Queso manchego
Siete quesos de Castilla-La Mancha que arrasan en el mundo y que harán brillar tu mesa esta Navidad
La excelencia quesera de la región conquista los World Cheese Awards 2025 y convierte cada bocado en un homenaje navideño al sabor manchego
La Navidad se acerca con ese brillo que enciende las casas y transforma la mesa en un pequeño ritual familiar. Este año, Castilla-La Mancha llega con un regalo inesperado: siete quesos que han conquistado al jurado de los World Cheese Awards 2025, el mayor certamen internacional del sector. Todos ellos han sido reconocidos con la máxima distinción, Super Gold, una categoría reservada a las elaboraciones capaces de emocionar incluso a los paladares más exigentes. Ahora, lejos de las vitrinas de Berna y muy cerca del mantel, se preparan para ocupar un lugar de honor en las celebraciones navideñas.
La Navidad que huele a queso manchego
La última edición del concurso reunió más de 5.200 quesos procedentes de 45 países. En ese mapa global, Castilla-La Mancha volvió a dibujar su propio territorio, uno que se reconoce por la leche de oveja, por el tiempo de las cuevas, por el silencio de los secaderos y por esa sabiduría que solo se hereda viviendo entre rebaños. Este diciembre, ese saber antiguo se traduce en una selección de quesos capaces de transformar cualquier mesa en un paisaje sensorial.
La elegancia trufada que abre la celebración
Entre las joyas manchegas aparece, con una presencia poderosa, el Castillo Peñas Negras Trufado, elaborado en Mora (Toledo). Su carácter profundo y perfumado lo convierte en un invitado perfecto para inaugurar el festín navideño. Es un queso que no necesita hablar demasiado: basta acercarlo para que su aroma marque el tono de la noche.
Castillo Peñas Negras Trufado, elaborado en Mora (Toledo)
El romero como hilo conductor del paisaje manchego
En los Yébenes (Toledo), el Curado al Romero de Valle de los Molinos recuerda que en Castilla-La Mancha el monte también se come. La leche cruda y la corteza cubierta de romero construyen un queso que huele a campo abierto, a caminos silenciosos y a cocinas antiguas. Sus piezas, que rondan los sesenta y seis euros según formato, se han convertido en un imprescindible para quienes buscan un sabor que abriga y reconforta.
Curado al Romero de Valle de los Molinos
En Socuéllamos (Ciudad Real), la tradición toma un rumbo más intenso con el Añejo de Oveja al Romero de Vega Sotuelamos, una elaboración robusta y aromática que se alza como el broche final de cualquier tabla. Su precio, situado entre los veinte y veinticinco euros, lo convierte en una opción accesible sin renunciar a un carácter inconfundible.
Añejo de Oveja al Romero de Vega Sotuelamos
La joya bañada en oro líquido de Pulgar
En el corazón de Toledo, en Pulgar, la tradición quesera se alía con otro de los grandes tesoros de la tierra. Así nace el Queso de Mezcla en AOVE de Esperanza del Castillo, una pieza que se embadurna pacientemente en aceite de oliva virgen extra durante su maduración. El resultado es un queso que huele a pueblo, a bodega fresca y a despensa antigua, con una corteza aromática y un interior profundo, elegante, casi emocional. Sus piezas suelen situarse entre los 70 y 75 euros, según tamaño, y se han convertido en uno de los pequeños tesoros más buscados para las mesas navideñas.
Queso de Mezcla en AOVE de Esperanza del Castillo
La esencia eterna del manchego
En Ciudad Real, Quesos La Casota mantiene viva la esencia más pura de la DOP con su Marantona Semicurado, una pieza que demuestra por qué el manchego sigue siendo un emblema internacional. Su equilibrio entre suavidad y profundidad, afinado durante cuatro meses, invita a repetir bocado una y otra vez. En el mercado suele encontrarse entre setenta y setenta y cinco euros, un precio acorde a su prestigio y a la calidad de una elaboración que nunca falla en las grandes ocasiones.
Quesos La Casota Marantona Semicurado
Los quesos que crean armonía en la mesa
No todas las piezas aspiran a ser protagonistas; algunas se convierten en el elemento que une, que equilibra, que acompaña sin pretender imponerse. Es el caso del Burgos Natural de García Baquero, fresco, ligero y familiar, una opción que aporta suavidad y descanso entre bocados más intensos. Su precio, cercano a los diez euros el kilo, lo convierte en una alternativa perfecta para grandes reuniones.
En Villarrobledo, el Curado de Mezcla de Lactalis Forlasa representa ese equilibrio clásico que gusta a todos: un sabor redondo, reconocible, profundamente manchego, que encuentra su sitio tanto en un aperitivo improvisado como en una sobremesa larga de Nochebuena.
Curado de Mezcla de Lactalis Forlasa
El queso como centro de la celebración
Elegir queso para Navidad no es solo una cuestión gastronómica, sino también un acto emocional. Cada pieza aporta un tono distinto a la velada: los trufados introducen la sofisticación, los curados evocan tradición, los frescos aportan suavidad y los añejos sellan el final del viaje con un golpe de carácter. Las mesas que incorporan estas elaboraciones no solo ofrecen variedad; cuentan una historia. Hablan de pueblos donde el silencio aún se mide por ordeños, de manos que voltean las piezas como si fueran pequeñas reliquias y de un territorio que ha aprendido a convertir su paisaje en sabor.
Una Navidad que sabe a patrimonio
Siete quesos, siete formas de entender la tierra y una única certeza: Castilla-La Mancha no solo produce alimentos; produce identidad. Esta Navidad, cuando los brindis recorran la mesa y los platos pasen de mano en mano, estos quesos recordarán que el sabor también puede ser un territorio. Uno que, este año, ha sido reconocido entre los mejores del mundo y que tiene ahora un destino claro: tu mesa.