
De Vidas es el nuevo espectáculo de la bailaora Rocío Garrido
Entrevista
Rocío Garrido, bailaora: «El flamenco me ha hecho ser mejor persona»
El XXIX Festival de Jerez, que este año centra su mirada en el relevo generacional y la transmisión del arte flamenco de maestros a discípulos, acoge el próximo domingo 23 de febrero el estreno absoluto de 'De Vidas', el nuevo espectáculo de la bailaora
El XXIX Festival de Jerez, que se celebra desde el 21 de febrero al 8 de marzo, centra su mirada en la presente edición, en el relevo generacional y la transmisión del arte flamenco de maestros a discípulos.
En este contexto, el ciclo acoge este domingo 23 de febrero el estreno de ‘De Vidas’, el nuevo espectáculo de la bailaora almeriense Rocío Garrido, que se pone a las órdenes de una gran figura como Eva Yerbabuena.
«Este proyecto me mueve profundamente y me ilusiona como pocos. Lo afronto desde la bailaora que soy hoy, con el bagaje de lo vivido, pero también con la humildad de seguir aprendiendo», explica Garrido. Para ella, se trata de un diálogo entre lo heredado y lo que queda por descubrir, una pieza que refleja la evolución del flamenco a través de las generaciones.
–¿A qué se debe el nombre de este proyecto, ‘De Vidas’?
–Hay una serie de vidas que me han llegado por herencia o cadena, y en este proyecto me quito o me libero de ellas. El título lo hemos escrito con uve y con be, de vivir, y de deber. Ya cada uno, en el contexto en el que vea el espectáculo, le dará un sentido u otro.
–¿Qué es lo que puede esperar el público con este espectáculo?
–La obra guarda la tradición de lo que entendemos por flamenco pero a su vez aporta otros aspectos que te llevan a otra parte. Se mantiene la esencia flamenca gracias a toda la información que hemos creído esencial seleccionar para llegar a emocionar.
Si esto está considerado Patrimonio de la Humanidad, las instituciones deberían apostar mucho más por el flamenco
–¿Cómo llegó el flamenco a su vida?
–No vengo de una familia de artistas. Interpreto que a través de jugar y disfrazarme con una sábana como si fuera una bata de cola porque en la tele veía en ese momento como iban las artistas que cantaban copla. Empezó como un juego y a partir de ahí entré en el conservatorio para acabar llevándolo a cabo como una carrera.
–¿Y qué significa?
–Ahora es parte de mi vida. Vivo por y para. Me hace feliz. Me mantiene con mucha ilusión porque me hace estar todo el rato buscar esa evolución y el poder seguir aprendiendo. Y ese aprendizaje me ha permitido ser mejor persona, fíjate.
–¿Y cómo se hace para continuar mejorando e innovando?
–Pues intentando siempre buscar en cualquier cosa y seguir siempre intentando ser mejor, al igual que cuando nos esforzamos en ser mejores personas para que nuestros hijos vean en nosotros un referente. Lo que no puede perder es el equilibrio entre lo que se tiene y lo que se sigue avanzando.
–¿En qué situación se encuentran los artistas de flamenco?
–Es complicado. Mantenerte aquí no es tarea fácil, pero tampoco lo ha sido nunca. Se ha avanzado pero queda mucho por hacer. Pienso que si esto está considerado Patrimonio de la Humanidad, las instituciones deberían apostar mucho más por la cultura. En otros países lo valoran muchísimo.
–¿Cuántas horas supone de ensayo para prepararse para un espectáculo de este tipo?
–Hay una parte física y hay otra necesaria. Durante todo el proceso nos empleamos a fondo con los ensayos, pero una vez se llega a la puesta a punto, se necesita también el descanso. Esta semana, entre los ensayos y conceder entrevistas, es crucial encontrar cuándo descansar.
–¿Cómo ha sido la conexión con Eva Yerbabuena y qué significa ponerse a trabajar bajo sus órdenes?
–Siempre había admirado su trayectoria, pero mi sorpresa ha sido conocerla de cerca. Nunca antes había tenido delante a una persona tan creativa. Baila como baila por cómo es. Ir a ensayar con ella es un regalo.
–¿Y después de este ‘De vidas’, qué?
–Ha habido mucha apuesta por este espectáculo, y ahora queda esperar a la respuesta del público. Ojalá podamos girar con él.