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Los que le conocieron alaban su dedicación y su espíritu aventureroJesuits USA East

Prisión para un magrebí de 27 años por el asesinato de un cura de Estados Unidos en Málaga

  • Richard Gross, jesuita de 80 años, se encontraba de vacaciones en Málaga, donde iba a embarcarse en un crucero al día siguiente de su muerte

  • La muerte se produjo el pasado 21 de enero y se cree que la víctima fue objeto de un robo

La Policía Nacional ha detenido a un hombre con antecedentes penales, un magrebí de 27 años, por su presunta implicación en la muerte violenta del sacerdote jesuita norteamericano, Richard Gross, de 80 años de edad, cuyo cadáver fue hallado el pasado 21 de enero en un apartamento turístico del centro de Málaga con un traumatismo en la cabeza. El arrestado se encuentra en prisión provisional, comunicada y sin fianza tras acordar su ingreso el Juzgado de Instrucción número 2 de Málaga el pasado domingo.

Según las informaciones ofrecidas por Europa Press, la detención tuvo lugar la pasada semana y la investigación sigue su curso, a cargo del Grupo de Homicidios de la Policía Nacional, hasta lograr el total esclarecimiento de los hechos que rodean este crimen.

Gross, originario de Wrentham, Massachusetts, y sacerdote jesuita desde 1976, residía en el Boston College High School, donde fue profesor de religión y consejero espiritual. Su cuerpo fue encontrado en el apartamento turístico que alquiló en la calle Viento, desde donde pretendía embarcarse en un crucero al día siguiente de su muerte.

Tras encontrar signos de violencia en el cadáver, concretamente un fuerte traumatismo en la cabeza, y que las pertenencias de la víctima habían sido robadas, el Grupo de Homicidios se hizo cargo del caso, arrancando una investigación en la que interrogó a los vecinos del inmueble y revisó las cámaras de seguridad de la zona para tratar de reconstruir la llegada del sacerdote al apartamento y si alguien le había seguido o asaltado por el camino.

En declaraciones a los medios, los vecinos aseguraron que cerca de las 20:00 horas del día del crimen se escucharon gritos y golpes en el interior de los apartamentos. Una vecina relató cómo escuchó gritar a un hombre «como si lo estuvieran matando» durante diez minutos, pero no vio nada sospechoso ni a nadie entrar o salir del edificio cuando se asomó por la ventana.

Tras el ingreso en prisión del detenido, las diligencias se encuentran bajo secreto y el arrestado se acogió a su derecho constitucional a no declarar.

«Otras personas implicadas»

El subdelegado del Gobierno en Málaga, Javier Salas, ha asegurado que «se sigue trabajando por parte de la Policía Nacional en buscar a otras personas implicadas» en el homicidio. En declaraciones a la prensa, se ha mostrado «seguro de que con las pesquisas de la Policía, que van en buen camino, en breve se dará con ello y se detendrá a los implicados en este hecho lamentable como es la muerte de este turista en el centro de Málaga».

El representante del Ejecutivo central ha querido incidir en que Málaga es «de las ciudades más seguras de Europa», como también lo es la provincia, «y eso hace que el turismo venga aquí».

«Evidentemente siempre algún hecho delictivo habrá, el delito no se puede erradicar al 100 % en ninguna sociedad, pero los datos delincuenciales de Málaga hacen que sea una provincia segura, en la que cualquier persona, ya sea extranjera o de la propia provincia, circula con total normalidad y libertad y eso lo vemos los que vivimos en la ciudad», ha concluido.

Repercusión internacional

Han sido muchos medios internacionales, principalmente estadounidenses, los que se han hecho eco del crimen perpetrado contra el sacerdote jesuita. CBS, NBC o The Boston Globe recogen en sus ediciones digitales el trágico suceso, destacando la larga carrera de servicio a la comunidad de Gross.
La británica The Catholic Herald, una de las publicaciones católicas más antiguas del mundo, habla del asesinato del sacerdote, el cual, según la interpretación del diario, ha «reavivado una tensión de larga trayectoria: el impacto del turismo en un país que depende en gran medida de él para su estabilidad económica y la influencia socioeconómica que ejerce en la sociedad española».
Además, y siempre según la publicación de este medio, la «opinión local» culpa del crimen, «un robo fallido», a los «inmigrantes marroquíes».

«El término despectivo 'los moros' se utiliza a menudo para referirse a la comunidad marroquí de España, a la que con frecuencia se culpa de aceptar empleos, traficar con drogas y mal comportamiento en general», sostienen.
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