Carlos Martínez, alcalde de Soria, secretario general del PSOE de Castilla y León

Carlos Martínez, alcalde de Soria y secretario general del PSOE de Castilla y LeónEl Debate

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Martínez, el eterno alcalde soriano que quiere gobernar Castilla y León tras reírse de la Iglesia católica

El nuevo secretario general del PSOE castellanoleonés saltó a la palestra en el verano de 2024 por subirse a una burda réplica del papamóvil y rociar a los vecinos con 'agua bendita' con una escobilla del váter

Carlos Martínez Mínguez (Soria, 1973) lleva siendo alcalde de la segunda capital de provincia menos poblada de España desde 2007 y desde el pasado enero es el secretario general del PSOE de Castilla y León. Una comunidad autónoma donde Gobierna el PP –antes AP–desde hace 38 años. Ahora, este socialista afiliado al partido desde los 23 años busca arrebatarle el sillón al 'popular' Alfonso Fernández Mañueco.

Lo tiene difícil en una comunidad autónoma donde el 60 % de la población se siente católica, ya sea practicante o no practicante. Y es que Martínez, tras 18 años ostentando el bastón de mando soriano, es apenas conocido a nivel nacional y regional y por una polémica religiosa. En agosto de 2024, el primer edil de Soria fue cazado por las cámaras riéndose del Papa y de los católicos durante las fiestas de Tardelcuende, un pueblo a a 30 kilómetros de Soria.

En las imágenes, se puede ver al sucesor de Luis Tudanca al frente del PSOE castellanoleonés subido a bordo de una burda réplica del 'papamóvil' (un Seat 127 con unas cortinas blancas y la bandera vaticana) rociando con agua a los vecinos entre risas con una escobilla del váter que mojaba en un cubo como si fuese agua bendita. Después de simular que aspergía, 'bendijo' a los presentes haciendo la señal de la cruz con la palma de la mano abierta.

Las imágenes rápidamente comenzaron a circular por las redes sociales y el PP y Vox mostraron su indignación. «El alcalde y otros miembros de la corporación municipal de Soria decidieron pasear por el pueblo de esta manera. Según relatan varios testigos de la vergonzosa escena, el coche circulaba de forma peligrosa, mientras el alcalde saludaba desde lo alto de un vehículo, claramente diseñado para algún acto carnavalesco y no para su circulación», apuntaban los 'populares, quienes resaltaba su «afán de protagonismo».

Desde Vox, le afearon a Martínez, que no estaba participando en un desfile de carnaval, que hiciera «gala de su mal e irrespetuoso gusto 'repartiendo bendiciones' y de su impunidad ante la ley de tráfico paseándose por la carretera en un vehículo que a todas luces infringe el código de circulación». La polémica no se quedó en el toma y daca político e incluso llegó a manos de la justicia, de la mano de Abogados Cristianos.

Martínez, puño en alto junto a Ana Redondo y Zapatero

Martínez, puño en alto junto a Ana Redondo y ZapateroIsa Saiz / Europa Press

La asociación denunció a Martínez ese mismo mes por un delito contra los sentimientos religiosos, aunque la causa fue archivada en febrero por la Audiencia Provincial de Soria tras un recurso de la Fiscalía contra la decisión del Juzgado de Instrucción Número 4 de Soria. La Fiscalía consideraba en su recurso que los hechos no reflejaban un «escarnio firme, porfiado y tenaz» ni un «inequívoco propósito de ofender». Asimismo, apuntaba a que la conducta del alcalde se dio en un «ambiente festivo» y «no se desarrolló en un lugar destinado al culto ni interrumpió servicio religioso alguno».

Una multa de 100 euros

Desde la entidad liderada por Polonia Castellanos señalaron que recurrirían en casación ante el Tribunal Supremo y presentarían una queja contra el juez ante el Consejo General del Poder Judicial, a querellarse contra el juez de instrucción y a solicitar la nulidad de las actuaciones. El alcalde soriano comentó al respecto de los movimientos de Abogados Cristianos que solo pretendían «buscar notoriedad pública».

Martínez, con formación en ingeniería técnica agrícola, aunque alcalde desde los 33 años, ya pidió disculpas en agosto por un actuación que admitió como una «torpeza» y asegurando que no midió las consecuencias y que no quiso ofender a nadie. La broma le ha salido barata, por ahora: tuvo que pagar 100 en euros tras una multa de la Guardia Civil por ir subido al techo del vehículo.

Más allá del rechazo que pueda causar Martínez entre la derecha, la realidad es que tampoco parece convencer mucho a los que se supone que son los suyos. A finales de este marzo, un micrófono abierto en las Cortes captó cómo cuatro procuradores socialistas le criticaban a él y al ministro de Transportes y exalcalde de Valladolid, Óscar Puente. Unas palabras que, según el edil soriano, tendrían «consecuencias».

Una de las 'cazadas', la vicepresidente de la Mesa de las Cortes de Castilla y León, Ana Sánchez, ya ha anunciado que deja el cargo, aunque todo indica que se avecina una purga en las filas de un partido que hace mucho tiempo que no logra convencer en demasía a la mayoría de los castellanoleoneses. Quizás sea porque, como aseguró la citada Sánchez, «no queda una neurona» en el PSOE.

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