Vox gana terreno al PP en el bloque de la derecha con cifras récord frente a una izquierda casi plana

Vox continúa su ascenso imparable a costa de un PP en retroceso, el PSOE recupera algo de aliento y Sumar araña unas décimas, pero la izquierda sigue casi plana. Alberto Núñez Feijóo gana con claridad, pero muy lejos de sumar más que todo el bloque de Pedro Sánchez junto, lo que no le dejaría más opción que buscar el voto afirmativo de Santiago Abascal a su hipotética investidura, y no una simple abstención. Estos son, grosso modo, los titulares que deja la encuesta de Target Point para El Debate correspondiente al mes de septiembre.

El verano ha acentuado la tendencia que ya venía mostrando el centro derecha: el partido de Abascal está disparado; el de Feijóo, por el contrario, pierde terreno, lastrado por la gestión de los incendios, que castigaron con especial saña a tres comunidades gobernadas por el PP: Castilla y León, Galicia y Extremadura.

Vox se sitúa en máximos después de crecer unos 385.000 votantes desde julio y 1,5 puntos, hasta encaramarse al 17,2 % de intención de voto, con entre 57 y 59 escaños y más de 4,3 millones de votos, para una participación similar a la de los comicios de 2023 -el 66 % del censo-. La formación supera en más de dos puntos su récord de las elecciones de noviembre de 2019, cuando sacó el 15,09 % de los votos. El sondeo fue realizado entre los días 10 y 11 de septiembre, por lo que incluye la apertura de juicio oral contra el fiscal general del Estado, la cuarta declaración de Begoña Gómez ante el juez Juan Carlos Peinado y la derrota de la reducción de la jornada laboral en el Congreso.

A diferencia de Vox, el PP pierde 1,5 puntos respecto a las elecciones generales de julio de 2023 y 757.000 votos en los dos últimos meses. Los populares empiezan el curso situados en el 31,6 %, rozando los ocho millones de papeletas, con una horquilla de entre 136 y 137 escaños y una transferencia de voto al partido a su derecha muy alta: el 16,6 % de los encuestados que declaran haberse decantado por Feijóo hace dos años ahora lo harían por Abascal. La otra cara del trasvase de voto del PP a Vox es que los populares tienen una fidelidad de voto muy baja, del 63,7 %, aunque no tan baja como la del PSOE, ubicada en el 58,6 %.

Hay transferencia de voto dentro del bloque de centro derecha, pero no la hay casi procedente del bloque de izquierdas. Apenas el 3,7 % de los que aseguran que votaron a Sánchez en 2023 está vez elegirían la papeleta de Feijóo. Así pues, lo particular de esta encuesta no es que cambie el desnivel entre bloques, que ya venía siendo muy favorable al centro derecha, sino que se altera la configuración interna del bloque del PP y Vox: la formación de Abascal ya aporta a ese bloque el 30 % de los escaños, casi uno de cada tres.

Los populares también tienen un porcentaje alto de indecisos (14,3 %), que es un mal que los socialistas y Sumar llevan padeciendo toda la legislatura (21,9 % y 26,2 %, respectivamente). Tradicionalmente, a la hora de la verdad los indecisos del PSOE suelen acabar votando a su partido. Mientras llegan esas elecciones, Sánchez ha recuperado en verano más de 250.000 votantes y unos cuatro escaños. Actualmente está en un porcentaje de voto del 27 %, 4,7 puntos menos que en los últimos comicios, con entre 110 y 112 diputados y unos 6,8 millones de votos. El CIS de José Félix Tezanos le daba esta semana un desproporcionado 32,7 % de los votos, un punto más que en 2023 y nueve puntos más que el PP.

Como en encuestas anteriores, la mayoría Frankenstein se queda muy lejos de los 176 escaños, por lo que Sánchez no podría ser investido de ninguna de las maneras. Es el resultado de una suma de factores entre los que destaca la división de la extrema izquierda en dos. La derrota que sufrió Yolanda Díaz el miércoles en la Cámara Baja no parece pasar factura a Sumar, al menos no de forma inmediata. La formación sube cuatro décimas en los dos últimos meses y se queda en el 7,4 %, con no más de 11-12 escaños y 1,8 millones de votos. Y Podemos marca el 4,1 %, rondando el millón de votantes y entre cuatro y cinco diputados.

Apenas hay variaciones entre independentistas y nacionalistas. Hay un escaño que baila entre ERC y Junts y otro que está en disputa entre Bildu y el PNV. El BNG pasaría de uno a dos, en consonancia con su buen resultado en las últimas elecciones gallegas.

Por lo que se refiere a la valoración de los líderes y a las notas de los electores, Feijóo baja en aprobados y en valoración, y obtiene una puntuación media de 3,04. Sánchez sigue bajo, pero recupera la segunda posición, con una nota de 3,11, por detrás de Díaz, que tiene un 3,46. La valoración de Abascal es de 2,88 y la de Ione Belarra, de 2,49.