Granada recupera una centenaria tradición en el Corpus Christi con la inclusión por primera vez de niñas

Los seises son un grupo de niños, originalmente varones, que cantan y bailan durante ciertas festividades religiosas, como el Corpus Christi y la Inmaculada Concepción. Su nombre proviene del número de danzantes que componían el grupo coral, que primitivamente eran seis. Sin embargo, con el tiempo, este término se mantuvo, pero el número de integrantes empezó a variar.

En Granada, esta tradición se remonta al año 1520, según la Consueta de la Catedral. Desapareció en el siglo XIX y fue retomada en los años 80 del siglo XX. Ahora, el arzobispado ha decidido recuperar este patrimonio que aún mantienen ciudades como Sevilla, Toledo y Guadix.

Este jueves de Corpus, los niños seises volverán a bailar y cantar en Granada, con motivo de la procesión religiosa del Santísimo Sacramento. Se recupera así una costumbre secular, que ha introducido como principal novedad la intervención por primera vez de niñas.

Diez alumnos y alumnas, de entre tercero y quinto de Primaria del Colegio Virgen de Gracia de Granada, son los que danzarán en el interior de la Catedral, antes de la procesión del Corpus Christi. Otros diez niños volverán a bailar momentos antes de salir la Custodia, tras la misa por la solemnidad del Corpus el próximo domingo en la Catedral, a partir de las 19:00 horas. Además, el arzobispado ha anunciado que los seises volverán a participar en la fiesta de la Virgen de las Angustias, San Cecilio y la Inmaculada.

La música y la letra que cantarán los seises y los Pueri Cantores de la Catedral, será una partitura original de Francisco Correa de Arauxo (1584-1654). La representación tendrá una duración de unos 10 minutos.

Los trajes son azules y rojos

El responsable de la documentación histórica y recuperación del atuendo, Don Antonio Francisco Gabarrón, ha explicado que los trajes se han confeccionado siguiendo la documentación disponible y serán azules y rojos, siendo este último el color que utilizarán en esta fiesta del Corpus Christi. El material utilizado ha sido seda, para «dar prestancia», y en los elementos decorativos se ha utilizado el 'moiré'.

Gabarrón ha explicado que «el traje que les presentamos es un taje fidedigno en plata. Llevan una banda, que se le pone exprofeso. Los niños van vestidos de pajecillos cortesanos o de príncipes, y por eso llevan esa banda, que va rematada con un florón, y en ese florón va el escudo de nuestro arzobispo».

Para los sombreros, que son barrocos, la elaboración se ha apoyado en los de los seises de la Catedral de Guadix, que sí ha venido conservando esta tradición en los últimos tiempos en la provincia granadina. «En la copa, y cerrando los sombreros, va el escudo catedralicio. Es decir, eso son lo que dicen esos sellos del tiempo también en el que se hacen y para quién se hacen. Y luego los zapatos, que son del siglo XVII», ha añadido Gabarrón.