
La ministra de Hacienda, vicesecretaria general del PSOE y secretaria general del PSOE de Andalucía, María Jesús Montero
Andalucía
Montero ordena dinamitar cualquier intento de pacto con el PP para nombrar un nuevo Defensor del Pueblo
El mandato de Jesús Maeztu caducó en septiembre del año pasado, pero el veterano Defensor continúa en el puesto en funciones a sus 81 años ante la falta de sustituto
Desde que María Jesús Montero tomó el mando del PSOE en Andalucía, en enero de este año, han pasado ya casi cinco meses y ninguno de los dos grandes partidos de la región ha sido capaz de reactivar una de las grandes anomalías de esta legislatura: la situación de Jesús Maeztu, el veterano Defensor del Pueblo andaluz.
Su mandato expiró en septiembre del año pasado, pero sin embargo, Maeztu, de 81 años, sigue ejerciendo en funciones porque no tiene sustituto, esto es, «hasta que no se proceda a la toma de posesión del titular designado para el siguiente mandato por el Parlamento autonómico».
El PP-A siempre que puede recuerda que algo se ha roto en ese principio de acuerdo que se habría alcanzado con el PSOE-A para la renovación inmediata de esta figura, que necesita de un amplio consenso entre los dos grupos mayoritarios en la Cámara andaluza.
Desde las filas populares sospechan que la llegada de la ministra de Hacienda a la secretaria general dinamitó cualquier posibilidad, habida cuenta que la negociación con la anterior ejecutiva, comandada por Juan Espadas, parecía estar muy avanzada.Frenazo en seco
«Sospechamos que desde la llegada de Montero se ha dado orden de no alcanzar ningún acuerdo con el PP», desliza siempre que es preguntado por ello por los periodistas el portavoz del PP-A en el Parlamento, Toni Martín, que el pasado mes de febrero ya anunció que había hasta entonces «conversaciones avanzadas, ya que con el señor Espadas, aunque no se llegara a un acuerdo, era una persona con la que se podía hablar y negociar», añadió.
Pero la irrupción de la vicepresidenta lo cambió todo, y mientras Maeztu, a sus 81 años, ahí sigue. Su mandato caducó hace ya nueve meses, y la cuestión parece no resolverse. Para elegir a su sucesor, se requiere de una mayoría de tres quintos en la Cámara.
Los populares acusan a Montero de hacer continuismo de una manera de entender la política de manera muy similar a su jefe, en referencia a Pedro Sánchez. «El PP-A no va a tirar la toalla y seguirá planteando a todos diálogo sobre un asunto que es muy deseable dejar resuelto», declaró Martín en sala de prensa, sin obviar que la sensación de su grupo es que «para el PSOE de Sánchez y Montero, llegar a un acuerdo con el PP es visto como algo negativo».