Redacción El Debate
Crónica deRocío Lacave

La Feria que no se olvida

Si algo caracteriza a esta fiesta de los sentidos, es la felicidad que siente cualquiera que pisa su albero y va de caseta en caseta, buscando amigos con los que compartir momentos que permanecen en la memoria para siempre. Quien ha conocido la Feria de Sevilla, no la olvida.

Actualizada 04:30

Dos personas se sirven un vaso de rebujito desde la jarra en la Feria de Abril de Sevilla

Dos personas se sirven un vaso de rebujito desde la jarra en la Feria de Abril de SevillaEFE

Si hay una semana en la que Sevilla tiene un color más especial aún que el resto del año, es esta, en la que tiene lugar la Feria de Abril. Una ciudad efímera se levanta en el barrio de Los Remedios, concentrando toda la alegría que cabe en 275.000 metros cuadrados. Porque, si algo caracteriza a esta fiesta de los sentidos, es la felicidad que siente cualquiera que pisa su albero y va de caseta en caseta, buscando amigos con los que compartir momentos que permanecen en la memoria para siempre. Quien ha conocido la Feria de Sevilla, no la olvida.
No olvida la ilusión los minutos previos al alumbrao, esa particular cuenta atrás que cambia la Puerta del Sol por Los Remedios y las uvas por mirar a un cielo plagado de farolillos; porque a las 00.00 h, se hace la luz. No olvida las primeras sevillanas que bailó y, mucho menos, con quién; no olvida que lo importante es mantener la mirada y el juego de manos que va más allá de coger la manzana, comérsela y tirarla. No olvida un mapa de calles que deben sus nombres a toreros ilustres, cuya mejor faena es haberse perpetuado en el Real y en el corazón de los sevillanos de esta manera. No olvida el paseo de caballos, ese trote caótico que, paradójicamente, discurre en perfecto orden. No olvida cada vez que alzó la copa por los presentes y los ausentes, porque en estos días –más que nunca– extraña a quien le falta, ya sea porque no ha podido venir o porque disfruta de este maravilloso espectáculo desde el cielo, desde donde las vistas deben de ser privilegiadas. No olvida que la Feria de Sevilla atrapa y se convierte en un sentimiento del que uno, difícilmente, se desprende a lo largo de la vida.
Feria de Abril

Feria de AbrilFlickr

Muchos dicen que la Feria de Sevilla es para los sevillanos y no les falta razón, pero se olvidan de algo: la Feria de Sevilla es para quien la trabaja durante todo el año, para quien destina parte de sus ahorros al montaje de una caseta que se convierte en verdadero hogar durante una semana para sus socios. Allí recibirá a sus amigos, conocidos y contactos para disfrutar, hablar de negocios, de lo divino y lo humano y para ver cómo «pasa la vida» al son de las sevillanas que se convierten en la mejor banda sonora de una puesta en escena incomparable.
Aparte, hay varias casetas públicas, en las que los foráneos pueden sentir que, realmente, forman parte de una fiesta que surgió como feria de ganado y ha evolucionado a Fiesta de Interés Turístico Internacional. Desde que un catalán y un vasco –Bonaplata e Ybarra– la pusieron en marcha con esa idea inicial hasta ahora han pasado muchos años (177 concretamente) que no han hecho más que acrecentar el interés del mundo por nuestra Feria. Se ha cambiado de ubicación, pasando de El Prado de San Sebastián al actual recinto de Los Remedios, aumentando las dimensiones y cumpliendo así el sueño de miles de sevillanos que ansían tener su propia caseta. Y también de duración, una cuestión que año tras año se presta a debate y que volverá a someterse a votación una vez concluya la edición de este año.
A pesar del paso del tiempo y de los cambios que ha traído consigo, se mantiene la esencia de lo que dura y perdura, de lo que no se compra ni se vende, de esa alegría que traspasa fronteras, del cante y el baile a deshora, de la belleza que no entiende de edades, estilos o estándares. La Feria de Sevilla está a punto de comenzar, el milagro volverá a producirse y estás a tiempo de formar parte de él… Y sí, también se hará un hueco privilegiado en tu memoria.
Comentarios
tracking