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29 de marzo de 2024

Inmersión lingüística en catalán

El separatismo y su rodillo lingüístico

Francia frena el intento de la Generalitat de fomentar allí el catalán con una inversión millonaria

El Constitucional francés dejó claro que «La lengua de la República es el francés», y rechazaba la inmersión lingüística en otra lengua que no fuera el francés en las escuelas públicas del país

La Generalitat ha destinado ingentes recursos en el sur de Francia para conseguir que se estudie allí el catalán, y, en definitiva, para conseguir «catalanizar» lo que los independentistas llaman como la 'Cataluña norte'. Si sólo tenemos en cuenta los últimos años, el gobierno catalán ha subvencionado con unos tres millones de euros a la asociación de Amics de la Bressola, que cuenta con ocho escuelas en el sur del país vecino, y en las que se aplica también el modelo de inmersión lingüística en catalán. Son ocho escuelas en las que estudian 1.100 alumnos.
Entre 2016 y 2020 (excepto 2017), el Govern concedió cada año una ayuda de 400.000 euros para pagar al personal docente de estas escuelas. en 2021 subvención fue mayor y ascendió a los 650.000 euros. Pero las ayudas se remontan a muchos años atrás. Por ejemplo, en época del tripartito (ERC, PSC e Iniciativa), se concedieron unos 2,9 millones de euros a La Bressola, en varios plazos, para la construcción de un nuevo colegio secundario en Le Soler, en el Rosellón. Entonces, las subvenciones de este tipo dependían de Esquerra. De hecho, el entonces vicepresidente, Josep Lluís Carod Rovira, asistió al acto de colocación de la primera piedra y aseguró que ayudar a que el catalán tenga futuro es una buena inversión siempre, «se haga donde se haga» y especialmente si «se hace en una parte de tierra catalana que no dispone de los instrumentos de gobierno que tiene la Generalitat».
Y hace sólo unas semanas, el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, viajaba al sur de Francia. Allí se comprometí a desencallar el proyecto del liceo que quiere abrir la Bressola en Perpiñán, y que está parado por un litigio judicial. Aragonès aseguró que es una «obligación» del Govern «garantizar los derechos lingüísticos» de todos los territorios en los que se habla catalán. Y es que el sistema que aplica la Bressola es un ejemplo para los independentistas y que les gustaría aplicar tal cual en Cataluña. De hecho, las políticas de la Generalitat, con el consejero de educación, Josep González Cambray al frente, van en esta línea.
¿Por qué? En la Bressola se deja claro que «el catalán no es sólo la lengua de los aprendizajes, sino la lengua del grupo, la del juego, la de las confidencias, la de la discusión... La lengua de vida dentro de la escuela», según explican en su página web. En definitiva, el objetivo es ir más allá de las aulas y controlar otros ámbitos, como el patio, tal y como ya está intentando la Generalitat en los centros catalanes.

El Constitucional francés

Pero a pesar de los recursos y la presión que intenta ejercer el gobierno catalán, lo cierto es que las autoridades francesas lo ponen muy complicado. Para empezar, el Constitucional francés anuló un artículo de la ley para la protección y la promoción de las lenguas regionales, que permitía la enseñanza en bretón, catalán o euskera, en aquellas zonas en las que también se usaban estas lenguas. Pero el Constitucional fue claro: «La lengua de la República es el francés», y, por lo tanto, cortaba de raíz que se pudiera aplicar la inmersión lingüística en otra lengua que no fuera el francés en las escuelas públicas de aquel país. Hay que tener en cuenta que el sistema escolar francés cuenta con unos doce millones de alumnos, y de ellos, unos 170 mil reciben clases en sus lenguas regionales. Algunos de ellos, van a escuelas privadas donde sí se lleva a cabo la inmersión, que hasta ahora no está regulada. Es el caso de la Bressola.

Trabas para el catalán

Por otro lado, la llamada 'ONG del catalán', Plataforma per la Llengua, también ha denunciado complicaciones para estudiar catalán o en catalán por las trabas de las administraciones. Complicaciones, por ejemplo, en la escuela primeria de Voló, en el colegio de Port-Vendres y en los liceos de Argelès-sur-Mer y Prades. En unos casos, por el cierre de clases bilingües(la ley francesa permite a los liceos ofertar como optativa el catalán); en otros casos, porque los responsables de las escuelas, dicen, fijan las clases de catalán en horas complicadas y no deja prácticamente margen a los estudiantes para comer. Y ante estas dificultades, dicen desde la Plataforma, desincentiva la matriculación de alumnos. Y al bajar el número de alumnos, hay menos demandas y se cierran clases en las que estudiar catalán.
Y en Perpiñán, el hueso duro de roer es su alcalde, Louis Aliot. En este municipio la Bressola pretende construir un segundo colegio y su primer liceo. En 2021 inició la compra del monasterio de Santa Clara, después de que el consistorio les comunicara que no tenía intención de hacer ningún proyecto. La entidad dio una paga y señal. El problema es que poco tiempo después el Ayuntamiento decidió ejercer su derecho a adquirir propiedades en defensa del patrimonio, aunque no había presentado un proyecto alternativo para el monasterio.
El tema acabó en los tribunales y en dos ocasiones la justicia dio la razón a la Bressola. Pero el alcalde sigue el litigio y ha presentado un recurso en los tribunales de Toulouse. Aliot, por cierto, no es muy amigo del independentismo. Ha dejado claro una y otra vez que no quiere que se traslade a su municipio los «problemas» de Cataluña porque sólo dividen a la población.

Juicio a cinco alcaldes

Y fuera del ámbito educativo, hay que recodar que los alcaldes de cinco municipios del sur de Francia, de Elna, Amélie-les-Bains, Port-Vendres, Tarerach y Saint André, han ido a juicio por cambiar los reglamentos de sus consistorios para que el catalán se pudiera utilizar en los plenos y posteriormente, traducir las intervenciones al francés. El prefecto de los Pirineos Orientales, Rodrigue Furcy, llevó el asunto a los tribunales. Eso sí, envió previamente una carta a los ayuntamientos implicados para que dieran marcha atrás en su decisión. Algunos lo hicieron, pero esos cinco consistorios, siguieron adelante. Está previsto que el tribunal dicte sentencia el próximo 9 de mayo.
Durante la vista, la ponente pública del Tribunal Administrativo de Montpelier se posicionó a favor del prefecto y también apostó porque se anule ese cambio en el reglamento de los municipios. Recordó durante su intervención que «la lengua de la República es el francés», y por este motivo, usar el catalán supondría dejar al francés en una posición inferior porque lo relegaría al nivel de una lengua «traducida».
Pero es que el propio presidente de la República, Emmanuel Macron, dejaba claro en relación a las lenguas regionales, como e l corso, que «el bilingüismo no es cooficialidad. Es el reconocimiento de una particularidad en la República. Pero hay una lengua oficial, un sedimento de nuestra Nación: la lengua francesa».
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