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Míriam Nogueras y el resto de los diputados de Junts, este jueves en el Congreso

Míriam Nogueras y el resto de los diputados de Junts, este jueves en el CongresoEFE

La legislatura, otra vez en el aire

La aparente calma del Gobierno ante el bloqueo total de Junts solo puede significar dos cosas

O Sánchez piensa que logrará devolver a Puigdemont al redil, o que al menos no se atreverá a apoyar una moción de censura; o ya tiene decidido que lo utilizará como argumento para un adelanto electoral

Los siete diputados de Junts comparecieron este jueves en el Congreso para oficializar el bloqueo de la legislatura, mediante el anuncio de que presentarán enmiendas a la totalidad a todas las leyes que tiene el Gobierno en tramitación y, también, a las que el Consejo de Ministros apruebe a partir de ahora. Incluidos el techo de gasto y los Presupuestos más anunciados de la historia, que siguen sin terminar de llegar.

«El Gobierno ha perdido toda su capacidad legislativa», afirmó la portavoz, Míriam Nogueras, una semana después de que la militancia de Junts avalara en una votación interna la decisión del partido de romper con el PSOE. En respuesta a los incumplimientos de los acuerdos alcanzados con Pedro Sánchez, según los de Carles Puigdemont.

El paso de Junts es reversible, o al menos así lo sigue creyendo el Ejecutivo. La primera reacción de la Moncloa al anuncio fue casi un calco a la que tuvo cuando el partido anunció que se bajaba del barco de Sánchez, hace dos semanas. «Mano tendida, siempre. El Gobierno mantiene su disposición abierta al diálogo y el entendimiento con todos los grupos parlamentarios», según fuentes gubernamentales. «El Gobierno cumple con sus compromisos. Siempre lo hemos hecho (…). Aquellos compromisos que no dependen en exclusiva del Gobierno trabajamos sin demora por que se cumplan», añadieron.

Por su parte, el PSOE mandó un comunicado en casi idénticos términos, aludiendo a esa «mano tendida» y a que el Gobierno y el PSOE «cumplen lo pactado». Y reiterando que siguen adelante: «El Gobierno de Pedro Sánchez mantiene su hoja de ruta basada en la responsabilidad, el cumplimiento y el diálogo».

Dos explicaciones

La aparente calma que mantiene el Ejecutivo ante esta ruptura por fascículos de Junts es enigmática, y solo tiene dos posibles explicaciones. O bien porque Sánchez piensa que Puigdemont va de farol una vez más y que logrará devolverlo al redil, o que al menos no se atreverá a apoyar una moción de censura junto al PP y Vox. O bien porque el presidente ya tiene decidido que utilizará el bloqueo de Junts como argumento de campaña para adelantar las elecciones.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, recibe a la portavoz de Junts en el Congreso, Miriam Nogueras, en el Palacio de la Moncloa

Pedro Sánchez y Míriam Nogueras en una imagen de archivo en la MoncloaEFE

Lo cierto es que, si los socialistas no logran encauzar la situación, por mucho que quieran no podrán mantener esta parálisis legislativa demasiado tiempo. Parálisis que ni siquiera pueden sortear a base de reales decretos leyes del Consejo de Ministros: estos requieren su convalidación posterior en la Cámara Baja, con el voto favorable o como mínimo la abstención de Junts (excepcionalmente, Junts ha aclarado que sí apoyará la convalidación pendiente del decreto ley de ayudas a los enfermos de ELA). Así que a la legislatura solo le quedaría un destino: su final precipitado. Y dos caminos: la presentación de una moción de censura por parte de la oposición o la disolución de las Cortes por parte del presidente.

Para el primero, Alberto Núñez Feijóo ya ha explicado en infinidad de ocasiones que no presentará una moción de censura a no ser que tenga garantizado su éxito. Es decir, a no ser que haya un acuerdo previo con Vox y Junts. Este miércoles, sin ir más lejos, el líder del PP volvió a dirigirse a los socios de investidura de Sánchez desde Santander para recordarles que la pelota está en su tejado y añadir: «Me niego a que nuestra nación gire en torno a la crónica judicial socialista. Lo de quedarse esperando de brazos cruzados no va conmigo. España necesita un cambio en el que la política trabaje para ella». Este jueves, tras el anuncio de Junts, Feijóo escribió en X: «¿Cómo era eso del Gobierno más estable de Europa?».

Para el segundo, el del adelanto electoral, hay quienes han visto o querido ver señales emitidas por el presidente desde que empezó el curso político. La primera y más nítida es la decisión de Sánchez de llevar los Presupuestos de 2026 al Congreso aun sabiendo que están abocados a una derrota segura; que, en teoría, debería tener consecuencias políticas.

Como contó El Debate, entre los socios de investidura hay división de opiniones: Podemos, Junts y el PNV creen que el presidente sí está pensando en dinamitar la legislatura antes de tiempo, ante el avance de los casos de corrupción que le afectan y aprovechando el subidón de Vox en las encuestas. Por el contrario, ERC y Bildu son de la opinión de que Sánchez sigue pretendiendo agotar la legislatura.

Junts no se lo puede dejar más claro a los socialistas: estos tienen que mover ficha, y rápido.

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