Plaza Vieja de Albacete junto a 'La Chata' actual

Plaza Vieja de Albacete junto a 'La Chata' actualFundación Toro Lidia

Un toro de Palha acabó con la Plaza Vieja de Albacete: se construyó para una vida útil de 5 años y duró 88

El astado portugués perpetró una serie de destrozos en la Feria de 1916 que concluyeron en la demolición de la Plaza Vieja

La plaza de toros de Albacete está considerada como «una de las más excelentes de España». Esta declaración entrecomillada la emitió el mismo José María Cossío, autor del mítico tratado taurino 'El Cossío'.

La obra recoge la historia de la tauromaquia, desde sus orígenes y es considerada por muchos aficionados y críticos como 'la Biblia del toro'. En ella se recoge el vocabulario, grandes figuras, técnicas, influencia de la tauromaquia en otras artes y por su puesto, los diferentes templos taurinos, donde el escritor sentenció para la de Albacete su relevante importancia.

La Feria de Albacete, si bien presenta la temporada grande de la lidia del toro en la ciudad, no es el único momento donde 'La Fiesta Nacional' tiene protagonismo. En 2011, tuvieron lugar hasta veintiséis festejos. Una cifra muy por encima de algunas plazas, catalogadas de primera, en España.

La plaza de 'La Chata'

Plaza de Toros de Albacete

Plaza de Toros de AlbaceteConsuelo López

Más allá de su evidente dedicación a la tauromaquia, como plaza de toros que es, la de Albacete destaca propiamente por su belleza arquitectónica. Siguiendo tendencias de la época, la construcción cuenta con una clara influencia mudéjar. El estilo queda de manifiesto en sus torretas y sobre todo, en la puerta principal en arco de herradura por donde salen a hombros los triunfadores de la tarde.

Además, destaca su graderío cubierto para poner la guinda a una plaza histórica, que escribe sus andanzas desde 1917. Como antecedente, justo al lado, se encontraba la Plaza Vieja, donde fue el propio toro quien la hirió de muerte tras 88 años de festejos.

La Plaza Vieja

Plaza Vieja de Albacete

Plaza Vieja de AlbaceteFundación Toro de Lidia

Albacete cuenta con varios antecedentes de lugares ideados para la celebración del festejo taurino. Si hablamos de plaza como tal, la Vieja, es la primera de todas y comenzaría su historia a principios del siglo XIX gracias a la iniciativa privada.

Los empresarios de la época y primeros del mundo taurino en Albacete, Francisco Cuesta y Antonio Sánchez, solicitaron la explotación de la plaza por cinco años para poder efectuar un importante donativo de los beneficios a la manutención del hospital de San Julián. En 1828 comenzó el proceso para gestar su construcción y se oficializó la concesión para la realización de cinco corridas de toros coincidiendo con la Feria de septiembre y durante los próximos cinco años.

De este modo, se firma el acuerdo para la donación de 1.500 reales para el hospital donde entraban militares aquejados de enfermedad y que por entonces se encontraba en una situación lamentable.

Con todo acordado comenzó la obra de esta plaza a base de piedra, ladrillo y tierra para dar lugar a dos pisos de altura, donde se distinguían tendido, graderías y palcos. Con rapidez fulgurante, se culminó en 1829 y el nueve de septiembre del mismo año, se inauguró con diez toros. Cinco de ellos de la ganadería Fernando Freire (Alcalá del Río) y otros cinco de Gil Flores (Albacete) para la lidia que ejecutaron los reconocidos Manuel Lucas Blanco y Juan Jiménez 'El Morenillo'.

Cándido Martínez 'Mancheguito'

Cándido Martínez 'Mancheguito'Avance Taurino

Por avatares de la época, la plaza no estaba reservada exclusivamente a la lidia, también acogió las ya extintas prácticas de perros de presa contra toros. Además, en 1895, tomaría la alternativa Cándido Martínez 'Mancheguito', primer torero conocido de Albacete, que recibió los trastos de 'Fabrilo'.

Un toro de Palha acabó con la vida de la Plaza Vieja

La plaza no murió a los cinco años acordados, perduró hasta los 88, cuando en 1916 un toro de la ganadería portuguesa Palha protagonizó una serie de destrozos en los corrales y pasillos de los chiqueros que evidenciaban la necesidad de acometer la construcción de la que hoy se conoce como 'La Chata'.

El toro en cuestión saltó al callejón enfrentándose posteriormente a las tablas y corneando con furia puertas y todo tipo de elementos a su paso. Finalmente, mientras se temía su acceso al tendido, embistió en el ruedo donde se llevó por delante hasta un burladero. La plaza ya estaba herida de muerte y antes de que cayera por pura vejez, se decidió atajar un nuevo proyecto justo al lado de donde la primera plaza de toros de Albacete se ubicaba.

La actual plaza mantiene su estatus de excelencia taurina y presenta un cartel para este 2025 a la altura de su historia. Entre el 8 y el 17 de septiembre, 'La Chata' acogerá una corrida de rejones, siete de toros y dos novilladas que seguirán engrandeciendo la arena de su coso.

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