La patrullera 'Río Iro' perseguía a una narcolancha cuando se produjo la colisión en el Guadalquivir
Sevilla
La propuesta de los guardias civiles para acabar con el narco en el Guadalquivir: un servicio marítimo fluvial
JUCIL considera necesario blindar la desembocadura y actuar desde Sevilla
El trasiego de narcolanchas en el Guadalquivir obliga a tomar medidas para luchar contra las mafias del tráfico de drogas. La asociación de guardias civiles JUCIL ha reclamado este miércoles al Ministerio del Interior la creación de un servicio marítimo fluvial con base en Sevilla para controlar el río, «convertido en la autopista de la cocaína en nuestro país».
Esta petición se produce después de la colisión que se produjo anoche entre dos narcolanchas a la altura de Lebrija durante la persecución de una patrullera de la Guardia Civil. El suceso ha provocado el rescate en el agua de dos personas heridas, una de ellas de gravedad y que además tiene la condición de detenida, mientras se indaga la vinculación de un segundo herido con los hechos.
El aumento de incautaciones y avistamientos de narcolanchas en el Guadalquivir pone de manifiesto que las mafias han encontrado en este río una ruta segura para introducir grandes cantidades de droga –principalmente hachís, aunque la cocaína está ganando presencia– desde la costa atlántica hasta el interior de España.
«La falta de vigilancia efectiva en este entorno ha disparado la sensación de impunidad entre los narcotraficantes, que aprovechan la falta de control para operar sin obstáculos», según JUCIL, que considera que un servicio marítimo fluvial de la Guardia Civil permitiría blindar la desembocadura del Guadalquivir y actuar desde Sevilla, impidiendo que las narcolanchas remonten el río hasta la capital y otras localidades del interior, y dificultaría los alijos de droga al controlar puntos estratégicos del cauce.
Actualmente, según JUCIL, las patrullas en tierra tienen «escaso margen de maniobra, lo que permite la huida, mientras que con vigilancia fluvial la respuesta sería inmediata».
Ante esta situación, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, saca pecho por los resultados de su Plan Especial de Seguridad para el Campo de Gibraltar, extendido a la provincia de Sevilla, entre otras, y justifica el desmantelamiento el OCON Sur, la unidad de élite que hasta septiembre de 2022 tenía la Guardia Civil destacada en Andalucía para luchar contra el narcotráfico.
En sus menos de cuatro años de existencia, el OCON Sur fue capaz de incautar un millón de kilos de hachís, 35 toneladas de cocaína, 2.622 coches y 1.137 embarcaciones. Además, intervino 301 millones de euros y detuvo a 12.813 personas, provocando la caída de narcos como los Castaña, Kiko el Fuerte o Jesús el Pantoja. El año pasado, Marlaska alegó «cuestiones operativas» para excusar su cierre.