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El Ejército ruso ha lanzado una nueva ofensiva contra la región ucraniana de Donestsk

El Ejército ruso ha lanzado una nueva ofensiva contra la región ucraniana de DonestskAlexey Konovalov / TASS

Las otras sanciones olvidadas por Occidente que podrían hacer retroceder la maquinaria de guerra de Rusia

Productos químicos de uso militar han quedado hasta ahora fuera de la rondas de sanciones impuestas por la Unión Europea y Estados Unidos

Si bien la Unión Europea y Estados Unidos han aprobado una serie de sanciones contra empresas de energía rusas, bancos, proveedores militares y a la «flota en la sombra» de buques que transportan petróleo ruso hay ciertos productos clave que han quedado por fuera y que permiten a Vladimir Putin mantener literalmente 'engrasada' y 'sobre ruedas' su maquinaria de guerra.

De acuerdo con The Dekleptocracy Project, un grupo de la sociedad civil que investiga la economía bélica rusa, los responsables políticos de EE.UU., Reino Unido y la Unión Europea podrían enfocarse en sanciones contra productos químicos de uso militar e interrumpir seriamente el esfuerzo bélico de Rusia en Ucrania.

A partir de productos químicos que siguen siendo importados sin obstáculos, Rusia fabrica subproductos claves como lubricantes mecánicos y neumáticos de uso militar según detalla el texto al que tuvo acceso The Guardian.

La organización descubrió que Rusia tiene poca capacidad para fabricar a nivel nacional acelerantes de vulcanización y otras sustancias necesarias para producir neumáticos de uso militar.

Kristofer Harrison, presidente de Dekleptocracy y exexperto del Departamento de Estado en Rusia, destaca en el informe que estas importaciones como blancos «débiles y específicos», que aunque menos llamativos que los microchips y las compañías petroleras resultan difíciles de reemplazar y son esenciales para la capacidad de Moscú de desplegar carros de combate en el terreno.

Solo unas pocas empresas en el mundo fabrican aditivos químicos para lubricantes de uso militar y casi todos dejaron de vender estos aditivos a Rusia al inicio de su invasión a gran escala lanzada contra Ucrania, lo que provocó escasez generalizada.

Sin embargo Dekleptocracy descubrió que una empresa china, Xinxiang Richful, satisface ahora gran parte de la demanda rusa, suministrando hasta 8 millones de kg al mes. Richful montó recientemente una oficina en Virginia, Estados Unidos. «Bloquearlo, así como a algunos proveedores más pequeños, provocaría una escasez de lubricantes mecánicos en Rusia», explicó el informe del grupo.

El secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, dijo en una reunión del G7 la semana pasada que la mayoría de las opciones importantes de sanciones ya habían sido tomadas en cuenta. «Bueno, ya no queda mucho que sancionar por nuestra parte, quiero decir, atacamos a sus principales petroleras, que es lo que todos han estado pidiendo» indicó el jefe de la diplomacia estadounidense.

Sin embargo, Tom Keatinge, director del centro de finanzas y seguridad del Royal United Services Institute, el principal centro de pensamiento de defensa del Reino Unido, señaló a The Guardian que los hallazgos de Dekleptocracia son un trabajo valioso y una prueba de que la definición de nuevos objetivos de sanciones sigue vigente.

«Mientras Rusia consiga con éxito los componentes que necesita para su ejército, y mientras Rusia venda con éxito su petróleo, el medio ambiente sigue siendo rico en objetivos», agregó Keatinge.

Rusia tiene una industria petrolera fuerte, pero carece de fabricantes nacionales de productos químicos menos conocidos pero importantes, incluidos aditivos alimentarios y sustancias utilizadas para fabricar neumáticos, productos farmacéuticos y champú. Moscú inició a principios de este año una iniciativa para producir cientos de productos químicos a nivel nacional, una prueba más de que el sector es una debilidad, según Dekleptocracia.

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