Cansancio, nervios y tristeza en una Santa Justa colapsada: «¿Qué será lo próximo? ¿Los ovnis?»

(Foto de archivo) 2025 deja esta estampa, cada vez más habitual:cansancio, nervios y tristeza en una en cualquiera de las terminales andaluzas colapsadas

El duro castigo de Óscar Puente a los andaluces: 30.000 pasajeros afectados en 2025 tras un rosario de averías

El 21 de abril de 1992 comenzó a circular el AVE entre Madrid y Sevilla. La alta velocidad se convirtió en la «joya de la corona» de la movilidad española. Su eficacia y puntualidad eran tan seguras que Renfe se comprometía a indemnizar al viajero por un simple retraso de más de cinco minutos.

Todavía se puede encontrar en Youtube un anuncio de 1994 donde se hablaba de ello. «Si alguna vez su AVE llega con más de cinco minutos de retraso, le devolvemos el importe total de su billete, aunque dudamos mucho de que se vaya a llevar esta alegría», decía el spot. Basta darse una vuelta ahora por los comentarios actuales para corroborar que cualquier tiempo pasado, al menos en el sector ferroviario, fue mejor. «Qué mal ha envejecido este anuncio», puede leerse.

AVE Alegría (1994) - Anuncios históricos de Renfe

AVE Alegría (1994) - Anuncios históricos de Renfe

El pasado 6 de agosto, Sevilla y Andalucía volvían a vivir, en pleno mes de agosto y bajo una ola de calor, el enésimo caos en el servicio, que afectó hasta a nueve trenes diferentes con un bagaje total de 2.200 viajeros atrapados. La cifra se eleva hasta los más de 30.000 pasajeros afectados en lo que va de año 2025.

Sin la carta del sabotaje

Si bien los primeros meses del año ya registraron diferentes contratiempos, nada hacía presagiar lo que llegaría en mayo. El robo de cable en varios puntos de la línea entre Madrid y Andalucía dejó 30 trenes afectados y unos 10.700 pasajeros paralizados o que llegaron con retraso a su destino.

«Quien lo hacía sabía lo que hacía», se defendió el ministro Puente, apuntado hacia una acción coordinada y premeditada que le permitiera eludir la responsabilidad de su ministerio. «Son robos de cable de escasísimo valor en puntos diferentes en una acción bastante coordinada».

Sin embargo, la carta del sabotaje se agotó con la llegada del verano. El inicio de las vacaciones y el consiguiente aumento de viajeros —un crecimiento cuyo impacto ya se ha debatido con la entrada de los operadores privados, Iryo y Ouigo— , engordó el historial de problemas e hizo estallar las costuras de la gestión gubernamental. «Andalucía no puede seguir siendo olvidada», bramó el vicesecretario de Economía del Partido Popular, Juan Bravo, al convertirse él también en uno de los afectados.

Una lona que no tapa nada

Ante ello, al Gobierno solo le ha quedado recurrir al comodín de la publicidad. Por si no tuvieran bastante los andaluces, algunos de ellos han tenido que soportar, tras un deficiente y angustioso servicio, una enorme lona desplegada en la estación de Santa Justa, donde se leía: «Disculpen las mejoras».

Una ocurrencia fuertemente criticada por la Junta, que se dice castigada por el Ejecutivo central. «No merecemos un cartel así» ante un servicio «completamente descontrolado», lamentaba la consejera Rocío Díaz.

Desde el Gobierno de Juanma Moreno (PP) recuerdan que se ha pasado de «un sistema que era fiable, que era ejemplar y que era eficiente», a otro que está «completamente descontrolado hasta el punto de no saber a qué hora vamos a llegar».

El aumento del tráfico en el corredor andaluz ha sido demasiado para la infraestructura disponible, la cual no ha recibido la inversión necesaria. Con la entrada del operador italiano que gestiona los trenes de Iryo en la Península, el número de plazas ofertadas pasó en 2023 de 1,78 millones a 2,4. Para competir, la pública Renfe también aumentó su oferta, hasta el récord de 2,78 millones de plazas desplegadas en 2024. Un techo que saltó por los aires con la llegada en 2025 de otro operador, la francesa Ouigo, dejando la plusmarca en 3,28 millones de asientos
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