Imagen de archivo de un hotel
Mallorca alarga su temporada: uno de cada cinco hoteles ya abre todo el año y los turistas gastan más de 200 euros al día
Seis de cada diez hoteles extienden su actividad hasta noviembre y la isla lidera el gasto turístico nacional, un 30 % por encima de la media española
Mallorca rompe con la antigua lógica de los meses muertos. Por tercer año consecutivo, uno de cada cinco hoteles permanece abierto todo el año, y seis de cada diez prolongan su actividad de febrero a noviembre. Lo que antes era una rareza se ha convertido en tendencia estructural: la isla ya sabe sostenerse más allá del verano, garantizando empleo estable y reforzando su competitividad en el turismo nacional e internacional.
En apenas siete años, la proporción de establecimientos abiertos de manera continuada se ha duplicado, pasando del 10 al 20 %. «Estos datos confirman que la ampliación de la temporada no es coyuntural, sino estructural, fruto de la inversión y de una gestión profesional y eficiente que ha consolidado la estabilidad del sector. Lo importante no es crecer más, sino hacerlo mejor», defiende estos días Javier Vich, presidente de la Federación Empresarial Hotelera de Mallorca, durante la World Travel Market de Londres.
La previsión para 2026 evidencia la estrategia. Casi el 40 % de la planta hotelera estará activa en febrero y el 70 % en marzo. Se trata de un salto estratégico más que cuantitativo para adelantarse a los cambios de hábitos de los turistas y ofrecer experiencias segmentadas y de mayor valor.
El modelo se refleja también en cifras económicas. Entre enero y septiembre de 2025, Mallorca recibió 10,8 millones de turistas internacionales, apenas un 3 % más que el año anterior, pero generó un incremento del 6 % en gasto total, hasta 13.480 millones de euros.
El gasto medio por persona alcanzó 1.248 euros, mientras que el gasto diario superó por primera vez los 200 euros, situándose en 200,5, un 30 % por encima de la media española.
Es decir, «el gasto crece el doble que las llegadas, un señal inequívoca de que la rentabilidad avanza por delante del volumen», explica el presidente de la Federación Hotelera de Mallorca, que asegura que los hoteleros han aprendido a generar más rentabilidad con el mismo número de pernoctaciones. «Esto es eficacia, no euforia, y es lo que consolida la voluntad de rebajar la curva del tercer trimestre y engrosarla en el primero y el segundo», remachó.
Alfombra roja
La estrategia mallorquina se centra también en diversificar la oferta y atraer segmentos de alto valor como el turismo deportivo, cultural y congresual, especialmente en los meses tradicionales de menor actividad. Mallorca no persigue más turistas sino más valor por visitante, extendiendo la temporada sin sacrificar calidad ni profesionalización.
«El mercado reconoce el valor del esfuerzo que hacemos. Mallorca no debe buscar crecer más, sino crecer mejor», insistió Vich, generando más valor, más empleo estable y «más prosperidad compartida para todo el territorio».
En la última década, la FEHM ha transformado su oferta turística con más de 3.500 millones de euros en inversiones que han elevado el 80 % de sus hoteles a cuatro y cinco estrellas. Este cambio atrae un perfil de huésped más exigente y prolonga la actividad anual. «Además, se traduce en mejores condiciones laborales, estabilidad y salarios más altos gracias a la negociación colectiva», recalca Vich.
La patronal advierte también de que no se deben adoptar medidas que puedan perjudicar a los turistas fidelizados, para evitar que busquen otros destinos donde se les reciba con «alfombra roja». El mensaje surge ante el posible impacto de una subida del impuesto de turismo sostenible (ITS) o de los precios de los hoteles, que podría desviar al turismo familiar que cada verano elige Baleares hacia países como Turquía.