Carme Forcadell en el Parlament de Cataluña
Cataluña
La Mesa del 1-O defiende su inviolabilidad y que no intervenía en el fondo de las cuestiones que tramitaban
Se tiene que repetir el juicio Lluís Corominas, Anna Simó, Ramona Barrufet y Lluís Guinó por orden del Tribunal Supremo (TS) ante la falta de imparcialidad de dos de los jueces que se encargaron del caso
Los miembros independentistas de la Mesa del Parlament entre 2015 y 2017, en ese momento presidida por Carme Forcadell –Lluís Corominas, Anna Simó, Ramona Barrufet y Lluís Guinó–, se enfrentan de nuevo a juicio ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña por desobediencia al Tribunal Constitucional. Todos han declarado hoy que les ampara su derecho a la inviolabilidad parlamentaria, y que, en cualquier caso, no cometieron ningún delito de desobediencia porque no intervenían en el fondo de las iniciativas que tramitaban, sólo se fijaban en los trámites formales.
Recordemos que se ha tenido que repetir el juicio por orden del Tribunal Supremo, ante la falta de imparcialidad de dos de los jueces que se encargaron del caso, Jesús María Barrientos y Carlos Ramos. Entonces, en 2020, fueron condenados a veinte meses de inhabilitación.
La Fiscalía, en su escrito de acusación, hace referencia a la comisión de estudio del proceso constituyente y a la aprobación de sus conclusiones, las resoluciones del debate de política general de 2016 sobre el referéndum y el proceso constituyente, la aprobación de los presupuestos de 2017 que contenían una partida destinada para la votación del 1 de octubre, las leyes del referéndum y de transitoriedad jurídica que se debatieron los días 6 y 7 de septiembre de 2017 y la aprobación de la sindicatura electoral. Se permitieron estas iniciativas, dice le ministerio fiscal, a pesar de que iban en contra de las resoluciones del propio TC.
Defienden que los requerimientos del TC no eran claros
Los acusados sólo han respondido a las preguntas de sus abogados. Lluís Corominas ha explicado que siempre ha actuado de la misma forma mientras formaba parte de la Mesa, nuncatenía en cuenta el fondo de los que se tramitaba sino las cuestiones formales. Y, de hecho, de las miles de iniciativas que pasaron por sus manos durante los años que estuvo como vicepresidente de esta órgano, sólo vetó dos propuestas, una de ellas una Iniciativa Legislativa Popular.
También ha dicho que nunca antes el TC había instado a la Mesa a impedir que se debatieran determinadas iniciativas, y sólo lo ha hizo durante los años del proceso independentista. También ha explicado que los requerimientos del TC no eran claros y que ellos intentaron garantizar el derecho de iniciativa política de los diputados.
Un argumento que han repetido los otros tres acusados. Anna Simó también ha dejado claro que si hubiesen vetado debates se habría vulnerado el reglamento de la cámara y los principios democráticos de participación política y parlamentaria. Mañana se reanuda el juicio. Lo hará con la declaración de los testigos, entre ellos los letrados del Parlament y otros miembros de la Mesa.
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