Valla en la piscina natural Isla Cangrejo
Los turistas muertos en Tenerife saltaron la valla y llegaron a una «trampa mortal»: «Creían que estaban a salvo»
Además de estar cerrada en esta ocasión, los carteles que presiden la entrada de la piscina natural indican con claridad ese riesgo
Cuatro turistas extranjeros han fallecido este fin de semana a causa de un golpe de mar en la piscina natural Isla Cangrejo, en Los Gigantes (Tenerife), lugar que se encontraba precintado por el peligro del oleaje desde que el viernes el Gobierno de Canarias declarase una prealerta por fenómenos costeros adversos.
Además de estar cerrada en esta ocasión, los carteles que presiden la entrada de la piscina natural indican con claridad ese riesgo, en español, inglés y alemán –Información importante para su seguridad: zona peligrosa en situación de fuerte oleaje– junto a tres fotos que ilustran cómo una ola puede arrasar con toda la piscina.
Carteles que alertan del peligro en Isla Cangrejo
A pesar de las alertas meteorológicas y de la valla que cortaba el paso a los turistas, estos hicieron caso omiso y se adentraron en esta conocida piscina natural, convertida en una trampa marítima que acabó con la vida de cuatro de ellos. Además de los fallecidos, actualmente hay una persona más que se encuentra desaparecida.
Según ha declarado este domingo el presidente de la asociación Canarias 1.500 km de Costa, Chano Quintana, esta tragedia, que a su juicio es la peor de los últimos quince años en la región insular, «los turistas creen que dentro del perímetro están a salvo, pero se convierten en trampas mortales».
Asimismo, Quintana ha lamentado que «los avisos no llegan y llevamos tiempo reclamando que cuando se activa una prealerta o alerta, todos los hoteles tendrían que advertir sobre el peligro a sus clientes con un cartel en varios idiomas: hoy no acuda a la playa, hoy no se acerque a la costa, ni siquiera para hacerse selfies», ha asegurado.
La mayoría de las víctimas de este tipo de tragedias son turistas, quienes desconocen la zona y el peligro del mar en ocasiones de fuerte oleaje. Sin embargo, tal y como ha alertado esta entidad, una ola de gran tamaño puede superar los muros de protección de la piscina natural y provocar un «efecto abanico» que inunda el vaso. Ese golpe de agua, al rebotar después hacia mar abierto, genera una corriente de retorno con la fuerza suficiente para arrastrar a cualquiera que esté dentro.
Cuatro muertos y otro desaparecido por el oleaje en Tenerife
Por su parte, el alcalde de Santiago del Teide, Emilio Navarro, ha explicado que en la tarde del domingo había unas 20 personas en el lugar, de varias nacionalidades, también españoles peninsulares, todos ellos turistas.
La prealerta ya advertía de que se esperaban olas de dos a tres metros, especialmente peligrosas durante la pleamar (que, en este caso, fue una hora antes del accidente). «El mar empieza a advertir, se ponen al borde del muro, viene una olita, parece que no pasa nada», pero ocurre, ha lamentado.
Por otro lado, el primer edil de la localidad ha confirmado que en el lugar siempre hay carteles de advertencia del peligro y que se encontraba precintado y vallado como siempre que hay alertas de fenómenos costeros, pero muchas personas «hacen palanca y se arrastran por debajo de las vallas» para acceder.