Máxima expectación en El Puerto para ver a Morante y Roca Rey juntos tras los rumores de veto en Santander

«Quien no ha visto toros en El Puerto, no sabe lo que es una tarde de toros». La máxima popular que se atribuye a Joselito se pone de actualidad ahora con la corrida que este año reunirá, en el singular coso gaditano, a las dos máximas figuras del toreo: el sevillano Morante de la Puebla y el peruano Andrés Roca Rey.

Ambos se verán por fin las caras en un ambiente de máxima rivalidad –y que ha incrementado la expectación en la localidad gaditana– el próximo 9 de agosto, donde lidiarán, junto al local Daniel Crespo, un encierro de la ganadería de Núñez del Cuvillo.

Ello ha provocado que el abono de verano, que se compone de cuatro corridas de toros, una de rejones y otra novillada picada, y que se prolongará del 1 de agosto al día 10, cuente con un incremento del 50 % respecto al de 2024, experimentando su venta una notable subida por tercer año consecutivo. Así, la plaza que gestiona Carlos Zuñiga vuelve a marcar un nuevo récord, y afianza el crecimiento desde 2021, en el que apenas existían abonos.

Rumores de veto

La expectación responde no solo a la calidad de los carteles confeccionados para el serial si no a la posibilidad de ver juntos en la misma tarde y compitiendo de tú a tú a ambos toreros, tras los rumores de veto del peruano, protagonista de la afamada cinta de Albert Serra 'Tardes de Soledad', al de La Puebla del Río, en una de las mejores temporadas que se le recuerdan, en Santander.

Allí, Morante se habría ofrecido para sustituir al lesionado Cayetano en una propuesta altruista y que pasaba por donar sus honorarios a una institución benéfica, algo que acogieron con satisfacción los aficionados cántabros, las instituciones locales y la propia plaza de Cuatro Caminos.

El ofrecimiento se habría encontrado con la negativa de Roca Rey, que como integrante del cartel, hizo valer su fuerza de máxima figura para sugerir a la empresa que esperara a que hubiera un triunfador de la feria santanderina que se hiciera acreedor de coger esa sustitución, como normalmente sucede. Así pues, El Cid fue finalmente quien fue designado, pero la situación dejó en el aire la sospecha de un veto de la que sacarán tajada aquellas plazas que ya habían firmado previamente la presencia de ambos, como sucede ahora en El Puerto.