La ya exconsejera de Salud de la Junta de Andalucía, Rocío Hernández, flanqueada por el consejero de Presidencia y el de Turismo
Andalucía
La Junta reconoce que no sabe qué ha fallado en el cribado, pero presenta un plan de choque para corregirlo
«Estamos haciendo una revisión y un análisis exhaustivo de la situación», asegura la portavoz Carolina España, que asume que esta situación «jamás debió ocurrir»
Andalucía contratará a 119 profesionales en las unidades de mama para mejorar el cribado de cáncer
La Junta de Andalucía aún no sabe, más de una semana después, qué ha fallado en el cribado del cáncer de mama. «Por eso estamos haciendo una revisión, un análisis exhaustivo, para conocer exactamente qué es lo que ha ocurrido, para concluir si se han producido errores, dónde han sido y tratar de corregirlos», decía la portavoz del Ejecutivo andaluz, Carolina España.
Es más, la propia portavoz del Gobierno de Juanma Moreno ha necesitado «pedir prudencia» en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno de este miércoles, donde todas las preguntas versaron sobre un tema cuyo alcance nadie se atreve a cuantificar. «Necesitamos saber cuál es el alcance de la situación», insistió España, que, preguntada entonces cómo pensaban cambiar el protocolo, respondió: «Lo modificamos en el sentido de que partíamos del (protocolo) vigente que no establecía la obligatoriedad de avisar con un resultado de no concluyente para decirle a esa mujer que ese caso necesitaba una segunda prueba», añadió. Aún no se conocía la dimisión de la hasta entonces consejera de Salud, Rocío Hernández.
Eso es lo que ha sucedido fundamentalmente en el Hospital Virgen del Rocío», explicitó, al tiempo que reconocía que, sin requerirlo el protocolo actual, en otros hospitales de Andalucía sí se avisaba a las mujeres que arrojaban ese resultado.
Plan de choque
Sin embargo, y pese a que parte de la defensa del PP andaluz ha pasado por recordar la responsabilidad de María Jesús Montero en su etapa como consejera de Salud en la Junta, ya que fue en 2011 cuando se eliminó la obligación de informar a las pacientes con pronóstico dudoso, el Ejecutivo autonómico sabe que la pelota la tienen ellos en su tejado por no haber hecho nada en todo este tiempo.
Una vez ha estallado el escándalo, la Junta ha presentado el mencionado plan de choque con el que se dará instrucción por escrito de cambiar «esta forma de actuar», pasando, ahora sí, a informar a todas las mujeres, sea cual sea el resultado de su mamografía. Igualmente llamativo ha sido que este anuncio haya correspondido a la propia portavoz en rueda de prensa, Carolina España, a la que no acompañó la que en ese momento seguía siendo la consejera de Salud, Rocío Hernández. Una ausencia que se convirtió en preludio de lo que sucedería después.
«La prioridad no puede ser otra que las mujeres andaluzas pendientes de un segundo diagnóstico para prevenir el cáncer de mama», dijo. «Un caso que nunca debió ocurrir», lamentó. «Se depurarán responsabilidades, pero lo prioritario es este plan de choque que ahora les detallo». Y es que el cribado actual, vigente desde el año 1995, «es uno de los más consolidados de España y este Gobierno ha apostado por ampliarlo, lo que nos permitió crecer en alcance y equipamiento», resumió. «Las citas aumentaron en un 48 %», incidió la portavoz. «El número de mamografías también creció desde 2022», recordó, lo que permite a medio millón de andaluzas a participar en este programa que diagnostica prematuramente a cientos de mujeres de una posible lesión.
«Nos enfrentamos a esta situación en la que hasta ahora no era obligatorio informar de esa segunda revisión y por eso cambiamos el protocolo, comenzando ya a llamar a las mujeres que hasta ahora no habían sido informadas».
Para ello, el plan de choque recibirá una dotación presupuestaria extraordinaria de casi 12 millones de euros para «realizar todas las pruebas que sean necesarias de aquí al 30 de noviembre», resumió España. «Más profesionales, más actividad extraordinaria de sábados, domingos y festivos y más capacidad de las unidades de mama», prometió.
«Las plantillas de estas unidades se mejorarán con 119 profesionales más, 65 facultativos en radiodiagnóstico, 20 enfermeras, 18 técnicos especialistas y 16 técnicos de cuidado auxiliares de enfermería», detalló.
El PP-A, muy duro con Montero
Así, los populares han fijado el «origen» de los retrasos denunciados en los resultados del cribado del cáncer de mama en un cambio de protocolo de actuación suscrito en 2012 por la actual secretaria general del PSOE-A, María Jesús Montero, por entonces consejera de Sanidad. Una estrategia de denuncia hacia la gestión de la ahora ministra de Hacienda que previamente filtraron sus responsables de comunicación a diarios como ABC.
El portavoz parlamentario del PP, Toni Martín, aseguraba este miércoles en rueda de prensa que el error en este caso ha sido no haber podido «localizar» lo que estaba pasando desde el año 2012 para haberle dado una solución, porque se trata de un problema «nacido y originado en los años de socialismo en Andalucía, en la modificación del protocolo existente».
Por su parte, la portavoz socialista, María Márquez, mostraba su rechazo a que la Junta intente «retorcer» lo sucedido echando la culpa a María Jesús Montero, insistiendo en que en ese momento contó con el beneplácito de las asociaciones y de «más de 20 profesionales andaluces de prestigio».
La parlamentaria socialista se ha preguntado si lo próximo que hará el PP es culpar al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, o al independentismo catalán sobre los problemas que existen en las pruebas de diagnóstico precoz del cáncer de mama, que temen se extiendan a otros tipos de cáncer.