Fundado en 1910
La líder de Podemos, Ione Belarra, en el Congreso de los Diputados

La líder de Podemos, Ione Belarra, en el Congreso de los DiputadosEuropa Press

La izquierda busca escándalos de acoso sexual por todas partes para tapar su largo historial

Están intentando desprestigiar a personas emblemáticas para diluir su responsabilidad y atacar de paso la democracia y la Transición

La izquierda está buscando casos de acoso sexual no solo entre sus rivales políticos sino también en personas emblemáticas, aunque estén muertas y no se puedan defender, para tratar de tapar el largo historial de escándalos que se le han acumulado en los últimos tiempos. Incapaces de atajar un problema real que les está pasando factura política, la izquierda ha recurrido a su estrategia habitual de arrojar dudas sobre los demás, al famoso «calumnia, que algo queda», para diluir responsabilidades.

Una de las últimas ocurrencias consiste en intentar implicar sin prueba alguna a Adolfo Suárez, artífice de la Transición y primer presidente de la democracia, en un supuesto caso de abuso y agresión sexual que, según ellos, ocurrió hace 40 años.

Sospechosamente, este caso no se denunció hasta el pasado 9 de diciembre, once años y diez meses después de que el propio Suárez muriera y una vez prescritos los supuestos delitos, pero coincidiendo con el estallido del caso Salazar y el aluvión posterior de denuncias de acoso a políticos de izquierda.

Un relato para el partido menguante

La noticia fue rápidamente aireada por los medios de izquierda y por la líder de Podemos, Ione Belarra, quien cree haber encontrado nueva munición contra la Transición para tratar de reanimar su partido menguante. Belarra ha llegado a pedir al Gobierno y al Congreso de los Diputados que se retiren todos los reconocimientos institucionales al primer presidente de la democracia.

La mujer que presentó la denuncia ante la Policía Nacional relató que, cuando ella tenía 17 años, entre 1983 y 1985, fue víctima de «abusos y agresiones sexuales continuadas con abuso de superioridad e intimidación» por parte de Suárez, que ya había dejado la Presidencia del Gobierno. La denuncia fue remitida a los juzgados de Plaza de Castilla de Madrid, donde está pendiente de reparto a un juzgado concreto.

Según la denunciante, conoció a Suárez el 23 de noviembre de 1982 y mantuvo diversos encuentros con él en el despacho del político, citada por los secretarios Amores y Gádor. Añade que el 4 de marzo de 1983 Suárez se abalanzó sobre ella en un sofá y la sometió a violencia sexual, y hubo otros episodios, uno de ellos en la casa del político.

También argumenta que siguió acudiendo a esos encuentros porque «no me atrevía a decir nada en casa, ellos estaban ilusionadísimos con mi amistad con ese señor», pero que ahora lo ha denunciado porque se «revictimiza» cada vez que algún medio de comunicación ensalza la figura de Suárez.

comentarios
tracking

Compartir

Herramientas