El ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, presenta el proyecto de la nueva estación de tren de Valladolid

El ministro de Transportes, Óscar Puente, presenta el proyecto de la nueva estación de tren de ValladolidPhotogenic / Claudia Alba / Europa Press

El regalo envenenado de Puente a Valladolid: una estación de 253 millones que condena a los barrios del este

El Ayuntamiento interpone un recurso al proyecto que imposibilita el soterramiento de las vías alegando que el Ministerio de Transportes ha obviado sus competencias

Una futurista estación de 253 millones de euros en pleno centro de Valladolid. A priori, un lujo para una ciudad de tamaño mediano, y que ha levantado una oleada de envidia dentro y fuera de Castilla y León. La nueva terminal ferroviaria Valladolid-Campo Grande parecería un regalo para casi cualquier localidad española. Y puede que lo sea. Sin embargo, quizás esté envenenado cuando los partidos que conforman el Gobierno municipal se oponen al proyecto del ministro de Transportes, Óscar Puente, al menos según está planteado.

Y es que la propia Adif apunta a que la construcción de la nueva estación del ferrocarril hace inviable el gran proyecto urbanístico que Valladolid lleva persiguiendo durante cuatro décadas: el soterramiento de las vías, que dividen a la ciudad en dos y margina a los barrios del este, como Las Delicias, Pajarillos o La Pilarica, a los que hay que acceder por túneles. La reivindicación de una gran parte de los vecinos de esos barrios, tradicionalmente obreros y que cada vez absorben más inmigración, ha sido asumida históricamente con vaivenes tanto por parte del PSOE como del PP. En el caso del alcalde, Jesús Julio Carnero, llevaba la medida en su programa electoral.

«Son incompatibles», sentenciaron, sin embargo, en febrero desde el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias, en alusión a la estación y un soterramiento cuyo compromiso el propio Puente firmó ante notario en 2012, tres años antes de ser alcalde y de cambiar de opinión sobre la viabilidad de la obra. Pero, ¿qué lleva al ministro a condicionar ese posible soterramiento en el futuro? Desde Vox tampoco quieren que la estación condene definitivamente a los barrios del este a no poder disfrutar de un plan de ciudad, que ya pasó en su día por manos como las de los arquitectos Ricardo Bofill o Richard Rogers, y tienen una teoría.

Proyección de la nueva estación de Valladolid

Proyección de la nueva estación de ValladolidADIF

«Yo creo que todo esto responde a un experimento social. El PSOE, al que siempre votaban en esos barrios, no quiere que sus vecinos prosperen. Los quieren pobres para que su voto no se vaya a la derecha. Los pisos de ese lado de la vía, de los que muchos son propietarios, duplicarían o triplicarían su precio y no les interesa», apuntan fuentes municipales de la formación en alusión a las más de 90.000 personas que viven allí.

El Consistorio acude a los tribunales

Sea así o no, la alternativa está siendo hasta el momento la «integración», que a ojos de los críticos es una suerte de parche en forma de pasos peatonales subterráneos que mejoran la comunicación de esas zonas con el resto de la ciudad, pero apenas transforman la gran barrera ferroviaria. Sin alegar esos motivos, el Consistorio ha movido ficha este martes, en lo que desde el PSOE consideran un boicot a la estación y «un absoluto despropósito».

Carnero anunciaba que acudiría a los tribunales a través de un recurso contencioso-administrativo. Desde el Ayuntamiento consideran que Puente se está comportando de manera «absolutista» al tomar decisiones de forma unilateral que «afectan a la ciudad». Según denuncia, la nueva estación le vino al Consistorio totalmente por sorpresa a mediados de febrero, cuando el ministro del ramo presentó por todo lo alto el diseño, suscitando críticas de todo color político y desde muchos lugares. También en casa.

Nos enteramos en una convocatoria que se nos hizo pública como al resto de ciudadanosJesús Julio CarneroAlcalde de Valladolid

«Nos enteramos en una convocatoria que se nos hizo pública como al resto de ciudadanos. No hay ninguna interlocución (con Puente) más allá de la estricta y meramente legal y además ésta es parca también y muy exigua y muy escasa. Y por tanto, como digo, bienvenida a la estación, pero nosotros no vamos a renunciar a defender los derechos de la ciudad de Valladolid en todo momento, porque es lo que nos compete», apuntaba Carnero hace unas semanas en una entrevista con El Debate, antes del anuncio del recurso.

Recreación del diseño de la nueva estación Campo Grande de Valladolid

Recreación del diseño de la nueva estación Campo Grande de ValladolidMinisterio de Transporte y Movilidad Sostenible

En un comunicado de prensa, lanzado este martes, el Ayuntamiento abundaba sobre esta falta de comunicación y, por ende, de decisión. El Consistorio señalaba que se había dirigido «en varias ocasiones a Adif a fin de que se le notifique fehacientemente la aprobación del proyecto de construcción de la estación. A pesar de todo, Adif-AV no ha notificado al Ayuntamiento de Valladolid el acuerdo de aprobación del proyecto de construcción de la estación, ni el régimen jurídico de los recursos que pudieran interponerse».

La necesidad de un plan

«La iniciativa del Adif-AV constituye una omisión de las exigencias que la propia Ley del Sector Ferroviario requiere para una actuación similar, y supone un desconocimiento consciente de las competencias y facultades municipales urbanísticas que afectan a un elemento tan significativo como es el entorno de Campo Grande, sin tener en cuenta las secuelas para la movilidad urbana», apuntaba el Ayuntamiento en el escrito.

El Ejecutivo local detallaba que el proyecto presentado por el exalcalde vallisoletano incluye elementos como «oficinas con acceso independiente desde la pasarela de acceso y con salida directa a la calle, pasarela de acceso a la estación con su propia volumetría; locales comerciales dentro de la estación y en el resto de las edificaciones previstas, aparcamiento subterráneo en cuatro niveles con 605 plazas y tres estaciones de lavado de vehículos».

Una jugada de gran estadista. ¡Vaya autorretrato!Óscar PuenteMinistro de Transportes y exalcalde de Valladolid

Según el criterio del Ayuntamiento, «todas estas actuaciones no se pueden reconducir al concepto de 'infraestructuras ferroviarias' (como justifica Transportes a la hora de no consensuar nada con el Consistorio pucelano) sino que son verdaderas actuaciones edificatorias y de implantación de usos comerciales o de equipamientos, que requieren de la previa aprobación del Plan Especial de ordenación de la zona de servicio ferroviaria», incluido en la Ley del Sector Ferroviario.

La respuesta de Puente al recurso no se hizo esperar y llegó en forma de tuit, como suele ser habitual. «Está dispuesto a acudir a los tribunales para impedir su construcción. Una jugada de gran estadista. ¡Vaya autorretrato!», le espetaba a Carnero en la red social X.

comentarios
tracking

Compartir

Herramientas