¿Ha caído Pokrovsk? Las diferentes versiones sobre la situación en la estratégica ciudad del Donbás

Este martes, el mismo día que recibía en el Kremlin al enviado especial de Estados Unidos –el timing es crucial–, el presidente ruso, Vladimir Putin, acompañado del jefe del Estado Mayor, Valeri Guerasimov, anunció la conquista por parte de sus tropas de la ciudad de Pokrovsk, uno de los últimos grandes bastiones ucranianos en el este del país. Putin, vestido con uniforme militar, agradeció el éxito a los comandantes y subrayó que la toma de Pokrovsk permitiría cumplir «las principales misiones planteadas desde el inicio de la operación militar especial».

El Ministerio de Defensa ruso fue aún más allá al dar por terminada oficialmente la operación, calificándola como el mayor éxito militar desde 2023. Moscú también aseguró haber infligido centenares de bajas al Ejército ucraniano y haber avanzado en otros sectores del frente, especialmente en Zaporiyia y Járkov.

Sin embargo, desde Kiev la respuesta fue inmediata. El grupo operativo ucraniano responsable del frente oriental negó que Pokrovsk haya sido conquistada y aseguró que «las operaciones de búsqueda, asalto y eliminación del enemigo continúan dentro de la ciudad». Según esta versión, las tropas rusas intentaron izar una bandera en un distrito céntrico en una maniobra de propaganda, pero se retiraron posteriormente tras ser repelidas por unidades ucranianas. También confirmaron que Ucrania mantiene posiciones defensivas en la ciudad satélite de Mirnograd.

El mapa del proyecto ucraniano DeepState, una de las principales referencias de análisis militar de fuentes abiertas, refleja bien esta situación intermedia. Según sus datos, el centro de Pokrovsk ya se encuentra bajo control ruso, mientras que gran parte de los barrios del norte aparecen como «zona gris», es decir, territorio en disputa con combates activos.

Esta lectura es compartida por analistas occidentales y por agencias como Reuters, que han confirmado la autenticidad de vídeos difundidos por Rusia, donde se observa a soldados izando la bandera en una plaza del centro urbano, aunque sin poder verificar la fecha exacta de esas imágenes. Al mismo tiempo, fuentes militares ucranianas aseguran seguir lanzando contraataques locales contra posiciones rusas en el sur de la ciudad y mantienen abiertas rutas logísticas hacia los distritos aun bajo su control.

Por qué Pokrovsk es clave

Antes de la guerra, Pokrovsk contaba con unos 60.000 habitantes y era uno de los principales nudos ferroviarios y de carreteras del oeste del Donbás. Durante meses ha sido un pilar fundamental de la defensa ucraniana en la región de Donetsk, permitiendo sostener el suministro hacia otros bastiones como Kramatorsk y Sloviansk.

Su valor estratégico, sin embargo, ha ido cambiando con el paso del tiempo. Los constantes ataques rusos sobre las vías principales obligaron a Ucrania a desviar parte de su logística por rutas secundarias, reduciendo el papel de Pokrovsk como gran centro de abastecimiento. Aun así, su caída abriría a Rusia un posible avance hacia el norte del Donbás y consolidaría el dominio ruso sobre más de tres cuartas partes de la región.

Para el Ejército ruso, la toma de Pokrovsk tiene además un fuerte valor simbólico. Tras meses de avances lentos y extremadamente costosos en bajas, lograr derrotar uno de los últimos grandes baluartes ucranianos supondría una victoria con impacto psicológico, tanto dentro de Rusia como en el plano internacional.

A diferencia de la sangrienta batalla de Bajmut, donde la artillería y los asaltos frontales masivos marcaron el ritmo, en Pokrovsk la guerra se ha vuelto mucho más fragmentada. Según análisis militares recientes, los enfrentamientos ya no se libran tanto por grandes bloques de terreno, sino por edificios concretos, calles y manzanas, con protagonismo de drones, francotiradores e infiltraciones nocturnas de pequeñas unidades.

El almirante retirado Juan Rodríguez Garat, en un análisis publicado semanas atrás, señalaba que, desde una lógica estrictamente militar, Ucrania lleva tiempo aplicando una estrategia de «intercambiar espacio por tiempo». En ese marco, la defensa de Pokrovsk, aun siendo relevante, no sería decisiva por sí sola si no va acompañada de un cambio político o estratégico mayor. Para Garat, la posible caída de la ciudad, cuando se produzca plenamente, no necesariamente significará una derrota estructural de Ucrania, del mismo modo que otras pérdidas anteriores no han supuesto el colapso del frente.

El 'timing' político de los anuncios

Uno de los elementos más llamativos del anuncio ruso es el momento en el que se produce. La proclamación de la «conquista total» de Pokrovsk coincidió con la llegada a Moscú del emisario estadounidense Steve Witkoff para continuar las negociaciones sobre un posible plan de paz. El vídeo de Putin felicitando a sus generales refuerza la idea de una escenificación cuidadosamente calculada.

Desde Ucrania, el presidente Volodimir Zelenski denunció que Rusia había activado «nuevas campañas de desinformación» coincidiendo con la visita de la delegación estadounidense. Y analistas ucranianos como Andríy Kovalenko, responsable del Centro contra la Desinformación, subrayaron que la proclamación de la victoria en Pokrovsk estaba dirigida «exclusivamente a audiencias occidentales» con el objetivo de endurecer la posición negociadora del Kremlin.

No sería la primera vez que ocurre algo así. En noviembre, Rusia también anunció la supuesta conquista de Kupiansk justo cuando Estados Unidos trasladaba un primer borrador de acuerdo a Kiev. Semanas después, incluso blogueros militares rusos reconocieron que aquel avance había sido exagerado.