Planta de motores de Horse en Valladolid
Mazazo para la industria vallisoletana: Horse se llevará a Rumanía parte de su producción
La empresa derivará la producción del motor HR10 y «está analizando y estudiando diferentes escenarios», entre los que figura la presentación de un ERTE
Horse derivará a Rumanía parte de la producción del motor HR10 que se fabrica en la factoría de Valladolid, según confirmaron fuentes de la empresa, que no han querido definir el volumen concreto que perderá el complejo de la carretera de Madrid. El recorte se hará efectivo a lo largo de 2026 y según la multinacional obedece a razones de coste y eficiencia, en tanto que parte de las unidades que saldrán a partir del año que viene de la planta de Mioveni servirán para abastecer a mercados próximos, según publica hoy El Norte de Castilla.
Esta decisión llega tras el rechazo de los trabajadores al preacuerdo sobre el primer convenio colectivo en agosto, pese a que estaba apoyado por una amplia mayoría de la Comisión Negociadora –diez de sus trece miembros, los representantes de UGT (cuatro), CC. OO. (tres) y SCP (tres), en porcentaje el 77 por ciento del total–, obligó a sindicatos y patronal a retomar las conversaciones el pasado martes con el fin de intentar alcanzar un punto de consenso. Un objetivo al que no contribuye que desde ese día la sombra de un posible Expediente Temporal de Regulación de Empleo (ERTE) planee sobre la compañía.
De hecho, se trata de una posibilidad que la firma no descarta. «Horse está analizando y estudiando diferentes escenarios», explican desde el gigante industrial surgido de la alianza entre la francesa Renault y la china Geely, al tiempo que reconocen que «uno de ellos puede ser un ERTE, es una de las herramientas que permite la ley». Matizan, eso sí, que «de momento no se ha pedido oficialmente».
Las mismas fuentes aseguran que aunque el descenso en la cadencia del HR10 estaba previsto, la idea era que su hueco fuera cubierto por otros motores. Y recuerdan, en este sentido, que el preacuerdo contemplaba que parte de los 70 millones de inversión que incluía fueran dirigidos, según se indicó textualmente, a reforzar «la candidatura preferente» de la factoría vallisoletana «para nuevos aumentos de capacidad en productos ya existentes (HR12) en función de los volúmenes requeridos por los clientes», es decir, en la categoría de híbridos enchufables.
El 'no' del 54,6 por ciento de la plantilla en el referéndum vinculante dejó «en el aire» esos planes y por ende otras medidas como la transformación de 200 contratos temporales en indefinidos, abriendo un escenario de incertidumbre que puede verse agravado por la pérdida de peso del HR10 sin reemplazo. Fuentes conocedoras del proceso advierten de que se trata de «uno de los que más demanda tiene», hasta el punto de que en 2024 Valladolid manufacturó casi 397.000 unidades de este modelo, el 41 por ciento de las más de 967.000 que salieron de las instalaciones.