El PSOE ha encontrado el hilo del que tirar para que no se asocie exclusivamente a su nombre la corrupción en Andalucía. Los socialistas andaluces tratan de desviar el foco de atención del inminente ingreso en prisión del expresidente de la Junta José Antonio Griñán con la trama de narcotráfico y lavado de dinero negro que salpica a la alcaldesa de Marbella (Málaga), la 'popular' Ángeles Muñoz.
La decisión de la Audiencia Provincial de Sevilla –encargada de ejecutar la sentencia de los ERE– de no suspender las penas privativas de libertad mientras el Gobierno de Pedro Sánchez tramita los indultos de ocho de los nueve condenados a cárcel por el mayor caso de corrupción de la democracia española, entre los que se encuentra Griñán, dejará una imagen para la historia: un presidente (autonómico) entrando en prisión.
Ello produce ya un «inmenso dolor» en el PSOE andaluz, que denuncia una «cacería política» del PP contra personas «honestas y honradas» a pesar de haber malversado 680 millones de euros. Así, los socialistas se han revuelto contra los populares y señalan a la alcaldesa de Marbella por la trama que implica a su marido, el empresario sueco Lars Broberg, y a uno de sus hijastros y supuesto cabecilla de la mafia, Joakim Broberg, en presuntos delitos de pertenencia a organización criminal y blanqueo de capitales.
Veto en la Mesa
La cordialidad que reinaba en la Mesa del Parlamento de Andalucía entre populares y socialistas se resquebrajó la semana pasada, aunque en la anterior también hubo reproches. Con vistas al último pleno, la Mesa, con mayoría absoluta del PP, rechazó calificar favorablemente una pregunta sobre Marbella alegando que ésta era de competencia municipal, no autonómica.
El PSOE reportó el pasado miércoles por la mañana el «veto» del órgano rector de la Cámara a ocho preguntas distintas sobre el mismo tema para el pleno de esta semana, dos de las cuales fueron posteriormente admitidas por «presión mediática», según los socialistas. Su portavoz parlamentaria, Ángeles Férriz, llegó a insinuar que el presidente del Parlamento, el 'popular' Jesús Aguirre, había intercedido por Ángeles Muñoz, que es su prima.
Entonces, el PP andaluz, que hasta ahora no había querido hacer sangre con la corrupción del PSOE, sacó las garras y, hablando de nombres propios, puso encima de la mesa el caso Faffe y el nombre de Carmen Ibanco, esposa del secretario general del PSOE-A, Juan Espadas.
«Si hay que pedir responsabilidades a alguien por lo que hace su cónyuge, a lo mejor el señor Espadas debería dar explicaciones por el hecho de que su cónyuge esté imputada en uno de los mayores casos de corrupción en Andalucía por estar enchufada por la cara en una fundación de la Junta y luego pasar al Servicio Andaluz de Empleo», afirmó contundentemente el portavoz popular, Toni Martín, en respuesta a su homóloga socialista, Ángeles Férriz, que había instado al presidente de la Junta de Andalucía y del PP-A, Juanma Moreno, a apartar de su cargo a la alcaldesa de Marbella.
La corrupción recupera protagonismo en el antiguo Hospital de las Cinco Llagas. Pese al inminente ingreso en prisión de Griñán, los ERE continúan en la sombra parlamentaria, de la que sale, en cambio, el caso Faffe, acompañado de una oscura trama que salpica a la alcaldesa de Marbella, que hoy por hoy no está siendo investigada, y de la que se hablará esta semana en el pleno del Parlamento de Andalucía.