La sanidad de C-LM mira horizontes futuros en el Plan de Salud H3.0: «más a la persona que a la enfermedad»

La evolución del ser humano ha vivido una aceleración exponencial en los últimos años. El bienestar ligado a la calidad y esperanza de vida ha cambiado por completo y, en unas cuantas décadas, se constata un salto equivalente a varios siglos anteriores. La ciencia aplicada a materia sanitaria ha propiciado un cambio de paradigma en el que muchas enfermedades, que suponían una grave complicación, han encontrado cura.

Trabajando por tal fin, la sanidad se ha ‘remangado' durante décadas para curar y atender síntomas que, actualmente, son encajables en la mayoría de patologías convertidas en comunes. La investigación sanitaria y su aplicación deben tener en cuenta la realidad en que se desarrolla, por lo que los retos del pasado deben suponer una rutina en la actualidad, para mirar al futuro y certificar el avance logrado.

En Castilla-La Mancha el envejecimiento de sus habitantes convive con nuevos paradigmas, como los relacionados con el aumento de enfermedades crónicas y la despreocupación en materia de salud. Por ello, se presenta un nuevo plan que cambio por completo el sistema de actuación y su planificación de cara a mejorar el bienestar de sus ciudadanos.

El nuevo Plan de Salud regional cambia el foco de atención. El actual guion de actuación fijaba el gran peso de la mirada en lo referente a la asistencia y al trato al paciente, para mejorar su estado y lograr dar con la pertinente cura de su patología. Ahora, el Gobierno de Castilla-La Mancha pretende adelantarse a las enfermedades con un plan de concienciación, educación y establecimiento de hábitos saludables que logren un descenso palpable de las incidencias sanitarias.

Fin al horizonte 2025

Desde su publicación durante el año 2021, el «Plan de Salud de Castilla-La Mancha horizonte 2025» ha desarrollado planes concretos de los retos que el sistema sanitario regional consideraba primordiales. Aquella orientaciones básicas, que se han puesto en marcha hasta la actualidad, primando la asistencia y atención primaria de las personas, fortaleciendo un servicio, que cualquiera puede comprobar que todavía tiene mucho que mejorar.

Las listas de espera siguen aumentando de la mano de los tiempos, mientras el número de sanitarios sigue sin llegar a poder ofrecer la atención precisada. Las huelgas de sanitarios están más presentes que nunca, la carrera profesional no se reconoce, la fuga de talento a regiones con mejores condiciones es palpable y la crispación se refleja en episodios que evidencian la falta de planificación.

Sea como fuere, Castilla-La Mancha cambia de retos, pero sin cumplir las expectativas de los anteriores. Más allá de lo referido a la atención primaria, el plan que finaliza proponía ahondar en la sostenibilidad, la salud mental, la investigación ligada a la innovación, las enfermedades crónicas o, entre otros, un plan específico para paliar adicciones.

De manera evidente, se ofrece un abanico de actuaciones ligadas a la atención real, poniendo el foco en el día a día de los centros médicos y los problemas más constatables en la región. Ahora el plan denominado H3.0 pretenderá ir más allá, dejando por el camino mucho por hacer, pero tratando de mostrar que el servicio en salud está vivo, pese a no cumplir con los estándares mínimos presumidos y promovidos en los planes que ya cesan su empeño.

Un nuevo futuro H3.0

El avance científico ligado a nuevas tecnologías y a la innovación venida de novedades como la inteligencia artificial, presentan nuevas posibilidades para resolver problemas presentes en materia sanitaria. El incremento en uso de datos y la digitalización de los sistemas pretende dar lugar a una atención que se comprometa a prevenir e incluso predecir las necesidades de cada individuo.

Por ello, ante tal paradigma, el Gobierno de Castilla-La Mancha ha presentado el nuevo Plan de Salud H3.0 con la mirada puesta en 2030. Como «salto primordial», el nuevo documento pretende estar «más dedicado a la persona que a la enfermedad». El nuevo guion de actuación ha sido presentado por el consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz, junto a la directora general de Planificación, Ordenación e Inspección Sanitaria y Farmacia, Carmen Encinas.

El anterior plan, según el consejero, estaba «más relacionado con la asistencia y la manera de presentarla», pero el «gran cambio» ahora es que se centra en la persona «desde el punto de vista de la salud, antes de enfermar». Así, los elementos de prevención de la enfermedad, la formación y educación para la salud, la salud comunitaria y participativa en la que la ciudadanía es corresponsable para cuidarse y evitar la enfermedad, cobra toda su importancia en el nuevo modelo.

Ahora se presenta la oportunidad de dar el paso a políticas sanitarias basadas en la promoción de la salud y la prevención de la enfermedad, como fruto ya de un camino recorrido en el que las personas, ciudadanos y profesionales son el eje del sistema, ha informado la Junta.

Innovación y deriva a la salud digital

Fernández Sanz ha subrayado que en el nuevo 'Plan de Salud H3.0', la innovación juega un papel fundamental y dentro de esta innovación, está la salud digital y su relación con todo lo que signifique inteligencia artificial.

Otro punto en el que ha incidido es en el de la medicina personalizada, que permitirá un enfoque más preciso y efectivo para el diagnóstico y el tratamiento de enfermedades, lo que beneficia tanto a los pacientes como a los profesionales del sistema sanitario, ya que los tratamientos se adaptarían a las necesidades individuales de los pacientes".

Respecto a la participación de la sociedad, ha explicado que «hoy en día, la ciudadanía está más informada y es más exigente. Las personas reclaman un acceso más ágil a los servicios, una atención más personalizada y mayores niveles de calidad, a la vez que esperan ser escuchadas, recibir un trato cercano y respetuoso, y participar en las decisiones clínicas que afectan a su salud».

El objetivo es dar respuesta a los compromisos y prioridades de la política sanitaria de Castilla-La Mancha, en base a siete dimensiones o líneas de trabajo ya definidas: salud participativa, personalizada, poblacional, preventiva, sostenible, predictiva y mediante una atención integral a las personas. «Las siete dimensiones van a constituir la nueva hoja de ruta para la transformación hacia el modelo H3.0», ha recalcado la directora general.