Señal que indica la entrada a la pedanía malagueña de Villafranco del Guadalhorce, perteneciente a la localidad de Alhaurín el Grande, con parte del nombre tachado
El rodillo de la Memoria Democrática
El pueblo que denuncia el borrado de su nombre: «No se puso por Franco, sino por una familia que vivía aquí»
Los vecinos de esta pedanía malagueña critican la decisión del Ayuntamiento de Alhaurín el Grande, que la justifica en el cumplimiento de la ley
El rodillo de la Memoria Democrática acaba con el pueblo malagueño de Villafranco del Guadalhorce
El rodillo de la Memoria Democrática no solo avanza imparable por Andalucía, sino que además, expone sin disimulos sus costuras ante decisiones tan arbitrarias como escasamente fundamentadas.
El penúltimo caso ha llegado desde una pedanía perteneciente al municipio malagueño de Alhaurín el Grande, donde su Ayuntamiento, cuyo equipo de gobierno conforman 100 % Alhaurín, PSOE e IU, aprobó el cambio de nombre de Villafranco del Guadalhorce para cumplir con la Ley de Memoria Democrática.
Pues la decisión de pasar a ser a partir de ahora Villa del Guadalhorce no la comparten ni sus propios vecinos. Villafranco del Guadalhorce es una pedanía de Alhaurín fundada en los 50 y que debía su nombre precisamente a que fue puesta en marcha por el Instituto Nacional de Colonización durante el régimen franquista. Es, por tanto, uno de los núcleos de nueva creación consecuencia de la colonización agraria en Andalucía. Sus habitantes son conocidos como «villafranqueños».
Rechazo de los vecinos
Y es que entre la izquierda de Alhaurín nadie ha tenido en cuenta que el nombre que acaban de eliminar no se puso por el dictador Francisco Franco, sino por una familia que era la de «los Francos», tal y como han relatado los habitantes de esta pedanía en el programa Más Vale Tarde de laSexta, donde han mostrado su rechazo a la decisión del pleno.
«Nos sentimos villafranqueños aunque nos cambien el nombre», han relatado. Un sentir que ha chocado de frente con la interpretación de la Ley de la Memoria Democrática, que pasa por eliminar «simbología y nomenclatura de la dictadura».
«Mi bisabuelo era de esta familia de Los Francos», cuenta al programa Luisa. «El nombre no viene de Francisco Franco, sino de esta familia», se queja. El resto de vecinos lamenta a su vez que el Ayuntamiento de Alhaurín debería al menos haberlos consultado. «Aquí lo que había un cortijo, que le decían de Los Francos, a todos los pueblos de colonización le ponían el nombre de alguna familia de allí, y aquí, por ellos, le pusieron Villafranco», dice otro habitante. «Nuestra propuesta pasaba, por si aun así había que cumplir la ley, por dejarla en Villafranca del Guadalhorce, y ni aun así lo han aceptado».
Los vecinos, además, explican que se está escribiendo un libro sobre el origen histórico de su topónimo. «Digan lo que digan, nos sentimos villafranqueños, no 'villanos', aunque nos cambien el nombre», concluye.