Imagen de archivo de un profesor impartiendo clase
La ‘receta’ de los sindicatos independentistas de Baleares ante el fracaso escolar: más catalán
STEI y UOB exigen un «plan de choque» para imponer la inmersión lingüística total y critican a Prohens por «frenar la normalización»
Ni la mitad de los alumnos de Baleares aprueba catalán al acabar la ESO
Los sindicatos independentistas de Baleares tienen clara su receta para mejorar el fracaso escolar: más catalán. Aunque los últimos resultados del Instituto de Evaluación y Calidad del Sistema Educativo (IAQSE) muestran un nuevo desplome en el nivel de esta lengua, STEI y UOB reclaman un «plan de choque» que refuerce la inmersión lingüística en catalán, un modelo que relega el español a la asignatura de Lengua Castellana, es decir a la misma altura que un idioma extranjero.
Los datos del pasado curso 2024-2025 confirman la tendencia de los últimos años: el catalán no remonta. En el último curso de Secundaria, sólo el 46 % de los estudiantes alcanza un nivel de competencia satisfactorio en catalán. Dicho en otras palabras, ni la mitad aprueba. En castellano lo logra el 52 %, en inglés el 54 % y en matemáticas entre el 35,6 % y el 43 %, según la modalidad cursada —científica o aplicada a las ciencias sociales—. Al tratarse de la primera edición de la prueba en 4º de ESO, no existen datos comparativos con años anteriores.
En 4º de Primaria, en cambio, sí puede observarse una evolución positiva. Los alumnos suben 2,5 puntos en inglés (51,5 % con la competencia asumida), 7 en castellano (60 %), 5 en catalán (54 %) y 4,5 en matemáticas (51,5 %).
El desglose por islas revela un fuerte contraste territorial. En Mallorca, el nivel de catalán mejora, pero en Menorca cae ocho puntos y se sitúa en un 47 % de alumnos con dominio suficiente —un descenso llamativo en una isla que tradicionalmente encabezaba estas evaluaciones—. En Ibiza y Formentera, la competencia en catalán baja 4,9 puntos, hasta un 33,1 %.
Secundaria se estanca y cae el catalán
En 2º de ESO, la tendencia se invierte. El catalán registra un retroceso de 15 puntos: pasa del 59 % al 44 % de alumnos con nivel satisfactorio, dejando de ser la competencia mejor valorada para situarse entre las más bajas. El inglés también cae, ocho puntos menos que el curso anterior, y se queda en el 43 %.
El castellano mantiene una evolución positiva, con una subida de tres puntos hasta el 59 %, consolidándose como la asignatura con mejores resultados en este nivel. Las matemáticas apenas avanzan dos puntos, rozando el 50 % de estudiantes con competencia asumida. En 4º de ESO, el nivel es aún más bajo en todas las áreas.
A pesar de este panorama, el STEI exige aplicar «sin demora» el acuerdo de mejora de 2023, que prevé «ampliar el uso del catalán» en todas las etapas educativas. La UOB, más radical en su planteamiento, plantea que sea la única lengua vehicular, lo que supone apartar totalmente al castellano del sistema escolar.
Los sindicatos, que apoyaron abiertamente el referéndum ilegal en Cataluña, acusan a Prohens de «estar favoreciendo la sustitución lingüística en vez de la normalización». Acusan a la Consejería balear de Educación de falta de compromiso político con la «normalización lingüística».
El STEI se ha dedicado a boicotear la implantación del plan piloto de libre elección de lengua en los colegios implantado por el actual gobierno de Marga Prohens en el curso pasado. El sindicato mandó cartas a todos los centros educativos para fiscalizar la adhesión al plan de libertad lingüística del PP y pedir que le «dieran la espalda», ya que es voluntario para los colegios; y reivindicó a los colegios público como «muro de contención a favor del catalán».
El plan piloto de elección de lengua del PP permite estudiar dos asignaturas no lingüísticas (como matemáticas y conocimiento del Medio) en castellano, es decir, un 25 % del horario escolar, como marcan las resoluciones judiciales en Cataluña.
Once centros concertados de Baleares se adhirieron en el primer año del plan piloto de elección de lengua, implantado inicialmente en 4º de primaria; en este curso ya son una veintena. Pese a que los sindicatos sostienen que la adhesión es mínima, miran con recelo cómo hay centros educativos que se escapan de su control y deciden sumarse al bilingüismo. Una apertura lingüística que supone una esperanza a las familias que tenían que irse a la privada para estudiar en su lengua materna.
La OCB, principal entidad soberanista de las Islas, considera que este plan de libre elección de lengua es «nocivo, ilegal y no equitativo» e intentó sin éxito que la justicia lo frenara.
Los resultados escolares vuelven a evidenciar que la inmersión lingüística, presentada como un «modelo de éxito», no garantiza el dominio del catalán. En parte, por la llegada de alumnado inmigrante sin conocimiento previo de la lengua, pero también porque el catalán, que se pretende vehículo de cohesión, es percibido en muchos casos como una imposición.