La izquierda esperaba que la denuncia continuara para poder seguir erosionando al Ejecutivo del PP
El archivo de la denuncia por los falsos borrados deja a la izquierda sin su ariete favorito contra Moreno
El PP-A aprovecha el carpetazo de la Fiscalía a las acusaciones de Amama y el Defensor del Paciente para ajustar cuentas con la izquierda: «Han querido convertir a los profesionales de la salud en sospechosos de manipular y borrar datos»
El archivo de la denuncia de la Asociación de Mujeres con Cáncer de Mama de Sevilla (Amama) ha supuesto un jarro de agua fría para la oposición al Gobierno de Juanma Moreno (PP), que esperaba seguir erosionando al Ejecutivo andaluz si el proceso continuaba.
La Fiscalía de Sevilla ha determinado que fue «una avalancha de peticiones» la que provocó que el sistema dejara de funcionar con normalidad, lo que le lleva a considerar que ese supuesto borrado que denunció la asociación nunca se produjo y, por tanto, no hubo delito. A dicha denuncia se había sumado posteriormente el Defensor del Paciente, deslizando que los responsables del SAS (Sistema Andaluz de Salud) habrían podido destruir documentos confidenciales sobre los tratamientos de las afectadas.
La noticia ha espoleado a la Junta y al PP-A, que llevan semanas intentando achicar agua desde que trascendió los fallos de los cribados. Así, el nuevo consejero de Sanidad, Antonio Sanz, que precisamente llegó al cargo tras la caída de su antecesora por la crisis, ha calificado de «contundente» el carpetazo a las denuncias y ha exigido que la izquierda «pida perdón» a los profesionales sanitarios «a los que se les acusó de delitos».
«Lo que viene a decir la Fiscalía es que nada de eso ha sucedido, ya que existen todas las garantías de copia y mantenimiento de la información. Lo que lamento es que para algunos grupos políticos valga todo para arañar cuatro votos».
Sanz ha recordado que la decisión de la Fiscalía ha venido a demostrar «que no se puede hacer política con cosas tan sensibles como el cáncer».
Operación «organizada» por Montero
El PP-A ha reclamado a su vez «la dimisión» de la portavoz del PSOE-A en el Parlamento, María Márquez, y de su adjunta, Ángeles Ferriz, así como la portavoz del grupo Por Andalucía, Inma Nieto, por haber dado pie «al bulo y a la mentira» de esa supuesta desaparición de mamografías.
«No son dignas de ocupar un escaño en este Parlamento, ni de representar a los andaluces; deberían presentar su dimisión esta misma mañana, porque han querido convertir a los profesionales de la salud en sospechosos de manipular y borrar datos», ha indicado en rueda de prensa el portavoz del PP-A en el Parlamento, Toni Martín.
Además, Martín ha añadido que la vicepresidenta primera del Gobierno central y secretaria general del PSOE-A, María Jesús Montero, ha sido la «organizadora de esta operación de cacería política contra Juanma Moreno y el Gobierno andaluz», secundada por «sus delegadas en Andalucía, (María) Márquez y (Ángeles) Férriz, que llegaron a decir y a acusar a Moreno de 'quitar de en medio pruebas de su negligencia criminal», y a la que se ha sumado su «gregaria en este Parlamento, la portavoz de Por Andalucía, Inma Nieto, que acrecentó el bulo inventando que las mamografías de las afectadas se estaban borrando y manipulando los datos que en ellas aparecían».
Amama sigue creyendo que hubo cambios
La presidenta de Amama Sevilla, Ángela Claverol, ha sostenido este martes que la entidad «sigue creyendo» que hubo pruebas del cribado del cáncer de mama que no estaban «igual» que cuando se hicieron por primera vez y ha avanzado que estudiará el archivo de la Fiscalía de su denuncia por «supuesta manipulación» de mamografías, cuando le llegue «porque nos hemos enterado por la prensa», para analizar si es posible o no un recurso.
Claverol ha reconocido que el archivo de la denuncia «nos ha sorprendido hasta cierto punto». «Yo no lo esperaba así», ha señalado la presidenta de Amama, que ha confirmado además que la asociación está estudiando «otros casos» de posible manipulación de pruebas diagnósticas del programa de detección del cáncer de mama.
«No podemos valorar nada porque no nos ha llegado el escrito. Tenemos que leerlo para ver si se puede recurrir. Me he enterado por la prensa», ha sentenciado.