos Mazón, «heredado» por los trámites burocráticos del mandado anterior.

Al margen de las dos adjudicaciones ya referidas, Torró «heredó», conforme se denomina en la jerga burocrática, la ejecución de un paso inferior la Línea 9 del Tram de Alicante, por un importe de 5,2 millones de euros. La actual Generalitat Valenciana indica que este contrato lo adjudicó el entonces conseller y hoy secretario de Estado de Política Territorial, Arcadi España, pero se «formalizó» siendo ya Torró titular de Obras Públicas del Ejecutivo autonómico.

Durante su etapa al frente de la Consejería de Política Territorial, Obras Públicas y Movilidad de la Comunitat Valenciana (entre el periodo comprendido entre el 14 de mayo de 2022 y el 14 de julio de 2023).

Las citadas adjudicaciones se xieron a Levantina de Ingeniería y Construcción SL, una de las empresas investigadas en la presunta trama corrupta de Santos Cerdán, Koldo García y José Luis Ábalos , propiedad de José Ruz, que precisamente declara este viernes en el Tribunal Supremo. También durante su etapa se dieron contratos a la empresa Contratas Vilor SL, salpicada también por la trama de los dirigentes socialistas, y que aparece en el informe de la UCO como una de las adjudicatarias en UTE con Levantina de Ingeniería y Construcción SL del contrato referido a la construcción de la estación de AVE en Elche, cuya puesta en servicio data de febrero de 2021.

El PP la señala por las adjudicaciones

En este contexto, el PP ha arremetido contra Torró porque «formalizaba contratos con empresas beneficiarias de la trama cuando era responsable de la Conselleria de Política Territorial y Obras Públicas de la Comunidad Valenciana». «Es inquietante que Sánchez solo elija para dirigir la vida orgánica del partido a personas con poder en adjudicaciones de obras públicas y bajo sospecha por su desempeño en esas labores», han agregado fuentes 'populares'.

Sin embargo, el PSOE ha restado importancia a la adjudicación de varios contratos a la empresa Levantina Ingeniería y Construcción S.L., por parte de la nueva secretaria de Organización. Fuentes socialistas han indicado a EFE que enmarcan estas licitaciones dentro de la «normalidad» de la actividad entre administraciones y empresas.

De mujer de confianza de Puig a consejera de Morant

Torró tuvo para Puig un papel clave en la interlocución con una empresario chino para lograr suministro de mascarillas en los peores días de la pandemia. Sus gestiones para atraer la gigafactoría de Volkswagen a Sagunto, le valieron un ascenso como consellera. Tras la derrota electoral de las autonómicas de 2023 y las generales de dos meses más tarde dio el salto al Gobierno, donde ha combinado sus tareas ejecutivas con las orgánicas, en las que ejerce una suerte de asesoramiento de Diana Morant, ministra de Ciencia y, a la sazón, secretaria general del PSOE y adversaria política del popular Carlos Mazón en su pugna por la Presidencia de la Generalitat.

Precisamente, el Partido Popular anunció una auditoría externa de la gestión de los ocho años de Gobierno de izquierdas en la Generalitat Valenciana y solicitó todos los contratos suscritos con las empresas investigadas.

Defensora de Sánchez y Begoña

Cuando Begoña Gómez, mujer del presidente del Gobierno, comenzó a estar en el foco de la polémica, Rebeca Torró ejerció de escudera fiel del sanchismo, elevando el tono contra la oposición y envolviéndose en la bandera de la «democracia amenazada». Con un lenguaje dramático, acusó al PP y a la «ultraderecha» de traspasar líneas rojas, como si el simple hecho de fiscalizar al entorno de Pedro Sánchez fuera un ataque intolerable. Lo que no mencionó Torró es que el caso que afecta a Begoña Gómez no nació de un meme de WhatsApp, sino de una investigación judicial con indicios de tráfico de influencias.

Su mensaje, más próximo al activismo de redes que al rigor institucional, buscaba cerrar filas en torno a un presidente acorralado que prefería parapetarse tras cartas sentimentales y escudarse en el papel de esposo ultrajado antes que dar explicaciones claras. Torró, lejos de pedir transparencia o responsabilidad, se limitó a repetir el mantra del «ataque personal» mientras evitaba mencionar lo esencial: la corrupción que acorrala al partido al frente del Ejecutivo.