Una vista del peñón de Gibraltar desde la vecina ciudad española de La Línea, España

Vista del peñón de Gibraltar desde la ciudad vecina de La Línea de la ConcepciónGTRES

Brexit

El nuevo acuerdo de Irlanda del Norte acerca el tratado de Gibraltar con la Unión Europea

El Marco de Windsor «fortalece» las relaciones entre Londres y Bruselas para las negociaciones sobre el Peñón

Se ha despejado el horizonte de Gibraltar y de las negociaciones del tratado que ha de definir su relación pos-Brexit con España y el resto de los Veintisiete. El reciente Marco de Windsor acerca el acuerdo entre el Reino Unido y la Unión Europea sobre el Peñón, puesto que el Protocolo de Irlanda del Norte entrañaba el principal escollo de las interacciones entre Londres y Bruselas.
El Gobierno de Gibraltar y el ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel Albares, han celebrado el nuevo pacto británico-comunitario respecto a Irlanda del Norte. Ambas partes entienden que este acercamiento entre el Reino Unido y la Unión Europea supone un avance para cerrar un tratado para el Peñón.
«El Gobierno de Gibraltar acoge con satisfacción el fortalecimiento de las relaciones entre el Reino Unido y la Unión Europea que representa este acuerdo. Las cuestiones relativas a Irlanda del Norte y Gibraltar son, por supuesto, diferentes. No obstante, seguimos trabajando con optimismo para lograr un resultado mutuamente beneficioso para todas las partes, que respete las posiciones de todas las partes y beneficie a la población de la región», han declarado las autoridades gibraltareñas en un comunicado.
Por su parte, Albares se ha felicitado de que Londres y Bruselas «por fin» hayan encontrado un «encaje» al Protocolo de Irlanda del Norte; un «buen encaje», en su opinión, ya que, por un lado, «se salvaguardan todos los intereses vitales» de la Unión Europea y, por otro, permite que el Reino Unido «esté lo más cerca posible» del bloque comunitario, «que es donde nosotros le queremos», ha dicho.
En cuanto a las negociaciones del tratado de Gibraltar, el jefe de la diplomacia española ha subrayado que el Gobierno de la Nación ha puesto encima de la mesa un «acuerdo razonable y global» y que ahora tiene que ser Londres quien decida. «Cada día de retraso es un día más de retraso en esa zona de prosperidad compartida», ha advertido.
Además, Albares ha indicado que el viernes pasado se reunió con su homólogo británico, James Cleverly, en Nueva York y pudo constatar una vez más el «espíritu constructivo» del Reino Unido. «Creo que estamos muy cerca», ha asegurado, añadiendo que «por España no va a quedar», si bien ha puntualizado que él no puede «obligar al Reino Unido a decir que sí».

Incertidumbre y optimismo

La discreción y el secretismo que rodean estas negociaciones no hacen más que acrecentar la incertidumbre en la que viven, sobre todo, los 32.000 gibraltareños que poblan el Peñón, los más de 270.000 vecinos del Campo de Gibraltar, los 15.000 trabajadores transfronterizos que cruzan cada día la Verja y la multitud de empresas que interactúan a ambos lados de la aduana.
No obstante, y pese a que aún no se han solventado las «comas» del acuerdo que, según dijo ya en noviembre el secretario de Estado para la Unión Europea, Pascual Ignacio Navarro Ríos, faltaban para la firma, en el Peñón se respira optimismo. «Miles de reuniones, llamadas y sesiones informativas después, podemos estar a punto de lograr un tratado que nos dé la oportunidad de dejar atrás el Brexit», ha afirmado el ministro principal de Gibraltar, Fabián Picardo, en sus últimas declaraciones públicas al respecto.
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