La Diputación de Málaga aumenta el gasto en movilidad ante la «desidia» del Gobierno

La Diputación de Málaga, gobernada por el Partido Popular, planta cara a los colapsos recurrentes en las carreteras con un presupuesto récord para 2026. El presidente, Francisco Salado, anunció una inversión de 18,3 millones en movilidad, un 18 % más que el año anterior. Esta decisión llega en un contexto de tensión máxima entre instituciones. Salado cargó directamente contra el Gobierno central, a quien acusó de «desidia» ante los problemas de movilidad que sufren los malagueños.

La institución provincial aprobó unas cuentas históricas de 516,21 millones, creciendo un 12,29 %. Sin embargo, el presidente destacó las dificultades causadas por los Presupuestos Generales del Estado prorrogados desde 2023. «Hemos tenido que ir a ciegas en cuestiones presupuestarias fundamentales», confesó Salado durante la presentación. Una situación que, según él, complica enormemente la planificación provincial.

Fondo extra para carreteras

Los 18,3 millones destinados a movilidad se enfocarán en un «ambicioso» plan de refuerzo de firmes, conservación, mantenimiento y seguridad vial. Esta inyección económica busca paliar los constantes atascos que colapsan vías como la A-7, donde los conductores viven jornadas maratonianas. El aumento presupuestario refleja la urgencia de actuar ante una problemática que afecta a miles de personas diariamente.

Hace uno días, Salado anunció una oferta al Gobierno para asumir el coste de las obras en los accesos a esta saturada autovía que, en la práctica, debería ir a cargo del Ministerio de Transportes. El presidente provincial ha hecho un llamamiento a la ciudadanía para que reclame «lo que le corresponde» a Málaga, especialmente en infraestructuras críticas. Subrayó que el esplendor económico y demográfico de la provincia choca con carencias urgentes en movilidad, energía y transporte. Entre las reivindicaciones prioritarias figuran mejoras en Cercanías, el tren litoral y la eliminación del peaje de la AP-7.

Diputación, comprometida con la A-7

Los trabajos en los accesos a la A-7 se centrarán en mejorar la capacidad de las vías de conexión que alimentan la autovía, actuando sobre rotondas críticas, ensanchando carriles y optimizando los sistemas de drenaje para prevenir encharcamientos. Estas intervenciones buscan descongestionar los puntos de emergencia que actualmente colapsan en hora punta, proporcionando un alivio inmediato a la presión circulatoria.

Mientras la Diputación incrementa su compromiso con las carreteras, el conflicto político se intensifica. La institución malagueña busca «aumentar la inversión en movilidad frente a la dejadez» de otras administraciones. Salado no dudó en señalar responsabilidades al afirmar que el Gobierno central muestra «menosprecio» hacia la provincia. Una acusación que mantiene viva la polémica sobre quién debe solucionar los problemas de tráfico.

El contraste entre ambas administraciones se hace evidente. Mientras la Diputación anuncia inversiones, el Ejecutivo central sigue sin aprobar unos PGE definitivos. «Llevamos desde 2023 con los presupuestos prorrogados, y eso complica cada año más la elaboración de nuestras cuentas», insistió Salado. La falta de previsibilidad estatal obliga a la institución provincial a tomar la iniciativa.

Junto a la movilidad, el agua recibe una atención especial con casi 28 millones de euros. «El fantasma de la sequía siempre nos acecha», advirtió el presidente, mostrando preocupación por un problema estructural que va más allá de las lluvias puntuales. La combinación de inversiones en agua y carreteras define las prioridades de unas cuentas que buscan responder a las necesidades más urgentes de los municipios.