Playa del Puerto de Sóller

Playa del Puerto de SóllerEuropa Press

Este pueblo de Mallorca no quiere palas, música alta, ni «pelotazos» en sus playas

La nueva ordenanza del Ayuntamiento de Sóller para la mejora de la convivencia limita las actividades y prevé multas de hasta 3.000 euros para los infractores

La intensa aglomeración de bañistas en sus playas ha llevado al Ayuntamiento de Sóller a redactar una nueva ordenanza municipal que estipula lo que no podrá hacerse más en este espacio. El texto, que se debatirá en el próximo pleno, limita actividades tan habituales como jugar a pelota o poner música en temporada alta, y fija sanciones que alcanzan los 3.000 euros. El alcalde, Miquel Nadal, insiste en que el objetivo no es prohibir el juego infantil, sino evitar que las playas se conviertan en centros deportivos.

Una ordenanza para evitar conflictos

La ordenanza nace de la gran densidad de personas en la playa durante la temporada alta. El propio Ayuntamiento reconoce que el motivo ha sido la dificultosa convivencia entre bañistas que buscan tranquilidad y los que practican juegos o actividades deportivas en zonas sin espacio suficiente.

«Lo que nosotros decimos en la ordenanza es que en temporada alta está toda la gente aglomerada, de esta manera, a la hora de jugar, se tiene que diferenciar, para jugar debes moverte unos metros a un espacio más amplio», explicó el alcalde en declaraciones a IB3.

Subraya que la intención no es prohibir, por ejemplo, a los menores jugar, sino garantizar que las playas no se transformen en un centro deportivo donde una pelota pueda causar accidentes.

«Pelotazos» y música alta

El nuevo marco normativo responde a quejas de vecinos que han sufrido molestias o incidentes durante el verano. Los vecinos se quejan de que «hay algunos que pegan pelotazos». La ordenanza también incluye la prohibición de poner música alta que pueda molestar.

Sin embargo, la ordenanza genera debate porque mientras algunos agradecen la regulación, otros temen que limite demasiado la actividad infantil. Los padres son los que quedan más insatisfechos con las nuevas normas. «Entiendo la gente que quiere tomar el sol tranquilamente, pero, por otro lado, qué hacemos nosotros con los niños, no los podemos sentar en una silla y que no se muevan».

Otras medidas

La ordenanza introduce más prohibiciones destinadas a mejorar la convivencia. Prohíbe también utilizar radios, altavoces o cualquier aparato que genere un ruido molesto. Además, se veta cualquier forma de acampada o pernoctación nocturna, reforzando así el control sobre la ocupación indebida del espacio público.

Otro de los puntos relevantes es la prohibición absoluta de encender fuego en la playa, así como de utilizar material pirotécnico o utilizar bombonas de gas y líquidos inflamables, elementos que el Ayuntamiento considera un riesgo para la seguridad. En cuanto a los juegos y actividades deportivas, se permitirá practicarlos únicamente en zonas amplias y siempre que no supongan peligro para otros usuarios. La Policía Local podrá intervenir en caso de que se produzcan molestias o incidentes relacionados con pelotas u otros elementos similares.

El texto también regula la actividad comercial y publicitaria en los arenales, impidiendo la difusión de publicidad sin autorización expresa del consistorio. En lo referente a la navegación, se prohíbe la circulación de embarcaciones deportivas dentro de las zonas de baño, donde solo estarán permitidos los flotadores, las colchonetas y las embarcaciones de salvamento.

La limpieza es otro de los temas centrales de la ordenanza. Queda terminantemente prohibido ensuciar la arena, el agua o los accesos, así como utilizar las papeleras para arrojar líquidos, brasas o residuos voluminosos. Además, se restringe el uso de vidrio la playa por motivos de seguridad, una medida que busca evitar cortes y accidentes frecuentes durante los meses de mayor afluencia.

La presencia de mascotas también queda completamente prohibida en temporada alta, con la excepción de los perros, guía o los animales destinados a labores de salvamento. Durante la temporada baja sí podrán acceder, pero siempre con correa y, en caso necesario, con bozal.

Sanciones

La ordenanza establece sanciones divididas en tres niveles. Las infracciones leves podrán acarrear multas de hasta 750 euros, mientras que las graves podrán alcanzar los 1.500. Las muy graves, por su parte, se sancionarán con hasta 3.000 euros. Aunque no habrá vigilancia policial permanente en la playa, los agentes podrán intervenir siempre que se detecte un incumplimiento de la normativa.

Finalmente, el Ayuntamiento también ampliará el horario de los socorristas, que se prolongará hasta las 20.00 horas durante los meses de mayor actividad, con el objetivo de reforzar la seguridad y dar respuesta al creciente número de visitantes.

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