Vista del Peñón de Gibraltar fotografiada desde la ciudad española de La Línea

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Brexit

Gibraltar mira a Irlanda del Norte para ultimar su tratado con la Unión Europea

Las tensiones británicas sobre el Protocolo de Irlanda del Norte repercuten en las negociaciones del tratado de Gibraltar

La negociación, más bien renegociación, que mantienen el Reino Unido y la Unión Europea (UE) sobre el Protocolo de Irlanda del Norte mantiene, a su vez, en vilo a Gibraltar. En el Peñón esperan que las partes lleguen pronto a un acuerdo que regule la relación de la colonia británica con los Veintisiete tras el Brexit; pero las tensiones internas en el Reino Unido respecto al asunto norirlandés tienen su efecto colateral en la negociación del tratado de Gibraltar.
El Protocolo de Irlanda del Norte establece que este país del Reino Unido sigue vinculado al mercado único comunitario para bienes. No obstante, las mercancías que entren en el territorio británico han de pasar unos controles aduaneros; requisito para evitar una frontera física con la República de Irlanda (UE), en otras palabras, un Brexit duro. La carga burocrática que ello conlleva y la oposición de los grupos unionistas, que ven en el Protocolo una palanca para separar Irlanda del Norte del Reino Unido, hicieron que el Gobierno británico pidiera su renegociación.
La redefinición del Protocolo de Irlanda del Norte aún no se ha resuelto. En los últimos días, cuando parecía que habría acuerdo «inminente», el asunto ha provocado división de opiniones en el propio Gobierno británico. Como en el caso de Gibraltar, la cuestión de la soberanía marca el ritmo de las conversaciones, ya que la propuesta última que ha llevado a la mesa (re)negociadora del Protocolo el primer ministro del Reino Unido, Rishi Sunak, ha sido rechazada por varios miembros de su Gobierno por «socavar» la soberanía británica de Irlanda del Norte.
Se da la circunstancia de que los equipos negociadores del Protocolo de Irlanda del Norte y del tratado de Gibraltar son los mismos por ambas partes, tanto por la británica como por la comunitaria; de forma que cualquier tensión o desconfianza que se genere respecto a alguna de las negociaciones repercute en la otra. Este nuevo giro argumental en el lado british de la mesa no es menos, no en vano en el Peñón están muy pendientes de lo que sucede en las islas.

«Temas espinosos»

El embajador del Reino Unido en España, Hugh Elliott, ha manifestado recientemente que se han hecho «muchos progresos» en la negociación del tratado de Gibraltar, aunque todavía «quedan temas espinosos» para alcanzar un acuerdo que regule la relación del Peñón con la Unión Europea tras el Brexit. Apuntaba que la solución, «como todo», llegará «con pasos pequeños».
Del mismo modo, el diplomático británico defendía que las negociaciones entre el Reino Unido y la Unión Europea sobre Gibraltar «han avanzado muchísimo» desde que se iniciaran las rondas de contactos en octubre de 2021 por mandato de la Comisión Europea. El objetivo es trasladar los controles fronterizos desde la Verja hasta el puerto y el aeropuerto del Peñón, donde el ministro principal de Gibraltar, Fabián Picardo, no consiente que haya presencia de autoridades españolas.
«Estamos trabajando, hemos hecho muchos progresos, quedan temas espinosos; pero soy siempre muy optimista y muy determinado en conseguir una solución que sea buena para todos», concluía Elliott, una vez que ya se han celebrado 12 rondas de negociaciones entre el Reino Unido y la Unión Europea sobre Gibraltar sin cerrar un acuerdo definitivo.
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