
Cripta de Puerta Obispo, estancia donde se encuentran los restos arqueológicos del campamento de la Legio VII
León olvida a Roma: 1.957 años después, la Legio VII clama abandonada desde el subsuelo
En el aniversario de su fundación, los vestigios romanos leoneses permanecen ignorados
El 10 de junio del año 68 d.C., el emperador Servio Sulpicio Galba fundaba la Legión VII, una unidad que con el tiempo jugaría un papel clave en la historia militar de Roma y, muy especialmente, en la fundación de lo que hoy conocemos como la ciudad de León. Exactamente 1.957 años después, la huella romana que debería ser motivo de orgullo y centro de atracción patrimonial, cultural y turística, permanece ignorada, escondida o, en algunos casos, deteriorándose sin que se actúe con la contundencia necesaria.

Restos de la muralla romana de León
León no existiría tal como la conocemos sin aquella legión, asentada estratégicamente en un cruce de caminos para controlar el noroeste de Hispania. Y, sin embargo, ese legado romano que dio nombre y origen a la ciudad ha sido relegado a un papel secundario, casi anecdótico, en el espacio público y en la conciencia institucional.
Uno de los ejemplos más sangrantes de este olvido es la cripta de Puerta Obispo, un enclave subterráneo de altísimo valor arqueológico situado a los pies de la Catedral. Allí se conservan restos de edificaciones romanas, entre ellas parte de la muralla romana y las termas legionarias. Su valor didáctico y cultural es incuestionable, pero su estado de conservación y su escasa visibilidad hacen que muchos leoneses ni siquiera sepan que existe. Cerrada durante largos periodos, sin una estrategia museográfica clara ni recursos suficientes, la cripta es una metáfora perfecta del desprecio al pasado.
Más grave aún es la situación de los restos arqueológicos de la plaza de San Pelayo, y su trágico final. En 2018, lo que iba a ser una excavación para el acondicionamiento y posterior asfaltado de la zona, dejó al descubierto las termas del Praetorium, y de lo que se cree que pudo ser los restos de la residencia del emperador Trajano. Además, agravando la desidia de estos restos, se suman a ellos vestigios medievales posiblemente vinculados al convento de San Miguel, y más restos romanos como el Sacrarium, donde se custodiaban los símbolos de los dioses y reliquias de la Legio VII. A pesar de su marcada relevancia, todo permanece oculto tras una fachada apuntalada desde 2004, a causa de un incendio. El Ayuntamiento y los propietarios, hoy fallecidos, mantuvieron un largo litigio, que concluyó con la protección del yacimiento tras una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León.

Restos romanos de la excavación de 2018 en la Plaza de San Pelayo en León
Pero estas medidas siguen resultando escasas y dejan patente una cruda realidad, que es el desinterés no solo municipal, sino que también se arrastra hasta las instancias autonómicas y estatales. Los restos permanecen sin un plan claro de conservación y, todavía, a pesar de la cercana fecha de celebración de su fundación romana, León no conecta sus enclaves romanos con la vida cultural de la ciudad.
A pesar de toda la problemática, este próximo 10 de junio, León recordará su origen romano con la colaboración del Centro de Interpretación León Romano, que mostrará la vida de los legionarios en la Casona de Puerta Castillo. Además, tendrán lugar otras actividades como conferencias, teatros y desfiles conmemorativos. Finalmente, el cierre será el domingo, en la emblemática plaza de San Isidoro. Así se mantiene la tradición de la entrega de estandartes que se hacía con la creación de una legión; es decir, el tradicional Natalicio del Águila.