Imagen de León XIV durante su etapa misionera en Perú

Imagen de León XIV durante su etapa misionera en PerúDiocesis de Ávila

La religiosa de Ávila que conoció al Papa en Perú: «Se acercaba a todo el mundo, daba igual quién fueras»

Quienes compartieron camino con él en Chiclayo lo recuerdan como un pastor cercano a las necesidades del pueblo

María Yésica, religiosa de las Siervas del Evangelio afincada en Ávila, guarda un recuerdo muy especial de su paso por Perú. Allí conoció al entonces obispo Robert Prevost, hoy Papa León XIV, de quien destacó su cercanía y sencillez: «Se acercaba a todo el mundo, daba igual quién fueras. Escuchaba con atención, te miraba a los ojos y te hacía sentir importante».

La hermana está convencida de que el tiempo que el Papa pasó en Perú dejó en él una marca profunda. «Esa experiencia misionera le ayudará mucho en su servicio como Pontífice. Aprendió a mirar la realidad con los ojos del pueblo, a escuchar, a acompañar… y eso se nota en su manera de guiar la Iglesia», explicó en una reciente entrevista a COPE Ávila.

Quienes compartieron camino con el ahora Papa en Chiclayo lo recuerdan como un pastor cercano a las necesidades del pueblo, alguien que no se conformaba con mirar desde lejos. «Mis primos y una tía de mi padre trabajaron con él en grupos de pastoral juvenil y en comedores donde se atendía a niños con síndrome de Down. Siempre lo recordarán un hombre muy cercano, que no hacía distinciones y que se entregaba sin reservas a quienes más lo necesitaban», relató.

El actual Papa León XIV cuando era obispo en la diócesis peruana de Chiclayo

El actual Papa León XIV cuando era obispo en la diócesis peruana de ChiclayoDiócesis de Ávila

La historia de María Yésica también está profundamente marcada por la misión. «Desde los 15 o 16 años participé en grupos misioneros, y ahora comprendo que el Señor me preparaba para responder a su llamada. En la misión aprendes a darte, a ponerte en el lugar del otro, a compartir lo poco que tienes y a descubrir que también tú recibes mucho», explicó la religiosa afincanda en Ávila.

Para ella, esta experiendia es un recordatorio de que la vocación misionera no es exclusiva de algunos consagrados o sacerdotes, sino una llamada que alcanza a todo bautizado: «A través de la entrega y el servicio podemos vivir la misión cada día, en el entorno en el que estemos. Todos somos enviados».

Con esperanza y convicción, recordó que hay que seguir construyendo una Iglesia que salga al encuentro, que sirva desde la humildad y el amor, al estilo de Cristo y del Papa que un día, en tierras peruanas, aprendió que servir es la forma más grande de amar.

«Me dio mucha alegría y mucha emoción ver el vídeo del Papa hablando en español sobre su experiencia misionera. Estábamos en catequesis, y cuando lo vi, sentí una gran emoción. Soy de Chiclayo, y todo lo que cuenta es verdad», expresó la religiosa al recordar el reciente mensaje del Santo Padre con motivo del Domund.

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