Terraza de un bar en la plaza de la Catedral de Cádiz

Terraza de un bar en la plaza de la Catedral de CádizEuropa Press

Andalucía

Contratar camareros de Marruecos, una solución para la hostelería de Cádiz rechazada a izquierda y derecha

La patronal de los hosteleros gaditanos negocia un contingente de extranjería con el Gobierno para suplir la falta de camareros españoles

Cádiz necesita camareros. Urge mano de obra en la hostelería gaditana, y ahora más que nunca, a las puertas de la Semana Santa, la antesala de la temporada alta para el turismo, y ante unas perspectivas de negocio muy halagüeñas. Y lo cierto es que en España no la hay.
Para suplir esta falta de camareros españoles, la patronal de la hostelería en la provincia de Cádiz, Horeca, ha propuesto a la Subdelegación del Gobierno y a la Dirección General de Migraciones contratar camareros procedentes de las escuelas de hostelería de Marruecos; es decir, un contingente de extranjería. Así lo desveló su presidente, Antonio de María, este martes en el VII Foro Provincial de Turismo, celebrado en Chiclana.
De María indicó que la idea, concebida como un contingente de extranjería, debe contar con «el visto bueno» del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, dirigido por José Luis Escrivá. En Marruecos, por lo pronto, «están encantados con la propuesta», según el presidente de Horeca.
Esta idea fomentaría, además, que los marroquíes «vayan a las escuelas de hostelería de su país» para poder entrar en España «sin recurrir a las mafias ni las pateras» y «con un contrato en condiciones y cumpliendo el convenio». De María defendió que esta mano de obra «cualificada» dispondría de alojamiento, alimentación y su pago «conforme a la normativa vigente».
El presidente de Horeca se quejó de las dificultades que tienen los empresarios para contratar a profesionales de la hostelería en la provincia gaditana a pesar del paro que hay en ella. «Todos dicen que aquí hay muchos parados, pero uno va a buscar trabajadores y no aparecen», afirmó.
Ello radica esencialmente en la disminución de la mano de obra joven. «La población juvenil ha decrecido, y los jóvenes de ahora no parecen querer apuntarse a trabajar en la hostelería», se lamentó De María, que apuntaba que de ellos, los jóvenes, «echaba mano» la hostelería cuando llegaba la temporada, ya que con estos trabajos temporales «se sacaban unas perras» mientras estudiaban.

«Un plan B»

Este miércoles, en declaraciones a Europa Press, el presidente de Horeca matizaba sus declaraciones y explicaba que se trata de «un plan B» en caso de que «el Servicio Andaluz de Empleo no pueda suministrar trabajadores a las empresas», a fin de evitar la carencia de profesionales que sufrió el sector el verano pasado por los motivos que expuso el día anterior.
Como parte de este plan B también está la idea de que los marroquíes que cumplen los 18 años y dejan de estar bajo la tutela del Estado sean contratados por la patronal y sea la Administración la que les imparta la formación necesaria.
Sobre la situación del sector, De María expuso que en 2022 se alcanzó el récord de contratación en la provincia de Cádiz, con más de 60.000 empleados, y que, sin embargo, algunos establecimientos se quedaron sin abrir algunas semanas al no contar con personal cualificado suficiente para «dar un buen servicio al cliente».

Medida «racista»

La medida por la que aboga Horeca para satisfacer la necesidad de mano de obra en la hostelería gaditana ha sido rechazada políticamente tanto a izquierda como a derecha. Desde Adelante Andalucía la formación de Teresa Rodríguez, y Por Andalucía –donde confluyen Podemos, Izquierda Unida y Más País– la han tachado de «racista», mientras que Vox directamente no la concibe como solución.
Este miércoles, el portavoz parlamentario de Adelante Andalucía, José Ignacio García, juzgaba las declaraciones de Antonio de María como «propias de explotadores y racistas», y lo instaba a considerar aspectos como trabajar por «sueldos irrisorios, con una precariedad enorme, con unas condiciones infames», como la consecuencia de la falta de mano de obra en el sector. Según García, es «racista» pensar que esas condiciones «se las merecen marroquíes, africanos».
En el mismo sentido se pronunciaba al respecto José Manuel García Jurado, diputado de Por Andalucía y miembro de Podemos. Para él, las palabras del presidente de Horeca son «un ejercicio más del cinismo y del clasismo del que suele hacer gala la patronal hostelera. Y en este caso sumándole, además, un poco de racismo».
En cuanto a los salarios en bares y restaurantes, De María respondía que «hay camareros que ganan mucho, y no por eso hay camareros», y que lo mínimo que cobra un trabajador en la hostelería son 1.500 euros brutos. Por ello, aseguraba que «aun pagando más, no los encontramos», en referencia a la falta de camareros y cocineros.

«No es de recibo»

Por su parte, el portavoz de Vox en Andalucía, Manuel Gavira, señalaba que «no es de recibo» que haya que traer a ciudadanos de Marruecos para trabajar en la provincia andaluza con más nivel de paro. En su opinión, la solución pasa, además de por prestigiar la profesión de camarero y fomentar la formación en hostelería, por la bajada de impuestos, por cotizaciones más bajas, por salarios más altos y por cumplir la legislación laboral.
No obstante, pese a estar en desacuerdo con el planteamiento de la patronal, Gavira criticaba a esos «tontos útiles» que promueven la política de puertas abiertas pero que se han dedicado a poner a «parir» a Antonio de María. «Algunos fomentan esa inmigración ilegal, y ahora se escandalizan porque el presidente de Horeca dice eso», concluía.
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