El problema de la okupación continúa estando muy presente
Málaga
Una vecina de Fuengirola, tras conseguir echar a los okupas de su casa: «Se han llevado hasta la vitro»
Alicia Gómez alquiló su vivienda a una pareja que hacía ostentación de un alto nivel de vida sin sospechar que dejarían de pagar el alquiler y además, destrozarían el inmueble
Cuando parece que lo peor del problema de la okupación pasa una vez se consigue expulsar a estas personas del inmueble ilegalmente ocupado, hay situaciones que nos recuerdan que todavía puede venir algún susto mayor.
Esto es precisamente lo que le ha sucedido a Alicia Gómez con sus inquiokupas. Esta mujer alquiló su vivienda de Fuengirola a una pareja sin sospechar que se convertirían en la fuente de sus problemas. Ambos se presentaban, tanto en persona como en sus redes sociales, como personas dadas a tener una vida de lujos, lo que tranquilizó a la propietaria al creer que con ellos la relación sería normal.
El hombre presumía de poseer varias empresas y mostraba fotos de una de sus pasiones, la gastronomía, donde no faltaban las mariscadas, lo que convenció a Alicia de que convertirlos en sus inquilinos era un buen negocio. A la mujer del okupa incluso la comparaban con Paris Hilton por la vida de alto nivel que parecía llevar, al menos según se desprendía de sus perfiles virtuales. «Iban de viajes para arriba, para abajo, y mientras yo cambiando de vida, que me han tenido que ayudar mis hijos», ha contado en el programa ‘Vamos a ver’ de Telecinco. «El cambio de cerradura me lo han tenido que pagar mis hijos, que yo no tenía ni esos 200 euros», lamenta.
Cambiar las leyes
Los males para Alicia comenzaron cuando la pareja dejó de pagar el alquiler, algo que sucedió al poco de empezar a vivir en su vivienda. Dos años después, ha logrado deshacerse de ellos a través de un «desahucio ordinario», un proceso que aparte de alargarse en el tiempo, ha conllevado que se haya hecho cargo de los gastos. En total, una deuda de 20.000 euros en concepto de alquiler no satisfecho y reparaciones que se han disparado hasta los 10.000 euros.
«Se las saben todas», continuaba lamentando en el espacio televisivo, «saben perfectamente cuanto tiempo podían estar ahí y mientras, han seguido montando empresas e inyectando capital a firmas unipersonales de hasta 63.000 euros», denunciaba.
Mientras, han tenido «abogado de oficio, y con la poca vergüenza de dejarme la casa como me la han dejado».
Y es que el inmueble ha quedado hecho unos zorros. «Se han llevado hasta los termos eléctricos, no hay derecho a esto», decía Alicia. «Hay que cambiar las leyes y si una persona deja de pagar, debería haber unos medios para que se cumplan unos plazos y no tenga que pagarlo yo».
La deuda que ha dejado la pareja de inquiokupas es de más de 20.000 euros, a los que hay que sumar «los destrozos». «Se han llevado todo, y lo que no se llevaron, ha quedado destrozado», observa la propietaria. «Cortaron el agua para quitar los calentadores, la lavadora, el frigorífico, la vitro…se lo han llevado todo».
«Los colchones rotos, tirados por la casa, es que son ganas de hacer daño, no hay derecho que se vayan de rositas», criticaba esta mujer, que avisaba: «hay que hacer otras leyes porque con las que hay, yo no lo vuelvo a alquilar», concluía.