Foto de familia de la XXIX Jornada de Empresarios y Directivos
«La IA debe promover el bien común y evitar su uso con fines egoístas»
El encuentro del Club Universitario Ariany reúne a líderes empresariales, académicos y autoridades para debatir sobre ética, tecnología y libertad económica en la era de la inteligencia artificial
La XXIX Jornada de Empresarios y Directivos, organizada por el Club Universitario Ariany, reunió este sábado en Palma a representantes del mundo empresarial, académico y político para reflexionar sobre los desafíos éticos, tecnológicos y humanos de la empresa actual. El encuentro, celebrado en las instalaciones del colegio Aixa-Llaüt, buscó ofrecer «un foro donde el rigor académico, la visión práctica y la reflexión ética confluyan sobre el papel de la empresa en el desarrollo integral de la persona», según su organizador, Paco Bouthelier.
El director del centro anfitrión, Carlos Beltrán, subrayó la relevancia del lugar elegido: «Celebrar la jornada en el Parc Bit refleja nuestra voluntad de vincular la reflexión empresarial con la innovación y el progreso tecnológico, pilares del futuro económico de las Islas».
La inauguración contó con la presencia de la presidenta del Gobierno balear, Marga Prohens, quien reivindicó el humanismo cristiano como fundamento del progreso tecnológico. «No hay inteligencia artificial sin inteligencia artesanal y humana», afirmó, recordando además que el Ejecutivo autonómico «siempre estará al lado de las empresas, los emprendedores y los autónomos de Baleares, cuna del turismo del siglo XXI».
Entre las autoridades asistentes se encontraban el vicepresidente y consejero de Economía, Toni Costa; el consejero de Empresa, Alejandro Sáenz de San Pedro; el presidente del Parlamento, Gabriel Le Senne; además de la
directora de patrimonio y tesoro, Susana Pérez; la directora de Economía, Cati Barceló y el concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Palma, Oscar Fidalgo.
IA, decisiones y humanismo
La primera ponencia corrió a cargo de Marco Tulio Daza, profesor de la Universidad de Guadalajara (México), quien abordó el tema «La inteligencia artificial para empresarios y directivos: cómo entenderla, usarla y gobernarla bien». Daza advirtió sobre los riesgos éticos de la IA y la necesidad de «prestar atención al impacto que pueda tener en los derechos humanos».
A continuación, Miguel Ángel Aliño, profesor del IESE, analizó los retos de la toma de decisiones empresariales en contextos de alta incertidumbre. «Toda decisión tiene efectos sobre quienes nos rodean. El reto está en que no genere más conflictos que los que pretende resolver», señaló.
En este sentido, subrayó que «no hay que olvidar que siempre, incluso en un entorno estable y calmado, la toma de decisiones por parte de los responsables empresariales produce efecto en quienes nos rodean y en quienes están involucrados en el concreto proyecto. Tomamos decisiones para obtener objetivos o para resolver problemas si bien la concreta decisión no puede coadyuvar a generar un conflicto o mayores dificultades que las que se intentaba evitar o diluir».
Tras una pausa, el filósofo Jaime Nubiola, profesor emérito de la Universidad de Navarra, ofreció una conferencia sobre «La vitalidad intelectual del empresario y directivo». Autor de 17 libros y más de 150 artículos, Nubiola reivindicó la curiosidad como motor de liderazgo y repitió uno de sus lemas: «Más libros, más libres».
Compromiso con la libertad económica
La clausura corrió a cargo del vicepresidente del Gobierno balear, Antoni Costa, quien destacó el compromiso del Ejecutivo con la «simplificación y racionalización administrativa». Anunció que, tras la primera ley de simplificación, el Gobierno balear trabaja ya en una segunda norma «centrada en la liberalización económica», y defendió que «la administración no puede ser un muro», sino que «debe ponerlo fácil». «Debemos dejar atrás las etapas de gobiernos intervencionistas, que trataban de controlarlo todo, y apostar decididamente por la libertad», añadió.
En la despedida, Paco Bouthelier evocó unas palabras del Papa León XIV pronunciadas en su primer discurso a los cardenales el 10 de mayo de 2025: «Los avances en la inteligencia artificial plantean nuevos desafíos para la defensa de la dignidad humana, la justicia y el trabajo». Añadió que la IA «no debe sustituir la inteligencia humana, sino servir como herramienta complementaria para promover el bien común y evitar su uso con fines egoístas o destructivos».