Una valla de Vox con burka acaba en la Fiscalía por un delito de odio: «Defiende los valores occidentales»

La misma imagen que en Almería, pero sin logotipos de partido: a la izquierda, una mujer con burka; a la derecha, otra en tirantes y con el pelo suelto. A un lado, la pregunta: ¿Qué España quieres? Y en el centro, la respuesta: Nosotros lo tenemos claro. La campaña publicitaria lanzada por Vox en Palma, Inca, Menorca e Ibiza ha terminado ante la Fiscalía por posible incitación al odio.

El Juzgado de Instrucción número 6 de Palma investiga desde septiembre la iniciativa y ha pedido ahora a la Fiscalía que determine su alcance, el número de vallas instaladas, las fechas y los responsables de su colocación. Según Podemos, que presentó la querella, el caso ya no se limita a Palma, sino que busca esclarecer si se trata de una acción coordinada a nivel autonómico o incluso nacional.

La abogada y exdiputada de Podemos, Cristina Gómez, reclama que el presidente del Parlament balear y líder de Vox en las islas, Gabriel Le Senne, declare como máximo responsable político. «Debe rendir cuentas por las acciones de su partido en el archipiélago», sostiene Gómez, que ejerce de letrada en la causa.

La Fiscalía someterá las vallas al llamado Test de Rabat, una herramienta de la ONU diseñada para distinguir entre libertad de expresión e incitación al odio. «Evalúa cuándo un discurso traspasa la línea y se convierte en un mensaje de odio», resume Gómez.

También la portavoz de Podemos en el Ayuntamiento de Palma, Lucía Muñoz, cargó contra la campaña «racista, machistas e islamófoba», y la consideró «un ataque directo contra miles de mujeres que viven en la ciudad y que tienen derecho a vestir como quieran y vivir sin miedo».

La portavoz la calificó de «feminazionalista» y advirtió de que "sólo defiende a la mujer blanca occidental y no a todas las mujeres». Por su parte, Cristina Gómez cargó con dureza contra los carteles: «Lo que pretende Vox, como partido neofascista, con esta campaña, es ir contra las mujeres, aunque lo disfrace de feminismo», apostilló.

Por su parte, Vox sostiene que la campaña no es racista ni islamófoba, sino «una defensa de la libertad y de los valores occidentales frente al integrismo islámico, que denigra a las mujeres». El partido asegura que su objetivo era «denunciar las cárceles de tela a las que se somete a las mujeres bajo la cultura del islam», y advierte de «un cambio demográfico creciente y preocupante con la introducción de culturas incompatibles con los valores democráticos de libertad».

En sus redes sociales, Vox presentó la acción con un mensaje en el mismo tono: «En las calles algo ha cambiado, y no para bien: sustitución cultural, inseguridad, violencia. En Vox decimos basta. Queremos una España segura y en paz, donde reine la libertad. Y tú, ¿qué España quieres?».

En Almería, este verano, la campaña de Vox provocó un fuerte revuelo mediático y político: los carteles vinculaban explícitamente a la mujer con burka con el PP y el PSOE, mientras que la mujer sonriente, bronceada y con el cabello suelto representaba a Vox, generando un debate sobre la asociación de identidad política y cultural. En Baleares, la réplica de la campaña mantiene el mismo formato visual —mujer con burka frente a mujer con ropa occidental— pero sin ninguna mención a partidos políticos.

A la espera de las conclusiones de la Fiscalía, Vox Baleares afirma que la campaña ya ha concluido. «Duró 15 días y no queda ninguna valla», zanjó.